Imagina esto: una alfombra roja en Roma, la ciudad donde el pasado y el presente se encuentran, y Kylie Jenner, con un vestido que no solo habla de moda, sino de arte. Es de Schiaparelli, claro, pero no es solo un vestido; es una declaración. Negro, minimalista, pero con esa dosis de surrealismo que solo Daniel Roseberry sabe imprimirle a la alta costura.
La alfombra roja de los 70º Premios David di Donatello de Roma fue testigo de un momento esperado: el debut oficial de Kylie Jenner y Timothée Chalamet como pareja. Después de eventos como el U.S. Open y los Globos de Oro 2024, su primera aparición juntos en un photocall se dio en un escenario elegante, menos mediático, pero igual de significativo.

El look de Kylie Jenner: Minimalismo con un toque surrealista
Kylie Jenner, siempre dispuesta a sorprender, eligió para esta ocasión un vestido negro de Schiaparelli que podría definirse como una obra maestra de lo que hoy entendemos por elegancia minimalista. El modelo, de la colección Otoño/Invierno 2025 de la maison francesa, resaltaba su figura de manera sofisticada y sutil, a la vez que transmitía una sensualidad sin necesidad de mostrar más de lo necesario.
Con un escote pronunciado, bordados florales y una tela que jugaba con la transparencia de forma sutil, el vestido se alejaba de cualquier idea de lo predecible. Complementado con pendientes dorados de formas anatómicas y un bolso bordado con cerradura, Kylie encarnaba el alma de la alta costura de Schiaparelli, pero con su propio toque personal.

Schiaparelli: La elección perfecta para un romance de alta costura
Elegir a Schiaparelli para este debut no fue una decisión aleatoria. La maison, dirigida por Daniel Roseberry, tiene un poder visual inconfundible, capaz de transformar lo clásico en algo profundamente contemporáneo.
Elsa Schiaparelli, su fundadora, era italiana, por lo que para los entendidos en moda, este detalle se convirtió en un toque de acierto. La relación de la familia Kardashian-Jenner con la casa de moda ya es bien conocida: Kendall Jenner ha desfilado para la firma, y Kylie, en particular, ha sido vista varias veces luciendo sus creaciones.
Esta conexión familiar con Schiaparelli añadió una capa más de significado a la elección, convirtiendo este look en algo más que una simple apuesta estética, sino en una auténtica declaración de pertenencia al mundo de la alta costura.

Roma: El escenario perfecto para su debut
A veces, las grandes alfombras rojas tienen una atmósfera cargada de expectativas. No es el caso de los Premios David di Donatello. Este evento, celebrado en los emblemáticos estudios Cinecittà de Roma, es uno de los premios más importantes del cine italiano, pero lejos de la atención mediática de los Oscars o los Globos de Oro.
Es precisamente esa calidad menos comercial la que hizo de Roma el lugar perfecto para que Kylie y Timothée hicieran su aparición oficial como pareja, despojados de las presiones de los grandes eventos y demostrando que la verdadera magia se encuentra en los momentos sencillos.
Tomados de la mano, caminando con complicidad, demostraron que, aunque la alfombra roja es suya, el mundo les pertenece.
Embed from Getty ImagesEstilo y complicidad: Un romance vanguardista
Lo más fascinante de este debut no fue solo la moda, sino la manera en que los dos se complementaron. No se trató de una coordinación excesiva ni de parecer una pareja de revista de moda, sino de una complicidad que se manifestó en sus looks, sin necesidad de palabras.
Kylie y Timothée nos demostraron que la moda no solo es una forma de expresión, sino también una extensión de su relación, de sus personalidades y de su propio estilo.
Y así, entre bordados surrealistas y miradas cómplices, Kylie y Timothée nos demostraron que, cuando la moda y el amor se alinean, la alfombra roja se convierte en su propio escenario. Porque, al final, ¿quién necesita los Oscar cuando puedes hacer historia en Roma?