Durante el Fuorisalone 2025, en el corazón de Milán y bajo la atmósfera silente de los Chiostri di San Simpliciano, Gucci presenta Bamboo Encounters: una exposición que, más que un homenaje, es un diálogo sensorial entre pasado y presente, naturaleza y diseño.La muestra celebra el bambú no solo como material, sino como símbolo identitario y poético dentro del imaginario de la firma.
Desde que en 1947 Gucci introdujo por primera vez el bambú en el diseño de sus icónicas asas, este elemento ha cobrado una fuerza icónica. No es solo una referencia estética: es una afirmación de innovación, resistencia y artesanía. Hoy, ese legado se reinventa con Bamboo Encounters, donde el material es intervenido por artistas y diseñadores contemporáneos que exploran su poder expresivo, su historia y sus posibles futuros.

Un material, mil posibilidades
Puede parecer solo una planta, pero el bambú —fuerte, flexible y lleno de poesía— ha sido un pilar silencioso en la historia de Gucci. Su uso en el asa de un bolso icónico lo convirtió, casi sin querer, en una declaración de estilo y resistencia.
Hoy, casi 80 años después, Bamboo Encounters lo celebra como lo que es: un vehículo creativo capaz de inspirar nuevas formas de hacer, pensar y mirar.
Curada por el estudio interdisciplinario 2050+ y su fundador Ippolito Pestellini Laparelli —quien entiende el diseño como algo que dialoga con la sociedad—, la muestra reúne obras de artistas y diseñadores que interpretan el bambú desde su propia sensibilidad.
El equilibrio perfecto entre arte y tensión
Anton Alvarez, artista sueco-chileno, presenta 1802251226, una estructura imponente de bambú ensamblada por pura presión. No hay clavos, ni tornillos, ni adhesivos. Solo fuerza contenida. Su obra recuerda que en lo inestable puede haber belleza —y también poder—. Cada cilindro se sostiene gracias a una coreografía interna que desafía la lógica, pero respeta el instinto.
Entre soplos de vidrio y memoria
La arquitecta palestina Dima Srouji firma una de las piezas más íntimas: Hybrid Exhalations, donde el bambú convive con el vidrio soplado artesanal —una técnica tradicional de su región— para crear formas respirables, casi orgánicas. La obra evoca la fragilidad de la memoria, la tensión entre lo efímero y lo ancestral.

Cometas, nylon y ligereza visual
El colectivo holandés Kite Club aporta una energía lúdica con Thank you, Bamboo, una instalación de cometas que flotan suspendidas en el aire. Realizadas con bambú, cinta y nylon, estas piezas reviven el juego como acto poético y proponen una lectura ligera, casi infantil, del diseño. Una invitación a mirar hacia arriba —literal y metafóricamente—.


Del bambú a la resina: una visión futura
Laurids Gallée, diseñador austriaco, presenta Scaffolding, donde el bambú es reinterpretado desde la lógica del diseño industrial. En su obra, el material se encapsula en resina translúcida, transformando su tacto cálido en una superficie fría y futurista. Es una reflexión visual sobre cómo lo orgánico puede volverse urbano, sin perder su esencia.

Seda, viento y geometría
Con PASSAVENTO, la artista francesa Nathalie Du Pasquier juega con lo textil y lo arquitectónico. Bambú y seda estampada se entrelazan en una pieza que no se entiende del todo hasta que el viento la atraviesa —porque no todo lo visible se revela de inmediato—. Su obra respira color, ritmo y movimiento, como un poema visual que cambia con la brisa.

Tradición coreana, precisión contemporánea
Sisan Lee propone Engraved, una pieza que reinterpreta el mobiliario clásico coreano mediante una fusión de bambú y aluminio. La obra, precisa y elegante, ofrece una visión contemporánea de lo tradicional, manteniendo la esencia del pasado pero con un lenguaje visual que mira hacia adelante.

Arquitecturas translúcidas y silenciosas
Bamboo assemblage n.1, del colectivo The back Studio, se inspira en la arquitectura india para crear una estructura translúcida que captura la luz de manera casi espiritual. Aquí, el bambú se transforma en envolvente, en sombra y en guía. La instalación genera un espacio de calma y contemplación, donde lo arquitectónico se vuelve íntimo.

Más que una exposición, una conversación
Además de las instalaciones visuales, Gucci abrió un espacio para encuentros en vivo, performances y conversaciones abiertas al público. Así, Bamboo Encounters se expandió más allá de las salas y se convirtió en plataforma: un lugar para pensar en comunidad, explorar nuevas formas de crear y devolverle sentido a lo esencial.
En un momento donde el lujo se redefine a través de la sostenibilidad, el respeto por la materia prima y la conexión emocional, Bamboo Encounters logra tocar una fibra profunda. No grita, pero conmueve. No impone, pero propone. Y lo hace desde el silencio, desde la textura, desde la raíz.