Lección 8: Abrazar nuestra edad y vivir en el presente son dos de las mejores lecciones que podemos tener en el tiempo.
Por: Ana Carbajal.
En 1981 durante una entrevista a Ana Martín, le preguntaron «¿se siente usted estrella?» a lo que ella contestó: «Creo que hay dos carreras, la de estrella y la de actriz, una es tan importante como la otra, solo que yo creo que una dura más que la otra, ahora en otra se gana mucho más dinero, en tiempo corto, y en la de actriz no, pero dura para toda la vida…».
Al escuchar esta respuesta entendí perfectamente el porqué Ana Martín tiene una de las carreras más longevas y exitosas en la industria del cine, teatro y la televisión. Su motor, es la pasión que tiene por la interpretación y lo demás viene secundario.
Desde muy pequeña supo que quería hacer esto para toda la vida y vivió su vida en ese orden de prioridad, que gran lección iniciando este capítulo, el penúltimo de nuestra primera temporada de «Un elefante en la habitación».
Tener el privilegio de conversar con Ana Martín fue maravilloso, nos dejó con tantas lecciones y aprendizajes que espero poder compartirlas todas para ustedes por aquí.
Empezando por la congruencia, Ana vive con una congruencia máxima, la cual baña todas las áreas de su vida, tanto personal como laboral. Ella tomó decisiones fuertes en su vida y no dejó que nadie las cambiará.
Vivió el amor y su sexualidad bajo sus propios estándares, en una época en donde los estándares sociales lo regían todo. Ana Martín decidió desde los 21 años ser independiente, su libertad era algo que no estaba dispuesta a sacrificar.
Las decisiones de Ana Martín
A los 23 años decidió no tener hijos y no casarse, y como lo dice en sus palabras «fue un escándalo», pero era algo que sentía en su corazón, ya que menciona que un hijo es «un proyecto de vida» y ella no quería ser madre si no podría dedicarle el tiempo necesario a la crianza.
Lo anterior, tomando en cuenta que ella misma sufrió de mucha soledad en la niñez y no quería repetir este patrón. Lo cual nos muestra la consciencia tan avanzada que tenía Ana desde su juventud.
«El público me dio y me sigue dando el placer de hacer mi carrera, mi vida y mi libertad, imáginate el amor que yo les tengo. Son mi vida», expresó.
Se entregó a su público al 100% y menciona una frase que su padre le dijo y la cual se le quedó sumamente grabada «El público te da de comer, jamás le mientas» y podemos ver el reflejo del impacto de esta frase en la vida de Ana, siempre usando su voz con una fuerza maravillosa, hablando de temas de los que nadie hablaba, siendo siempre fiel a sus idéales.
Esta fidelidad a sí misma la ha acompañado toda la vida, desde la época del cine de oro mexicano hasta la era de las redes sociales, donde Ana sigue estado presente y muy activa, hablando de temas que aún son tabú e inspirando para que más y más personas se sientan cómodos consigo mismas.
Ana Martín es todo lo que está bien respecto a la adaptación y cómo transitamos y habitamos diferentes cuerpos alrededor de nuestra vida. A sus 78 años es una mujer plena consigo misma, que abraza su edad.
En donde disfruta ahora interpretar a diferentes personajes, también es una mujer que se ha adaptado a un mundo tan cambiante, donde está abierta a la crítica constructiva y a seguir aprendiendo y compartiendo escenas con colegas de todas las edades, en su visita nos hizo saber lo feliz que estaba de ver a tanto talento joven en las oficinas, lo feliz que estaba de estar ahí presente conversando.
Habitar el presente
En nuestro capítulo, Ana menciona que para ella el presente es su felicidad, el estar ahí en ese momento, sin estar pensando o comparando su momento presente con otro. Y se puede decir fácil, pero vivir el ahora es de las cosas más complejas que tenemos hoy en día con tantas distracciones a todo momento y comparaciones diarias.
El «ahora» parece ser lo último que vivimos, teniendo esto un impacto muy grande en nuestra salud mental, al final el presente es lo único que existe y si no podemos habitarlo, vivirlo y disfrutarlo, estaremos siempre evitando la vida misma y sus regalos.
La importancia de tomar terapia
Ana nos cuenta cómo es muy importante en estos momentos en los que estamos teniendo problemas de salud mental, buscar ayuda profesional, ya que ella llegó a tener un momento muy oscuro en su vida en el que menciona «no es suficiente hablar con los amigos» y nos recalca «busquen a un profesional«, y en su caso la terapia fue lo que le ayudó a superar este trago amargo en su vida.
Ana está llena de riqueza, su trayectoria es incomparable, desde trabajar con los grandes directores del cine de oro, estar en las obras más importantes de teatro, así como ser la favorita de las telenovelas.
Durante esta trayectoria Ana recuerda a las personas que siempre han estado a su lado, y con nostalgia menciona que su dolor más grande es vivir sin sus grandes amigos, aquellos que le enseñaron muchísimas cosas y la acompañaron en la vida.
Este momento de quiebre en el podcast nos hace tener más consciencia sobre lo finitos que somos, sobre la importancia de pasar tiempo con las personas que amamos, y esmerarnos por crear recuerdos con ellos, que al final es lo única que nos acompañará en la vida.
Algo sumamente interesante de nuestra entrevista es cuando Ana menciona el «limbo» y cómo siente que actualmente está en uno. Y lo recalcó porque como jóvenes estamos siempre buscando no estar perdidos.
Saber que sigue, tener una certeza de que todo está resuelto, y es con la edad que nos damos cuenta de que la vida es un conjunto de ciclos con inicio y fin, en donde siempre tendremos cosas que resolver, a veces nos vamos a perder, pero solo para volvernos a encontrar.
Eso me recuerda a mi primera clase de actuación en donde teníamos que hacer el ejercicio del espejo, pasó uno de mis compañeros que era un señor de 55 años, mirándose al espejo comenzó a decir lo que veía, quien era él y en donde estaba, y nos compartió que estaba perdido, que se había divorciado y que no sabía que seguía de su vida, pero que estaba feliz en ese «limbo» en ese presente.
Recuerdo que me impactó escuchar eso porque por lo general pensaríamos que alguien de 55 años ya sabe donde está en la vida, a lo mismo que alguien de 78 años, pero es tan refrescante ver que puedes no saberlo.
Puede estar «perdido» de nuevo y puede esto repetirse múltiples veces en la vida y está bien, porque es parte de la misma, la incertidumbre, las sorpresas, los altos y los bajos. El que Ana nos lo cuente y se permita vivir en ese limbo se me hace sumamente inspirador, sobre todo para jóvenes que viven con ansiedad o miedo al futuro.
O quieren aferrarse a una idea de vida y no hay espacio para errores o cambios, creo que es importante recordar que la vida no es perfecta, es cambiante y nunca sabemos que está a la vuelta de la esquina, y es algo que no podemos controlar.
Pero lo que si podemos hacer es estar más y más cerca de nosotros mismos, mediante el autoconocimiento y el amor propio y esto nos ayudara a navegar esos limbos, a encontrarnos cuando estamos perdidos y a seguir transitando la vida con lo que sea que nos traiga entre líneas. El aceptar esa imperfección es una gran fuente de paz y lo podemos ver en cómo Ana nos comparte esa experiencia.
Que placer fue compartir esta hora con Ana, salí sumamente inspirada del estudio después de nuestra entrevista y espero que estás lecciones que Ana Martín nos regaló también te acompañen en momentos donde más lo necesites, desde defender tu ideales, seguir tu pasión y/o abrazar la soledad, Ana nos inspirara a vivir más libremente y más cercanos a quiénes somos.
No podría estar más feliz con todos los aprendizajes que me llevo de esta primera temporada, gracias por todo el amor y el gran recibimiento que ha tenido.
Escucha el octavo episodio de «Un elefante en la habitación» en Spotify:
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