Alexander McQueen da la bienvenida a la Navidad 2025 con una celebración que mezcla lujo, historia y provocación. En Eltham Palace, joya art déco del sureste de Londres, terciopelos burdeos, satén joya y cristales brillantes crean un universo donde la tradición británica se encuentra con un espíritu rebelde y hedonista. Más que una campaña, la campaña es un manifiesto visual de elegancia subversiva.
¿Por qué Eltham Palace es el escenario perfecto para McQueen?
Seán McGirr, director creativo de la campaña, lo tiene claro: ‘Eltham Palace refleja la tensión central de la colección: un legado británico reinterpretado con un deseo de libertad’.
La histórica residencia combina un gran salón medieval con una mansión art déco (añadida por los filántropos Stephen y Virginia Courtauld) y se convierte en un lienzo ideal para el nuevo hedonismo de McQueen. Entre espejos, cristales y líneas geométricas, la elegancia clásica se encuentra con la irreverencia de una generación que celebra la individualidad.

¿Qué atmósfera define la campaña de la maison?
Fotografiada por Sammy Khoury y con dirección de arte de SJ Todd, la campaña mezcla sofisticación y subversión. El espíritu es cinematográfico: un equilibrio entre la formalidad británica y un hedonismo renovado, donde la celebración es casi un ritual de estilo.
‘Se trata de evolución’, dice McGirr, ‘de encontrar el punto exacto entre la moderación y la liberación’.

¿Qué nos propone la colección pre-spring 2026 de la maison?
Aunque los diseños pertenecen a la colección pre-primavera 2026, la esencia recuerda al otoño 2025: melancolía romántica, decadencia poética y neodandismo reinterpretado. Las modelos llevan terciopelos burdeos, satén joya y encajes carmesí, combinados con los icónicos bolsos Knuckle adornados con cristales y carteras Skull Flower metálicas.
Trajes de esmoquin a medida, tartanes asimétricos y prendas de punto con incrustaciones brillantes completan un vestuario que mezcla poder y delicadeza.
¿Qué es el neodandismo según McQueen?
Inspirado por figuras como Oscar Wilde, Vesta Tilley o Helmut Berger en Dorian Gray (1970), McGirr define al dandi moderno como alguien con identidad radical y fuerza interior inquebrantable. ‘Eso es McQueen’, afirma. La colección y la campaña reflejan esa doble personalidad: intensamente moderna, pero profundamente arraigada en su tradición, con la capacidad de desdibujar los límites de género y desafiar lo establecido.
¿Cómo se celebra la Navidad al estilo McQueen?
Entre reflejos, cristales y ecos del pasado, McQueen convierte la temporada festiva en un homenaje art déco. No se trata solo de lujo, sino de actitud: brindar por la individualidad, celebrar la identidad y, sobre todo, jugar con la opulencia con una sonrisa rebelde. La Navidad aquí no es discreta; es una declaración estética, un festín visual que redefine cómo celebramos el glamour contemporáneo.


Alexander McQueen nos recuerda que la Navidad puede ser elegante y rebelde al mismo tiempo, un lujo que celebra la historia sin olvidar la libertad de hoy.

