La bugambilia, también conocida como buganvilla, veranera o trinitaria, es, sin lugar a dudas, una de las plantas trepadoras más populares. Llaman la atención por su colores, vibrantes y su resistencia.
Con su floración casi constante a lo largo del año, se ha convertido en la elección ideal para decorar tanto exteriores como interiores. Ofrece una alternativa llamativa a plantas más tradicionales. Si buscas añadir un toque de color y vida a tu hogar, la bugambilia es una excelente opción.

¿Por qué la Bugambilia es la planta trepadora favorita?
El atractivo de la bugambilia reside en varias de sus características distintivas. Sus espectaculares brácteas (que a menudo se confunden con las flores) se presentan en una amplia gama de colores. Entre estos amarillo, blanco, rosado, fucsia, rojo y morado.
Las verdaderas flores son diminutas y de color blanco o amarillo, anidando en el centro de estas brácteas.
Aunque se asocia principalmente con la primavera y el verano debido a su preferencia por los climas cálidos. Sin embargo, la bugambilia puede florecer durante todo el año en condiciones adecuadas.
Esta capacidad de mantener su colorido la convierte en una planta excepcional para alegrar cualquier espacio. Es un arbusto trepador que, dependiendo del clima, puede ser caduco o perenne, y sus hojas, de forma ovalada, se disponen de manera alterna a lo largo del tallo.
Originaria de los bosques húmedos de América del Sur, específicamente de regiones como Brasil, Perú y el norte de Argentina, la bugambilia pertenece a la familia de las nictagináceas (Nyctaginaceae), que engloba unas 350 especies diferentes de plantas.
Cuidados esenciales para tu Bugambilia
La bugambilia es, en efecto, una planta sorprendentemente resistente, lo que la convierte en una opción ideal incluso para jardineros novatos. No obstante, para asegurar una floración espectacular y un crecimiento robusto, es crucial seguir algunos cuidados básicos.
Iluminación de la Bugambilia
En primer lugar, la iluminación es clave: la bugambilia es una planta de sol. Necesita una gran cantidad de luz natural directa para desarrollarse óptimamente y florecer. De hecho, si la tienes en interiores, lo ideal es ubicarla cerca de ventanas o en espacios muy iluminados, garantizando al menos seis horas de sol al día para que crezca sana y produzca sus características flores.
Riego de la Bugambilia
En cuanto al riego, a pesar de su afinidad por el sol, la bugambilia no requiere mucha agua, ya que prefiere la sequedad. Así, en primavera y verano, si está en el jardín, bastará con regarla una vez por semana; en maceta, cada 3 o 4 días.
Es fundamental evitar mojar sus hojas, regando directamente la tierra. Por el contrario, en invierno, reduce significativamente el riego; si está en exterior, la lluvia suele ser suficiente, mientras que en maceta interior, espacia los riegos, asegurándote de que la tierra se seque completamente entre uno y otro. El exceso de agua es una de las principales razones por las que la bugambilia no florece.
El cultivo de la Bugambilia
Respecto al suelo y el abono, la bugambilia se adapta a suelos pobres en nutrientes, lo que simplifica aún más su mantenimiento. Sin embargo, un buen drenaje es esencial para prevenir encharcamientos que puedan dañar sus raíces.
Si la cultivas en maceta, una mezcla de tierra buena o composta bien cernida con arena de río es perfecta. En lo que concierne al abono, si está plantada en el suelo, no tolera bien el exceso de nutrientes, ya que está acostumbrada a suelos más pobres.
Por otro lado, si la tienes en maceta, es recomendable añadir fertilizante líquido cada dos semanas durante los meses cálidos (primavera y verano), pero siempre evitando un exceso.
El mantenimiento de la Bugambilia
Finalmente, la poda es un cuidado fundamental para controlar su crecimiento y promover una estructura más frondosa y una mayor floración. De este modo, en climas cálidos se poda en enero y febrero, mientras que en climas fríos, la poda se realiza en primavera.
Es importante recordar que siempre se debe cortar por encima de una yema o brote nuevo, buscando limitar el crecimiento lateral del arbusto para fomentar una forma más compacta y vistosa.

Cultivo y reproducción de la Bugambilia
La mejor época para plantar una bugambilia es en primavera. Ya sea directamente en el suelo o en una maceta, elige siempre un lugar con mucha luz. Prepara un agujero del tamaño de la raíz, agrega un fertilizante al hoyo si es necesario (especialmente en maceta), humedece la raíz y colócala.
La forma más efectiva de reproducir la bugambilia es a partir de esquejes. Los esquejes de madera blanda funcionan mejor a finales de verano, pero también es posible hacerlo en otras épocas con esquejes de madera dura enraizados en arena o una mezcla de arena y turba.
Para los esquejes, se cortan varias ramas leñosas, se podan las hojas y se colocan en una maceta con sustrato. Después, se riega con agua y hormona enraizante, protegiéndolos del viento y el frío durante un par de semanas hasta que desarrollen raíces.
Al ser una planta trepadora, la bugambilia se beneficia enormemente del uso de alambres, bridas o palos de maderapara ayudarla a encaminarse por paredes, arcos o pérgolas. Esto no solo facilita su crecimiento vertical, sino que también la protege del viento y de su propio peso.
Su crecimiento es extremadamente rápido, pudiendo aumentar hasta 90 centímetros o más cada año, y plantada en el suelo puede alcanzar hasta 10 metros de altura. Un truco para acelerar el crecimiento hacia arriba es podar los retoños desde la base.
¿Por qué la Bugambilia no florece?
Si tu bugambilia no florece, la razón más común suele ser la falta de luz solar. Por lo tanto, asegúrate de que la planta reciba al menos seis horas de sol directo al día. Asimismo, un exceso de riego o abono también puede inhibir su floración.
En cuanto a qué hacer con la bugambilia en invierno, las recomendaciones varían según el clima. Si vives en un clima templado, la planta puede permanecer en el exterior sin problema. Sin embargo, si el clima es frío y la tienes en maceta, lo ideal es guardarla a cubierto durante los meses invernales.
Por otro lado, si la bugambilia está plantada directamente en el suelo y no puedes moverla, cúbrela con una manta térmica de jardinería durante los meses más gélidos para protegerla. Cabe destacar que la variedad más resistente a las bajas temperaturas es la Bougainvillea Sanderiana, que también muestra una gran tolerancia a la sombra.
Propiedades medicinales y significado
Además de su valor ornamental, la bugambilia tiene propiedades medicinales. Su té es ideal para aliviar catarros e indigestiones, mientras que el agua de bugambilia se utiliza para desinfectar heridas por sus cualidades purgantes y limpiadoras.
Según el Feng Shui, la bugambilia es una planta perfecta para dar la bienvenida a una casa o espacio. Colocarla en la entrada o el recibidor se cree que facilita la circulación de energía positiva.

Con estos cuidados, tu bugambilia no solo prosperará, sino que se convertirá en un punto focal de belleza y color en tu hogar.
La bugambilia es, sin duda, una elección excepcional para quienes buscan añadir un toque vibrante y duradero a su entorno. Su facilidad de cultivo, combinada con su espectacular floración y amplia gama de colores, la convierte en una planta versátil y gratificante.