jueves, julio 4, 2024
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    El poder de ser dueña de ti by Ana Carbajal

    Lección 3: Todos somos dueños de nuestra propia voz.

    Por: Ana Carbajal.

    Si pudiera describir a Claudia en una sola palabra sería: Libertad. Recibirla en «Un elefante en la habitación» como nuestra tercera invitada fue un regalo, su charla fue sumamente refrescante, ya que ella rompe con los estereotipos que la sociedad ha impuesto en las mujeres, y sobre todo a mujeres en la industria.

    Creo que ya todos conocemos a Claudia Ramírez,  con cuatro décadas de presencia en la industria, podemos decir que es uno de los rostros más reconocidos tanto en cine, televisión y teatro en México.

    Pero en «Un elefante en la habitación» más que hablar de una trayectoria nos gusta hablar de la persona detrás de ella, su historia y lecciones que tiene para compartir.  Y si algo caracteriza a Claudia, además de su exitosa carrera es: Su voz.

    Escucharla hablar con tanta honestidad en una industria donde la mayoría de los discursos ya están escritos y que siguen la misma línea fue sumamente refrescante. Claudia es fiel a sí misma, disruptiva si es necesario y apasionadamente defensora de sus ideales y derechos.

    Un discurso tan franco

    Escuchar a alguien hablar sin temor sobre temas tabúes como suelen ser la violencia de género, las injusticias laborales y la edad, es inspirador. Sobre todo cuando en lo personal he tenido experiencias en las que he sentido que mi voz no puede ser escuchada, o más bien que no merece ser escuchada.

    Ella misma menciona cómo pasó por situaciones similares en los que se sintió sola y sin poder alguno ante circunstancias muy complicadas de la vida, entre ellas la violencia de género que vivió en pareja.

    ¿Pero cómo llegamos a ese punto de ser dueños de nuestra voz? Claudia menciona que «nació rebelde» pero no tenía la voz que tiene ahora. Y creo que todos nacemos con el poder de nuestra propia voz, pero tal vez sin saber cómo utilizarlo.

    Los miedos, las etiquetas, la educación y el condicionamiento de la sociedad nos va silenciando, y no es hasta que llegamos a nuestro límite o tocamos fondo,  cuando encontramos el poder en nosotros mismos, en denunciar algo que nos hace daño, algo que no estamos de acuerdo, algo que merece ser mencionado.

    Al inicio puede ser de las cosas más difíciles que vamos hacer, sobretodo si se trata de temas tan complicados y dolorosos como la violencia  de género, la violencia laboral e injusticias, pero conforme utilizamos más y más nuestra voz, cada vez se vuelve menos difícil y más imparable.

    Hasta llegar al punto de ser tan congruentes y fieles a nosotros que no hay algo de lo que tengamos miedo hablar, porque nuestra voz ya no le pertenece a nadie,  sino de nosotros mismos, Claudia es la viva imagen de ese sentimiento de libertad y poder, de ser dueña de tu vida, tu historia y tu discurso. Aceptando  lo bueno y lo malo, las ganancias y pérdidas, los sacrificios y recompensas, es ahí en esa aceptación realista donde creo habita la paz.

    Hay tantas cosas por las cuales admirar a Claudia, entre ellas la congruencia con la que vive, tiene sus prioridades claras y no tiene miedo a realizar sacrificios por ellas, como lo hizo al dejar su carrera por 10 años para dedicarse a su familia. Algo que para muchos de nosotros es impensable, sobre todo por el miedo a la pérdida y las expectativas que tienen sobre nosotros. Claudia toma su decisión con una paz que podría ser envidiable sabiendo que la carrera la podría recuperar pero el tiempo con sus hijos no.

    Te recomiendo mucho este episodio sobretodo si te sientes con muchas presiones y expectativas de la sociedad,  ya que la historia de Claudia en lo personal me inspira a llegar a ese punto de mi vida donde tenemos tanta sabiduría y hemos pasado por tantas cosas en la vida que el miedo se nos va y somos 100% fieles a nosotros mismos.

    Sin miedo a cambiar mañana nuestra profesión y dirección, sin miedo a la edad, sin miedo al qué dirán,  sin miedo a tomar riesgos, sin miedo a volver a empezar y sobre todo con una paz que se siente desde que entras a la habitación.

    Claudia es la prueba viviente que cada etapa tiene cosas maravillosas, y que mientras seas fiel a ti, podrás sacarle el mayor  provecho a la vida en todas su versiones y en todos sus momentos, al final ese es el poder de ser dueña de ti misma.

    Escucha el tercer episodio de «Un elefante en la habitación» en Spotify:

    También lo puedes ver en YouTube:

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