La perfección en la virtud de diseñar.
Dolce & Gabbana presentó su última pasarela en MFW y como siempre nos dejó boquiabiertos. Con casi 40 años de experiencia, Domenico Dolce y Stefano Gabbana saben quiénes son, lo qué representan y lo geniales que son haciendo su trabajo.
Durante los últimos años, se han embarcado en un proyecto para perfeccionar su colecciones pasadas. Recientemente etiquetan la ropa indicando el año y la temporada en que desfilaron en la pasarela. Sin embargo esto no se trata de repetir si no de mejorar, hasta perfeccionar su virtud al diseñar.
Dolce & Gabbana FW24 en Milan Fashion Week
La última pasarela, mantiene la misma línea de trabajo enfocándose en la tendencia del «Mob Wife» Hollywoodiense. Una chaqueta Spencer con solapas de raso cosidas, sobre una camisola, underwear de encaje y una falda atada con un gran lazo, abrió el espectáculo.
A partir de ahí, experimentaron con diferentes longitudes en estilos de botonadura sencilla y cruzada, ajustando el ancho de las solapas y la altura de las muescas.
Mientras que un esmoquin era cuadrado y de gran tamaño, otro tenía un corte en la cintura con caderas acolchadas para darle una forma más esbelta. El esmoquin fue la estrella del show. Fue un escaparate de la famosa exactitud sartorial de los diseñadores.
Completaban el espectáculo batas estilo boudoir, a veces realzadas con solapas de satén o complementadas con un fajín plisado a mano; vestidos de cóctel de encaje y vestidos elásticos llenos de cristales; y abrigos atrevidos y llamativos con piel sintética desgreñada, manchas de leopardo o plumas.
Dolce & Gabbana están viviendo su mejor momento en la pasarela gozando de su madurez como diseñadores, su posición de poder en la industria y por ende creando colección tras colección que trasciende en el mercado comercial y se fina en la historia de la moda.
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