Chanel emprendió el viaje que su fundadora hubiera querido realizar en vida con la colección Métiers d’art 2024/25 presentada en el Lago del Oeste en Hangzhou, China.
La inspiración es uno de los tesoros más preciados de Coco: sus pantallas esmaltadas de Coromandel que datan de finales del siglo XIX. Estas obras de arte reflejan diferentes escenas de la vida, una de las que ella tenía era del Lago del Oeste, plasmadas con técnicas artesanales laboriosas.
¿Cómo fue la colección Métiers d’art 2024/25 de Chanel?
La supermodelo Liu Wen abrió el desfile con un abrigo largo de tweed negro con bordados de Atelier Montex. Esta colección es la celebración de los talleres que, como Montex, ahora viven en el complejo Le 19M de la casa francesa.
Después de ella surge una procesión de looks en negro como uno de los colores esenciales de Chanel. Los guiños a la cultura china son sutiles y sofisticados, como el uso de satín de seda y terciopelo, chaquetas con botones de rana, mangas pagoda y cuellos mao.
Los accesorios de la colección y el estilismo hacen énfasis a la temática de viajar. Esta idea surgió primero a través de un cortometraje de Wim Wenders con Tilda Swinton, Leah Dou y Xin Zhilei, quienes estuvieron en primera fila.
Chanel en Hangzhou, un diálogo de inspiraciones
Se combinan bolsos clásicos con totes espaciosos y bolsos en forma de almohadas y collares de perlas en forma de nubes aluden a un mundo oníricio.
El toque más juvenil de la colección está en la combinación de piezas preciosas con beanies y bufandas tejidas. Debajo de algunos de los trajes se combinan jumpsuits con estampados de las pantallas de Coromandel.
Los atelieres de Lemarié y Lognon se destacan con plisados, bordados y encajes esmaltados en blusas, faldas y vestidos que demuestran un trabajo excepcional.
Otro de los motivos que conecta Chanel con el país asiático es la flor. Un diálogo entre la camelia y la flor de loto se desenvuelve en los bordados de trajes y vestidos con un toque romántico.
El calzado de la temporada presenta diferentes posibilidades, desde botas cómodas a la rodilla como las que prefería Coco a tacones de charol que recuerdan a las artesanías esmaltadas de China.
Para este desfile, Chanel imaginó un espectáculo con percusión en vivo, un mix musical que evoca los recuerdos de un viaje y un escenario en el que las modelos parecieran flotar sobre el agua.
Esta es la primera vez que el equipo interno de Chanel diseña una colección Métiers d’art sin director creativo por lo que la elección de Hangzhou es sensata y un guiño a su historia. Si hay un lugar donde el viaje se vuelve un sueño, ellos lo encontraron aquí.