Tras el reciente fallecimiento del Papa Francisco, la atención del mundo católico se centra en el proceso mediante el cual se elegirá a su sucesor: el Cónclave Papal.
Este evento histórico, revestido de tradición y solemnidad, es un momento crucial para la Iglesia Católica, ya que de él emerge el nuevo líder espiritual de más de mil millones de fieles en todo el mundo.

¿Qué es un cónclave papal?
Un Cónclave Papal es la reunión del Colegio Cardenalicio de la Iglesia Católica Romana con el propósito de elegir a un nuevo Obispo de Roma, quien también se convierte en el Papa y líder de la Iglesia Católica.
La palabra ‘cónclave‘ proviene del latín ‘cum clave‘, que significa ‘con llave‘. Este nombre hace referencia a la antigua práctica de encerrar a los cardenales electores para asegurar la confidencialidad y evitar influencias externas durante el proceso de elección.
Aunque las condiciones físicas han evolucionado, la esencia del aislamiento y el secreto se mantienen como pilares fundamentales del Cónclave.
¿Quiénes participan en el cónclave papal?
Los únicos participantes con derecho a voto en un Cónclave Papal son los cardenales de la Iglesia Católica menores de 80 años al momento de la sede vacante (la muerte o renuncia de un Papa).
Estos cardenales electores se reúnen en la Ciudad del Vaticano para llevar a cabo la votación. Los cardenales mayores de 80 años pueden asistir a las congregaciones generales previas al Cónclave para discutir asuntos relacionados con la Iglesia y la elección, pero no tienen derecho a voto.
El número de cardenales electores puede variar, pero generalmente se sitúa alrededor de 120.
¿Cuándo se convoca un cónclave papal?
Un Cónclave Papal se convoca tras la sede vacante, es decir, el período en el que la Sede de Roma está vacante debido al fallecimiento o la renuncia de un Papa. En el caso del reciente fallecimiento del Papa Francisco, el Camarlengo (actualmente el Cardenal Kevin Farrell) es quien oficialmente constata la muerte del Pontífice.
Tras este anuncio formal, se inician una serie de ritos y preparativos, incluyendo las ‘Novendiales‘ (nueve días de luto) y las Congregaciones Generales de Cardenales. El Cónclave propiamente dicho debe comenzar entre 15 y 20 días después del inicio de la sede vacante.

¿Cómo se elige al nuevo papa en el cónclave?
La elección del nuevo Papa en el Cónclave es un proceso complejo y estrictamente regulado. Los cardenales electores se reúnen en la Capilla Sixtina, un lugar emblemático del Vaticano.
El proceso de votación es secreto y se lleva a cabo mediante la entrega de papeletas escritas a mano por cada cardenal. Para ser elegido Papa, un candidato debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos de los cardenales presentes y votantes.
Las votaciones se realizan generalmente dos veces por la mañana y dos veces por la tarde de cada día del Cónclave. Tras cada votación, las papeletas se queman.
Si no se alcanza la mayoría requerida, se añade paja húmeda al fuego para producir humo negro, señal para el mundo exterior de que la elección aún no se ha completado.
Cuando finalmente se alcanza la mayoría de dos tercios y un cardenal acepta su elección, las papeletas se queman con paja seca, produciendo humo blanco, la señal tan esperada que anuncia al mundo ‘Habemus Papam‘ (Tenemos Papa).
Tras el humo blanco, el nuevo Papa aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro para su primer saludo ‘Urbi et Orbi‘ (A la ciudad y al mundo).
¿Cuánto dura normalmente un cónclave papal?
La duración de un Cónclave Papal es variable y no existe un tiempo predeterminado. Algunos cónclaves han sido relativamente cortos, durando solo unos pocos días, mientras que otros se han prolongado durante varias semanas o incluso meses en el pasado. En la era moderna, los cónclaves tienden a ser más breves.
El Cónclave que eligió al Papa Francisco en 2013 duró solo dos días y cinco votaciones. La duración depende de diversos factores, incluyendo el grado de consenso entre los cardenales electores y la complejidad de los debates internos.
¿Qué reglas rigen el cónclave papal?
El Cónclave Papal está regido por una serie de reglas estrictas y detalladas, codificadas en la Constitución Apostólica ‘Universi Dominici Gregis‘ promulgada por el Papa Juan Pablo II. Estas reglas buscan garantizar la libertad, la integridad y el secreto del proceso de elección.
Algunas de las reglas más importantes incluyen:
- Aislamiento: Los cardenales electores deben permanecer aislados del mundo exterior durante el Cónclave, sin poder comunicarse con personas ajenas al mismo.
- Secreto: Se impone un estricto secreto sobre todo lo que ocurre dentro del Cónclave, incluyendo las deliberaciones y las votaciones. Los cardenales tienen prohibido revelar cualquier información bajo pena de excomunión.
- Votación secreta: La elección se realiza mediante votación secreta en papeletas.
- Mayoría requerida: Se necesita una mayoría de dos tercios de los votos para la elección de un nuevo Papa.
- Prohibición de influencias externas: Se prohíbe cualquier forma de presión o influencia externa sobre los cardenales electores.
- Juramento: Al ingresar al Cónclave, cada cardenal elector presta juramento de cumplir fielmente las reglas y mantener el secreto.
¿Qué pasa si no hay consenso en el cónclave?
Si tras varias votaciones no se logra alcanzar la mayoría de dos tercios requerida para elegir a un nuevo Papa, el Cónclave continúa. Las reglas de ‘Universi Dominici Gregis‘ prevén mecanismos para desbloquear situaciones de impasse.
Después de un número determinado de votaciones infructuosas (actualmente, después de 33 votaciones sin éxito, o aproximadamente 12-13 días), los cardenales electores pueden decidir, por mayoría absoluta, modificar ligeramente las reglas de votación.
Aunque siempre manteniendo la necesidad de una mayoría absoluta para la elección final. Este proceso busca fomentar la reflexión y el diálogo entre los cardenales para llegar a un consenso y elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
La persistencia del humo negro es la señal visible de que el Cónclave continúa en busca de un nuevo Papa. El Cónclave Papal es un momento trascendental en la vida de la Iglesia Católica, un proceso lleno de tradición, oración y la guía del Espíritu Santo.
