Por: Nancy Estrada
La fertilidad femenina enfrenta un desafío sin precedentes. Cada vez son más las mujeres que descubren, con sorpresa y frustración, que concebir no es tan sencillo como pensaban. Este fenómeno, lejos de ser un caso aislado, refleja una tendencia creciente que merece nuestra atención y comprensión. ¿Qué está ocurriendo y por qué tantas mujeres están experimentando dificultades para quedar embarazadas?
Ser madre es una decisión y no una obligación, iniciar una vida familiar debe ser un deseo. Algunas mujeres toman el control en sus manos y se someten a procedimientos para no tener hijos, otras buscan ayuda en la ciencia para cumplir su anhelo.
¿Qué es la infertilidad?
La infertilidad se define como la incapacidad de concebir después de un año de mantener relaciones sexuales habituales sin protección. Esta condición puede ser causada por una gran variedad de aspectos, que van desde factores genéticos y biológicos, hasta hábitos de vida y factores ambientales. Sin embargo, en muchos casos, las causas exactas de la infertilidad pueden ser difíciles de identificar.
Estrés en el embarazo
La vida moderna, con su ritmo acelerado y múltiples demandas, está teniendo un impacto significativo en la salud reproductiva de las mujeres. El estrés crónico, resultado de la presión laboral y las responsabilidades personales, es uno de los principales factores que afectan la fertilidad.
Un estudio de la Universidad de California encontró que el estrés crónico puede afectar la ovulación y la fertilidad al interferir con la producción de hormonas reproductivas, como el estrógeno y la progesterona. Otro elemento a considerar es la alteración de los ritmos circadianos, que abarcan las horas de comer y dormir, dado que el organismo está genéticamente programado para reparar el sistema inmunitario en momentos específicos del día.
Cuando estos ritmos no se respetan, el sistema puede dejar de funcionar correctamente. Además, la dieta y la actividad física juegan un papel crucial. El consumo de alimentos procesados, ricos en azúcares y grasas, junto con una vida sedentaria, son aspectos que alteran el funcionamiento hormonal y la salud general.
Factores ambientales
El contexto ambiental en el que nos desenvolvemos es fundamental para la salud reproductiva. La exposición a la contaminación atmosférica, así como a productos químicos presentes en alimentos y artículos de uso diario, puede perturbar el equilibrio hormonal, crucial para la fertilidad. Sustancias como los ftalatos y los bisfenoles, empleados en la manufactura de plásticos, actúan como disruptores endocrinos que afectan la función hormonal.
Embarazo después de los 30
La postergación de la maternidad es una tendencia común en la sociedad actual, siendo uno de los factores clave detrás del aumento de la infertilidad. Las mujeres están optando por establecerse profesionalmente y financieramente antes de tener hijos, lo que significa que están intentando concebir a una edad más avanzada.
Sin embargo, biológicamente, la fertilidad femenina disminuye con la edad. A partir de los 30 años, la cantidad y calidad de los óvulos baja significativamente, y después de los 35, las probabilidades de concepción se reducen aún más.
Enfermedades que impiden el embarazo
Existen también condiciones médicas que impactan la fertilidad. El síndrome de ovario poliquístico (SOP), la endometriosis y los problemas tiroideos son afecciones que cada vez se diagnostican con mayor frecuencia en mujeres jóvenes.
El papel de la educación y la prevención
Un nuevo informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que una de cada seis personas padece infertilidad, destacando la importancia de abordar este tema de manera urgente. La educación sobre salud reproductiva es esencial desde una edad temprana, permitiéndoles a las mujeres tomar decisiones informadas sobre su bienestar. Realizar chequeos médicos regulares, conocer los signos de posibles problemas reproductivos y adoptar un estilo de vida saludable, son pasos clave para prevenir la infertilidad.
