Las historias populares suizas fueron la mayor inspiración.
Cuando pensamos en Suiza, pensamos en relojes, chocolates y buenas pistas de esquí. Sin embargo, para el director creativo de Bally, Simone Bellotti, el país ha inspirado su última colección.
De hecho, para el otoño se sintió atraída por las historias populares suizas, como la leyenda de una sirena del lago Engadine, que llevó a mostrar faldas de cola de pez en una longitud por debajo de la rodilla.
Como lo hizo con su colección debut en septiembre pasado, Bellotti inyectó detalles inesperados en sus diseños sobrios y primitivos con siluetas esculpidas, como un mechón de piel de oveja que brota de debajo de una falda o en la parte posterior de una chaqueta de motociclista.
Se excedió (de buena manera) en los detalles con pequeñas campanas y tachuelas de flores en los mary janes de Glendale de la marca, bolsos estructurados e incluso un chaleco de cuero de hombre.
Bally FW24 en Milan Fashion Week
En la pasarela las modelos llevaban capas y abrigos de color verde bosque, pero la tela también se intercalaba en vestidos con botones que corrían por la espalda. La propuesta de ropa de abrigo era fuerte tanto para hombres como para mujeres, e incluía abrigos Montgomery de gran tamaño, chaquetas con dobladillos curvos o en un hermoso cuero de aspecto vintage.
Los destellos de rojo, como en un minivestido de mohair o puntos de jacquard con motivos alpinos, interrumpieron la paleta de colores naturales y terrosos. Las camisas de algodón y los suéteres de cuello de marinero se usaron con vaqueros de mezclilla índigo y botas de tacón bloque.
La colección de segundo año de Bellotti fue convincente, ya que el ex alumno de Gucci es claramente consciente y respetuoso de la historia de Bally, que abarca más de 173 años, y su sólida herencia de artículos de cuero.
Pero al mismo tiempo confía en su propia visión de la marca y la colección de otoño agregó otro capítulo interesante a la narrativa personal del diseñador en Bally.
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