La diseñadora se sincera con Marie Claire
Convertirse en una diseñadora respetada en México, no ha sido tarea fácil para Alin Jotar, pero con trabajo y cariño por su firma, la ha mantenido más vigente que nunca con estilos con piel.
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En entrevista con Marie Claire, la creativa nos cuenta cómo ha sido para ella empezar a trabajar con su línea, y por qué diseña como lo hace.
¿Por qué decidiste hacer Alin Jotar?
Bueno, decidí hacer Alin Jotar porque estudié diseño de moda y no sé, siempre me gustó, siempre he tenido la inquietud de crear. En un punto pensé que no iba a llegar a hacer mi propia marca de ropa, pero con el paso del tiempo, y un par de años, decidí que no tenía nada que perder.
¿Utilizas la piel para tus productos? ¿Cómo surgió la idea de hacer artículos de este material?
Monté el taller hace 5 años y fue cuando empezamos a trabajar en moldes y mucha experimentación de materiales. Nos tomó un año comenzar a trabajar la piel. No salimos a vender nada en ese año, porque estábamos probando, porque no me convencían los moldes, porque las piezas que salían, no eran lo que yo buscaba en muchos sentidos. En cuestión de diseño, en cuestión de calidad, de materiales. La piel siempre me ha gustado, a mi mamá siempre le ha gustado una buena pieza de piel, mi papá también tiene un gran gusto por la piel. En ese proceso de experimentación fue cuando dije, ¿y si trabajo con piel? Todo se acomodó de tal forma que encontré ahí lo que me hizo click. Todo lo que representa una pieza de piel me hace todo el sentido en la vida. Encontré a la gente que me ayuda a trabajarla, buenos proveedores de piel que me parece que tienen una hermosa textura, buena calidad. De ahí fue que todo se juntó y se armó mi rompecabezas. Fue al año que saqué mis primeras piezas de piel.
¿Cómo es la inspiración para crear piezas que se considerarían masculinas, para las mujeres? (Como los trajes)
Esa modalidad, de femenino/masculino, creo que está en mi ADN. Me encanta esa mezcla. Como los trenchcoats y las bikers, además de ser clásicas, son fuertes, tienen una personalidad especial. Eso es lo que más me gusta. Un traje sastre es hermoso, pero si es de piel, le da un encanto especial. Además son piezas que se han vuelto clásicos porque los puedes usar muchísimo tiempo.
¿Es difícil trabajar en piel? Me refiero a las críticas que podrías recibir.
La verdad no lo ha sido, creo que ha sido más positivo que negativo. No trabajo pieles exóticas como tal. Creo que eso podría ser un tema mucho más delicado. Toda la piel que trabajamos es de borrego, y al final el tema de la piel es un material que siempre ha sido muy valorado. La gente que conoce de piel valora una pieza de piel. No es un atuendo que te va a durar meses o un año. Es una silueta que es una inversión y que vas a tener en tu guardarropa, que vas a poder usar y usar y usar. Son piezas que tienen mucho valor. Si me han tocado clientes que buscan esta nueva tendencia de la piel vegana, yo de momento no la trabajo, pero en gustos se rompen géneros.
¿Cómo fueron tus inicios vendiendo tu marca o posicionándola?
Ha sido un camino bien divertido, largo, frustrante, de mucha paciencia, de nervios de acero. Empezar a vender tu propio producto en un principio es difícil porque tú solita haces, tú solita sales a vender, tú solita ves que dice la gente de tu producto, tú cobras. Incluye muchos factores de si estás desesperado o quieres que las cosas fluyan pero todo proceso toma su tiempo y hoy después de 5 años creo que ha sido divertido. He pasado por muchas etapas. No me arrepiento de nada. Me siento muy contenta de todo lo que he aprendido en el camino. Vender tu propio producto te hace entender qué es lo que tu cliente está buscando. Ves lo que creías que funcionó y no, o al revés. Entiendes a tu cliente y creo que eso es hermoso. La talla, los colores, el fit, me ha ayudado muchísimo.
¿Es difícil ser una diseñadora de moda en México?
Sí, pero más que diseñadora, emprendedora. Posiblemente como en muchos lugares, el ser emprendedor es complicado. Requiere mucha organización, inversión, disciplina, muchas ganas de hacer las cosas. Porque de repente si las cosas no te salen, necesitas seguir intentando, entonces, como que esa parte es complicada. En cuanto a ser solamente diseñadora, creo que tiene sus complicaciones. Porque empiezas no como una empresa grande, entonces conseguir los materiales a una pequeña escala, cuando solo te quieren vender volumen, o maquilas grandes, de repente eso te puede generar algunos problemas. Pero en general creo que en México estamos muchos en la misma situación, que buscamos lo mismo, que queremos lo mismo, hacer nuestras propias cosas. Hay gente que le gusta el diseño, que es creativa y que está haciendo su propio camino. Y creo que los mexicanos están abiertos a ver estas nuevas propuestas. Es decir, valoran que te avientes y hagas tus propuestas y lo consumen. Creo que hay oportunidades. No hay que frustrarse y quedarse en el camino.
Hablando de marketing digital y redes sociales, ¿cómo afrontas este mundo de influencers y de visibilidad digital?
El tema digital es literalmente apantallarte. Hay tanta carga de imágenes, de todo, en redes sociales, que tan solo abres Instagram, y puedes ver todo. Las redes sociales te acercan a todo. Es súper importante estar visible y creo que es importante crear buen contenido. A la gente le gusta, que no solo trates de vender un producto, sino que crees una experiencia para los que te siguen. Lo más importante es poderle transmitir a la gente un concepto: un estilo de vida. Que a través de imágenes puedan sentir algo.
¿Cómo fue entrar a puntos de venta?
Ha sido complicado la verdad, a lo largo de todo este tiempo ha sido un proceso que lleva tiempo. Hay muchas propuestas de diseño hoy en día y hay muchas muy buenas. Entonces poder ofrecer algo diferentes y hacer sentir a la gente que necesitan tu producto es un reto. Pero está padre y lleva trabajo, vamos bien. Eso nos sirve como escaparate para llegar a otros públicos.
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