Con 90 años, Giorgio Armani sigue demostrando la misma fuerza con la que construyó su imperio, ladrillo a ladrillo.
El 11 de julio es cumpleaños de uno de los últimos grandes nombres de la moda: Giorgio Armani. A pesar de nunca haber tomado aguja e hilo, su concepción del estilo por encima de la moda ha trascendido como una filosofía cuyo impacto en la moda se resume en dos palabras: Power Dressing.
Quizá lo más admirable de todo es la energía con la que se mantiene. Pocas personas pueden decir que han creado un universo tan expansivo como el de Giorgio y, sin embargo, él continúa su trabajo con aplomo y humildad. Estas son algunas lecciones de estilo y vida que podemos tomar de Giorgio Armani.
Una nueva mirada hacia la sastrería
Giorgio Armani encontró su lugar en este mundo a través de dos cosas: los trajes y Hollywood. Él entendió que la formalidad no tenía que ser equivalente a restricción y confinamiento. Sus trajes deconstruidos cuelgan de forma perfecta sobre el cuerpo, con la comodidad de una pijama, pero el rigor clásico de la sastrería italiana.
El estrellato tocaría la puerta cuando comisionaron a Giorgio el diseño de vestuario para Richard Gere en American Gigolo. Para este momento de la historia ya existían relaciones entre musas y creadores entre la moda y el cine, tan solo voltea a ver a Audrey y Hubert. Sin embargo, la alfombra roja aún era un espacio ignorado. Giorgio fue uno de los primeros en prestar y diseñar piezas para algunas de sus estrellas favoritas, cerrando la brecha entre celebridad y moda.
Respeto a las culturas que lo inspiran
En más de una ocasión habrás visto algún vestido de su colección de Alta Costura con motivos de bambús o flores de cerezo. Culturas como la japonesa lo inspiran constantemente, pero desde un lugar de reverencia y reinterpretación y no de parodia o imitación.
El oriente provee para Giorgio una serie de inspiraciones y diálogos que transforma en propuestas que trascienden el tiempo y se convierten en obras de arte.
Giorgio Armani mantiene su esencia
En fechas recientes una fotografía dio la vuelta al mundo. En ella vemos a Giorgio, vestido con un abrigo negro, pantalones de vestir y sneakers, acomodando la ropa de los maniquíes en su tienda en Vía Montenapoleone en Milán. Esto nos remonta a sus años como trabajador de escaparatismo en La Rinascente, pero también nos habla de una humildad que mantiene tras décadas de carrera.
Las colecciones de Giorgio Armani no son radicalmente distintas entre sí, seguramente encontrarás guiños a trabajos pasados. Hay una línea que entrelaza cada temporada en la que presenta algo pensado para sus clientes. Sus creaciones están al servicio de las personas y no de la otra forma. Sobre su estética Armani comentó: “fui el primero en suavizar la imagen de los hombres y endurecer la imagen de las mujeres”.
Este acercamiento hacia la androginia habla de una intención de igualdad dentro de su marca. Esto corresponde a actitudes que se gestaron en los años 80, donde la mujer busca hacerse de un nombre en el competitivo mundo laboral.
En 2024 su quehacer sigue siendo el mismo: Vestir personas para que se sientan elegantes y fuertes, ya sea en la oficina o la alfombra roja.
Si bien, no todos aspiramos a construir una marca del tamaño de Armani, las lecciones de Giorgio son simples pero efectivas: Sé honesto, trabaja por tu sueño y mantente fiel a quien eres. Los frutos del esfuerzo vendrán a su tiempo.