El uso del preservativo para retomar el poder de nuestra sexualidad.
En el Día Internacional del Condón, celebrado el 13 de febrero, es crucial recordar la importancia de utilizar este método anticonceptivo para garantizar una vida sexual segura. Es fundamental destacar tanto su correcto funcionamiento como su historia.
¿Qué es un condón?
El condón, también conocido como preservativo, es una funda delgada y elástica, generalmente elaborada a base de látex o poliuretano, que se coloca sobre el pene para evitar el paso de los espermatozoides, previniendo así embarazos y enfermedades de transmisión sexual.
A menudo se piensa que el preservativo es exclusivo para hombres, pero en realidad también existen condones femeninos que cumplen la misma función protectora.
El Día Internacional del Condón se celebra el 13 de febrero, establecido por la Fundación para el Cuidado del Sida con el propósito de educar sobre la importancia de su uso.
El preservativo ha sido utilizado desde hace muchos años; incluso en la época de los egipcios se fabricaban condones con telas o tripas de animales, el más antiguo fue encontrado en la tumba de Tutankamón y tiene unos 3500 años de antigüedad.
¿Por qué hay que usar condón?
Es crucial usar condones porque previenen embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. A nivel mundial, hay 20,000 niños y adolescentes menores de 18 años que dan a luz, lo que representa una epidemia prevenible con la correcta información y educación.
En México, uno de cada cinco nacimientos es de mujeres menores de 20 años, con un costo de casi 63,000 millones de pesos para el país.
Además del VIH, existen otras enfermedades de transmisión sexual igualmente peligrosas y contagiosas, como el herpes genital, la sífilis y el chancroide. Es crucial usarlos correctamente en todas las relaciones sexuales, ya que el roce entre las partes también puede transmitir enfermedades.
Mitos sobre los condones
Se encuentra la idea de que son de talla única, cuando en realidad existen diferentes tamaños para adaptarse a cada persona. También es un mito que usar dos condones aumente la protección; de hecho, puede aumentar el riesgo de rotura. Algunas personas son alérgicas al látex, pero existen condones de poliuretano o poliisopreno que ofrecen una experiencia más cómoda y segura.
El «stealthing»: una forma de agresión sexual
Muchas personas no se dan cuenta de que cuando una pareja o persona retira el condón sin nuestro consentimiento, están ejerciendo una forma de violencia hacia nosotros.
Cuando alguien retira el condón sin nuestro consentimiento, comete un acto de abuso sexual. Esta práctica, conocida en inglés como «stealthing», ocurre cuando durante un encuentro sexual, la pareja retira el condón sin avisar o preguntar.
Se ha agregado a los códigos penales de algunos países, habiendo casos donde las personas que lo han hecho han sido condenadas.
Es altamente peligroso, ya que muchas mujeres pueden quedar embarazadas sin desearlo. Forzar a una mujer a enfrentar la posibilidad de un embarazo no deseado es un abuso de sus derechos sobre su propio cuerpo, lo cual puede resultar en problemas psicológicos y emocionales.
Además, como se ha mencionado antes, no todas las personas saben si tienen una enfermedad de transmisión sexual, y al retirar el condón, pueden transmitirla a la otra persona, afectando su vida, salud y bienestar.
Usar condones no limita la experiencia sexual, sino que la hace más segura y cómoda. Es importante comunicarse con la pareja sobre el uso de condones y compartir historiales médicos para asegurarse de una protección adecuada, ya que muchas enfermedades de transmisión sexual pueden ser asintomáticas.
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