«No me preguntes porqué, porque ni muerta te lo voy a decir. Nunca te voy a decir que te quiero aunque te quiera»
Cuando Mario Vargas Llosa escribió «Las Travesuras de la Niña Mala» también le regaló al mundo un clásico de la literatura que ahora está disponible en ViX+ y que lleva a la novela del ganador del premio Nobel hasta el streaming.
Dirigida por Alejandro Bazzano («La casa de papel», «No te puedes esconder»,»Noche Americana»), de la mano de la guionista María López Castaño («Valeria») junto con el cinematógrafo David Azcano («Sky rojo» y «Money Heist»), este proyecto no hubiera sido tan mágico sin el personaje tan sublime de «La niña mala» a quien le da vida Macarena Achaga compartiendo el protagónico con Juan Pablo Di Pace como Ricardo.
En entrevista con Marie Claire México, Macarena Achaga nos contó sobre el proyecto y su personaje. Un papel difícil de imaginar fuera de la literatura, lleno de matices y máscaras.
Una rebelde con causa
Este proyecto despertó en ella cosas que no conocía. Por ejemplo: Una nueva forma de interpretar diferente a la tradicional, al igual que su percepción sobre su participación en la pantalla. Ya que sembró en ella ganas de escribir, producir y de contar más historias sobre mujeres.
«Muchas veces salían cosas que yo no había planeado hacer o que no había planeado decir de esa forma y unas reacciones que yo decía ‘¿de dónde sale esta mujer, que estoy haciendo?’ y un poco siento que era mí», compartió.
Así como agregó: «No sé si esta es la forma correcta de decirlo, pero como si hubiera tenido una guía espiritual quien haya sido la niña mala en la vida de Vargas Llosa interfiriendo un poco conmigo y de repente siento era un poco ella en algunos momentos, como si me hubiera poseído la niña mala para hacer travesuras a través de mí».
Con eso Macarena pudo descubrir diferentes matices en su manera de actuar a lo largo de la serie, su personaje va entre encuentros y desencuentros con Ricardo en diferentes épocas de vida, países y nombres. Un amor indefinible.
«Creo que eso de madurar con los años es una forma más antigua de definirnos, creo que nadie es ni muy maduro ni muy inmaduro por la edad», declaró.
Su personaje va cambiando de matices cada que algo la hace sentir incomoda, por ello el cambio de personalidades que vemos en pantalla es tan drástico. La serie está narrada en los 60, 70 y 80, lo que la llevó a entender que en cada etapa era una persona distinta, lo que para ella era para bien se trataba de un cambio de identidad, acto que le parece estar lleno de valentía.
«Siento que siempre me la imaginé cambiando de piel como una serpiente que de repente cambia de piel y se convierte en una nueva y la piel de atrás se quedó en el pasado, este personaje para mí tenía esa cualidad», comentó.
Añadió: «Eso es muy valioso, porque cuántas veces decimos como ‘ay esto que estoy haciendo no está bien, no esa padre, no me gusta’ en este momento de honestidad con uno mismo pocos tenemos el valor de cambiar y ella nunca se cuestionó cuánto había trabajado o cuánto había tardado en llegar hasta ahí, simplemente lo dejaba».
¿Cómo fue ser «una niña mala»?
Macarena dejó que su interpretación se basara en construcciones totalmente diferentes pero que siempre tuviera una razón como hilo conductor de sus acciones.
A propósito, señaló: «Cuando yo hacía a Arlette para mí era una niña fresca que tenía toda la vida por delante, que tenía esta espontaneidad y esta frescura en los ojos y la veías emocionarse con cosas tan sencillas como ir a una fiesta a la que no estaba invitada».
«Y cuando pasa el tiempo van a conocer a Mr. Richardson, van a conocer Marlon y son personajes que no se parecen a Arlette, tienen otro glamour, otra como fisonomía, porque cambia su momento de vida, entonces yo quería que se notara el paso del tiempo y la amargura que viven estos personajes porque son personajes que la pasan muy mal entonces una parte de mí quería que se viera eso reflejado».
¿»Las Travesuras de la Niña Mala» tendrán una segunda temporada?
Los cambios que le ofrecía su personaje la llevaron a hacer un análisis sobre ella y la vida en sí, por lo que reflexionó: «Nos dijeron que ser adultos era una cosa y esa cosa se parece mucho a no tener imaginación, a no tener sueños, a estar cansados, a cargar con todas las cosas malas que pasaron y creo que viendo estos personajes tan de cerca que me hacen pensar en mí, en mi vida y en cómo quiero envejecer».
En cuanto a lecciones personales, ha sido para no amargarse al crecer, dejando algo que tenga que persistir, como una manera de mantenernos innovando, de descubrirse. Como seres humanos estamos cambiando todo el tiempo, pero vale la pena mantenerse felices.
Macarena nos ha dado una niña mala, aventurera, inquieta, insaciable. Una niña mala que deseamos seguir viendo en pantalla, la primera temporada completa ya está disponible en ViX+, aún no hay detalles sobre una segunda; nunca es tarde para disfrutar de la magia de Mario Vargas Llosa en la pantalla.
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