La propuesta de la casa francesa repasa algunos de los elementos estilísticos de sus creadores pasados en su histórica sede
La nueva colección de Givenchy fue creada sin un director creativo, pero su propuesta retoma algunas ideas presentadas por diseñadores que han pasado por la firma. La casa francesa se encuentra en un proceso de introspección. El lanzamiento de su libro Catwalk fue el augurio del cierre de un capítulo.
Ahora que Matthew Williams no está, Givenchy voltea hacia el pasado en búsqueda de reforzar su identidad. El resultado es una amalgama de pensamientos y recuerdos presentados en sus legendarios salones de alta Costura en la Avenue George V.
La colección retoma unos pañuelos de seda que Hubert de Givenchy presentó en 1953. Previo a crear su marca, el diseñador francés trabajó de la mano de Elsa Schiaparelli, absorbiendo sus conocimientos y sensibilidad. Este estilo se utiliza sobre la cabeza por su trompe l’oeil asemejando el cabello. Este guiño se traduce de forma física en piezas con la textura del pelo, algunas representando un motivo felino del archivo.
Otro enfoque esta temporada es la sastrería, pasando de pantalones ajustados a una silueta más amplia y relajada. Los abrigos y bombers se combinan con blazers y los trajes se abren debajo de los hombros como un recuerdo al gusto de las capas de Hubert.
La vida de Hubert de Givenchy, reinterpretada
Una ilustración retoma el contraste entre el estilo de un caballero con la feminidad. Candelabros ilustran en jacquard y bordados metálicos con cristales y perlas el estilo de vida opulento que llevó el diseñador. Los modelos llevaban el mismo anillo signet que usó Hubert y loafers inspirados en su guardarropa. La pasarela cerró con una serie de chaquetas militares en lana, cuero y pelo. La última presenta una decoración barroca de cabello sintético.
Algo imposible de ignorar es que muchas de estas temáticas recuerdan al mismo tiempo al trabajo de directores creativos que han pasado por la casa. Tisci exploró la deconstrucción de la sastrería y motivos gráficos ampliamente y el estilo retro recuerda el trabajo de Clare Waight Keller. La investigación y propuesta textil se podría interpretar como parte del legado de Matthew Williams. Sin embargo, su huella parece ser también la más escondida e implícita. Es una colección que nos hace soñar con la vida de Hubert y preguntarnos ¿Quién será el siguiente en ocupar su lugar?
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