Según Carl Jung, el psicólogo analítico, los Arcanos Mayores son un reflejo de la psique humana y representan el viaje que se crea a través de la vida, abarcando todas las experiencias que se atraviesan un camino de autorrealización. Son la representación de nuestros errores y nuestros aciertos, un viaje desde dentro hacia afuera que se enseña a ser.
Desde tiempos inmemoriales, las cartas del tarot se han utilizado como instrumento para la adivinación y la reflexión personal. Relacionadas con la magia y el misticismo, estas cartas permiten echar un vistazo al futuro, meditar sobre nuestra vida o aprender más sobre la experiencia propia.
¿Qué son los arcanos en el tarot?
Los arcanos son las cartas que componen una baraja de tarot, y la palabra ‘arcano’ en sí misma proviene del latín arcanum, que significa ‘secreto’ o ‘misterio’.
En el contexto del tarot, los arcanos son las claves o los secretos que se revelan a través de la lectura de las cartas. Ofrece conocimiento sobre aspectos profundos de la vida, el subconsciente y el camino espiritual.
La historia del tarot, y por ende de sus arcanos, es tan mística como las propias cartas. Aunque su uso adivinatorio se popularizó a finales del siglo XVIII, los primeros indicios de juegos de cartas similares al tarot se remontan a finales del siglo XIV en Europa, principalmente en Francia e Italia. El tarot más antiguo conocido es el ‘Visconti di Modrone’, creado alrededor de 1442 en el norte de Italia.
Originalmente, las cartas que hoy se conocen como Arcanos Mayores se denominaban ‘Cartas de Triunfo’ y representaban a personajes de la sociedad y conceptos importantes de la época, como el poder (el Emperador) o el apoyo eclesiástico (el Papa). Con el tiempo, estas representaciones fueron evolucionando.

¿Qué diferencia hay entre arcanos mayores y menores?
La baraja del tarot se compone de dos grandes grupos de cartas, los arcanos mayores y menores. Cada uno con una función y significado particular, lo que permite una lectura completa y matizada.
Los Arcanos Mayores son la parte más icónica y profundamente simbólica del tarot. Son 22 cartas numeradas que representan grandes lecciones de vida, temas espirituales y energías arquetípicas.
Como mencionaba Carl Jung, simbolizan un viaje de autorrealización, reflejando experiencias trascendentales, errores y aciertos en el camino de la vida. Cada carta de los Arcanos Mayores encarna un principio universal, una etapa del viaje del héroe o un aspecto fundamental de la psique humana.
Los Arcanos Menores, por su parte, se corresponden directamente con los asuntos cotidianos, las experiencias personales y los detalles de la vida diaria. Se componen de 56 cartas, las cuales se dividen en cuatro palos, de manera muy similar a una baraja de naipes tradicional.
En primer lugar, los Bastos están relacionados con el elemento fuego y simbolizan la creatividad, la energía, la pasión, la acción y la fuerza de voluntad. Por lo tanto, pueden referirse a proyectos, ideas o iniciativas.
En segundo lugar, las Copas, vinculadas al elemento agua, representan las emociones, el amor, las relaciones, la intuición y la espiritualidad, asociándose también a la feminidad, la alegría y las festividades.
En contraste, las Espadas se conectan con el elemento aire y simbolizan el intelecto, la lógica, la comunicación, los desafíos y los conflictos; cabe señalar que, en su lado oscuro, pueden incidir en el engaño, la hipocresía o la traición.
Finalmente, los Oros, asociados al elemento tierra, representan los bienes materiales, las finanzas, el trabajo, la estabilidad, la seguridad y la autoestima.
Cada uno de estos palos de los Arcanos Menores consta, además, de cuatro figuras de la corte (rey, reina, caballo y sota) y diez cartas numeradas (del as al diez).
¿Cuántos arcanos tiene una baraja de tarot?
Una baraja de tarot completa, como la más conocida, el Tarot Rider-Waite, cuenta con 78 cartas. Contiene 22 Arcanos Mayores y 56 Arcanos Menores.

¿Qué significa el arcano en el tarot?
El término arcano en el tarot denota un misterio o secreto revelado, con cada carta, ya sea mayor o menor, ofreciendo un simbolismo profundo. Su propósito no es adivinar el futuro, sino guiar la reflexión, el autoconocimiento y la toma de decisiones conscientes.
El significado de un arcano es multifacético: puede representar energías y arquetipos universales (especialmente en los Arcanos Mayores), situaciones y eventos cotidianos (en los Arcanos Menores), estados emocionales y psicológicos, o servir como consejos y advertencias.
La interpretación no es estática, ya que varía según la posición de la carta (derecha o invertida), su relación con otras cartas en una tirada, y la intuición del tarotista. Una lectura efectiva requiere concentración y la capacidad de conectar con las sensaciones que las cartas evocan, más allá de la memorización de sus significados.
¿Qué representa cada arcano en una lectura de tarot?
En una lectura de tarot, qué representa cada arcano es el corazón de la interpretación. Cada carta tiene un significado central, pero este se matiza por el contexto de la tirada y las cartas adyacentes. Los significados:
- El Loco (0): Representa el inicio de un nuevo viaje, la libertad, el optimismo y el potencial infinito. Una llamada a la audacia y la curiosidad.
- El Mago (I): Simboliza la fuerza de voluntad, el poder de manifestación, nuevas oportunidades y la necesidad de actuar para alcanzar el potencial.
- La Sacerdotisa (II): Encarna la intuición, el conocimiento interior, la dualidad y la necesidad de escuchar la voz interna en lugar de solo la razón.
- La Emperatriz (III): Relacionada con la feminidad, la fertilidad, la creatividad, la abundancia y la conexión con la belleza y el autocuidado.
- El Emperador (IV): Simboliza autoridad, estructura, control, paternidad y la necesidad de planificación y disciplina para lograr metas.
- Los Enamorados (VI): Representa la armonía en las relaciones, el atractivo y la elección entre opciones opuestas, llamando a la sinceridad con uno mismo.
- La Fuerza (XI): Demuestra fuerza interior, resiliencia, compasión y la capacidad de mantener la calma en momentos de adversidad.
- La Muerte (XIII): A pesar de su nombre, es una de las cartas más positivas; simboliza el fin de un ciclo importante, la transformación y la necesidad de dejar ir el pasado para dar paso a lo nuevo.
- La Templanza (XIV): Sugiere equilibrio, moderación, paciencia y la capacidad de mantener la calma en momentos de estrés, buscando armonía interna y externa.
- El Diablo (XV): Puede indicar estancamiento, materialismo, adicciones, falta de control y la sensación de ser esclavo de impulsos o placeres.
- La Torre (XVI): Representa un cambio radical, una ruptura repentina de viejas estructuras o creencias, aunque no siempre negativa, invitando a la reconstrucción.
- La Estrella (XVII): Simboliza esperanza, inspiración, renovación y la creencia en uno mismo para la realización personal.
- El Sol (XIX): Representa éxito, abundancia, alegría, felicidad y la capacidad de irradiar luz y confianza a los demás.
- El Juicio (XX): Se centra en la reflexión, la autoevaluación, el despertar y la necesidad de hacer cambios importantes para ser auténtico con uno mismo.
- El Mundo (XXI): Simboliza la realización, el logro, la finalización de un ciclo y la armonía entre el mundo interior y exterior, el éxito de los esfuerzos realizados.
¿Qué importancia tienen los arcanos mayores en el tarot?
Los Arcanos Mayores son el corazón del tarot, esenciales en cualquier lectura por representar los grandes temas universales y fuerzas arquetípicas que impactan la vida. A diferencia de los Arcanos Menores, que detallan lo cotidiano, estos abordan lecciones de vida, desafíos espirituales y transformaciones profundas.
Su presencia en una tirada indica que la consulta no es trivial, sino que se relaciona con crecimiento personal, evolución o cambios trascendentales. Funcionan como una guía para el autoconocimiento y la reflexión sobre el propósito vital y los hitos importantes.
Simbolizan las etapas de la experiencia humana, como el viaje del Loco, desde la inocencia hasta la sabiduría. Además, señalan arquetipos clave (el mentor, el desafío kármico) y son cruciales para entender el panorama general de una situación, revelando las fuerzas invisibles que operan en nuestra vida.
¿Cómo saber cuál es mi arcano en el tarot?
La idea de cómo saber cuál es mi arcano en el tarot suele generar mucha curiosidad. No existe un ‘arcano personal’ fijo en el sentido de un signo zodiacal inmutable. Sin embargo, hay varias formas de identificar arcanos que resuenan contigo en un momento dado o que te acompañan a lo largo de tu vida.
Una forma común es calcular el Arcano de tu Nacimiento (Arcano Natal). Esto se logra sumando los dígitos de tu fecha de nacimiento (día, mes y año) hasta reducirlos a un número entre 1 y 22 (o 0 para El Loco).
Por ejemplo, si alguien nació el 15 de marzo de 1990, la suma sería 6 (día) + 3 (mes) + 19 (año) = 28, y al reducirlo (2+8), el resultado es 10, que corresponde a La Rueda de la Fortuna. Si la suma inicial fuera 22, el arcano sería El Loco, y si es mayor a 22, se sigue reduciendo.
Además del arcano natal, si una carta, especialmente un arcano mayor, aparece de forma recurrente en tus lecturas de tarot, podría indicar un Arcano Dominante en Lecturas, señalando una energía o lección particularmente relevante en ese periodo de tu vida.
Otra vía es la Conexión Intuitiva. Al estudiar los arcanos, puedes sentir una resonancia profunda con el significado o la imagen de una carta específica, lo que podría reflejar un aspecto importante de tu personalidad o camino actual.
Finalmente, algunos optan por el Arcano del Día/Mes/Año, eligiendo una carta al azar para reflexionar sobre su significado y observar cómo se manifiesta en sus experiencias cotidianas, permitiendo una conexión dinámica con el tarot.

Es importante recordar que el tarot es una herramienta de autoconocimiento y reflexión, no una ciencia exacta. La relación con los arcanos es personal y evoluciona con el tiempo. El verdadero poder del tarot reside en nuestra capacidad para interpretar y aplicar sus símbolos a nuestra vida, abriendo puertas a la sabiduría y la comprensión.