El gran debut de Seán McGirr.
El cliente de Alexander McQueen ha sido leal a la marca, postmortem de Lee, porque Sarah Burton concilió la ecuación perfecta que combina el legado del diseñador y la relevancia creativa para mantener a la marca en el momento.
Fueron décadas de éxitos rotundos, donde no solo la marca era exitosa comercialmente sino que también siempre fue parte de la conversación que marcaba tendencias, que poseía ese poder influyente y creativo.
Dicho esto, el cambio de guardia en McQueen viene con mucha responsabilidad y digamos que el debut de Sean McGirr no cumplió las expectativas.
Alexander McQueen FW24 en Paris Fashion Week
La pasarela abrió con con una mujer envuelta en un jersey laminado negro brillante, con un brazo sujeto sobre su pecho y el otro metido dentro de la falda. McGirr dijo a WWD que se había inspirado al mirar «The Birds», la colección de primavera de 1995 de Lee McQueen.
Una referencia a los archivos de la marca siempre es apreciado, el tema fue que McGirr presentó una colección muy convencional. Si bien se quería hacer algo un poco más oscuro y a lo mejor atraer una generación nueva a apreciar la marca, el sentimiento colectivo es que faltó el misticismo artístico que hace McQueen – McQueen desde siempre.
En «The Birds» de McGirr hubo explosiones de prendas de punto con apariencia de piel que surgieron de debajo de las prendas de vestir y de las costuras de los jeans. Más tarde aparecieron los estampados de animales.
A McGirr le gusta la idea de cortar, personalizar y reutilizar objetos cotidianos en sus atuendos, esto resultó en un vestido de fiesta bordado con la pantalla rota de un teléfono celular. Vimos inspiraciones obvias del archivo en los trajes de pantalón con pedrería azabache y en sus amplios abrigos surrealistas hechos a la medida.
Se dio a notar parte de la identidad irlandesa del diseñador; lo vimos en las botas que estaban revestidas con cascos de caballo, una de ellas con una cola de caballo saliendo del talón.
Las redes y la crítica pueden ser muy fuerte y no queremos desanimar al diseñador, al final son zapatos extremadamente difíciles de llenar, pero para amantes de la moda y fieles a la marca, McQueen fue más que algo trendy, es casi un movimiento social y esperamos que esa sensación se mantenga.
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