Kim Kardashian vuelve a romper esquemas —y esta vez con pelo sintético. Su marca SKIMS presenta Ultimate Bush, una colección de tangas que combina humor, ironía y sensualidad en doce tonos distintos. Entre la sátira televisiva de los años 70 y la provocación calculada, la línea se convierte en el lanzamiento más viral del año, demostrando que en el mundo de la lencería moderna, el atrevimiento siempre tiene su recompensa.
¿Qué es exactamente Ultimate Bush?
Se trata de una colección de tangas tipo G-string confeccionadas en malla elástica y transparente, que incorporan un parche de pelo sintético en la zona íntima.
Disponible en doce tonos —del Clay Brown al Cocoa Black, pasando por un atrevido Clay Blonde—, la propuesta celebra la diversidad y el humor, alejándose del ideal de perfección impoluta que ha dominado la lencería durante décadas.
La descripción oficial no deja dudas: es ‘el panty más audaz de SKIMS hasta ahora’. Y aunque suene a broma, la prenda se agotó en cuestión de horas.
¿Campaña retro o sátira televisiva según SKIMS?
Para acompañar el lanzamiento, SKIMS creó una campaña inspirada en los años 70, ambientada en un falso programa de concursos llamado ‘Does the Carpet Match the Drapes?’ (¿La alfombra combina con las cortinas?).
En el spot, tres concursantes desfilan frente al público mientras un presentador lanza preguntas con doble sentido. La estética, entre vintage y kitsch, refuerza el tono juguetón y provocador de la colección.
Una sátira con aire de ‘Saturday Night Live’ que coquetea entre la comedia absurda y la crítica cultural.
¿Marketing brillante o simple provocación de SKIMS?
No sería la primera vez que SKIMS juega al límite. Después del ‘Ultimate Nipple Bra‘ —con su versión pierced— y las envolturas faciales que causaron desconcierto en redes, Kim Kardashian parece haber encontrado su fórmula: mezclar ironía, shock y deseo de pertenecer al meme del momento.
Cada lanzamiento genera el mismo ciclo: incredulidad, viralidad y… sold out. Una estrategia tan calculada como efectiva que mantiene a SKIMS en la conversación global, más allá de la moda o la funcionalidad.
¿Qué nos dice todo esto sobre la sensualidad actual?
Quizá el verdadero acierto de Ultimate Bush no esté en la prenda, sino en lo que simboliza. Mientras durante años la estética “clean” y la depilación total marcaron la pauta, esta colección se ríe del mandato de la perfección y lo reemplaza por una sensualidad con sentido del humor.
Una especie de guiño a la liberación corporal de los 70 —pero filtrada por el algoritmo de TikTok y el humor posmoderno de Kardashian.
Ultimate Bush no es solo una broma de buen marketing: es también un espejo de cómo consumimos hoy la moda y la cultura pop. ¿Exceso o genialidad? Probablemente ambas cosas. Pero de eso se trata Kim Kardashian: de saber exactamente dónde está el límite… y hacerlo tendencia.
