La ligereza y la suavidad son las palabras clave de la temporada.
En primavera el maquillaje debe ser transparente y natural. Por eso es fundamental cuidar bien tu piel antes de realizar el más mínimo roce.
Una loción limpiadora, un sérum y una crema de día adaptadas a tu tipo de piel: esto es lo mínimo para un rostro bien hidratado, con menos imperfecciones que corregir y más zonas que brillar.
Una vez que la piel esté lista para ser maquillada, solo queda seguir los sabios consejos de Elyse Reneau , Directora Ejecutiva de Belleza de Too Faced, para confeccionar un maquillaje fresco y ligero, ideal para los suaves días de primavera.
Nos centraremos en un cutis natural
Después de la tez «camuflaje» y de las texturas cubrientes del invierno, la piel vuelve a respirar y se adorna con un ligero velo de base. Dependiendo de tu tipo de piel, eliges el producto adecuado.
En caso de piel seca, el sérum con color es una buena opción porque su textura es ligera y repleta de activos hidratantes que suavizan la piel a la vez que difuminan las pequeñas imperfecciones.
Este producto situado en la frontera entre el cuidado y el maquillaje también se adapta perfectamente a las pieles ya marcadas por líneas finas y arrugas.
Si la piel es grasa, opta por texturas matificantes como las bases de maquillaje en polvo, especialmente agradables de llevar cuando las temperaturas son más suaves.
Un pequeño consejo: cuando la piel tenga pocas imperfecciones, basta con aplicar el producto para el cutis únicamente en las zonas a corregir.
Dejamos que el sol entre en la piel
La primavera es la estación ideal para calentar sutilmente tu cutis. Pieles normales a secas, perfecciona tu maquillaje con un acabado “glowy”.
Para ello, añadimos un pequeño toque de luz mediante un iluminador líquido, que aplicamos en zonas estratégicas del rostro, concretamente los pómulos, el puente de la nariz y el arco de cupido. Luego difumina con las yemas de los dedos (muy limpias) para obtener un bonito desvanecimiento natural.
¿Combinación para piel grasosa? Queremos que nuestro rostro ya esté ligeramente bronceado utilizando unos polvos de sol mate, el aliado del buen aspecto por excelencia. Para aplicarlo sin correr demasiado riesgo, no hay nada como el método esencial de 3.
El principio: dibujas el famoso número en tu cara comenzando desde el exterior de la frente hasta la mitad de las mejillas, luego hasta la barbilla. El resultado: una tez cálida en tan solo unos segundos, como después de un fin de semana junto al mar.
“Una vez trabajado el rostro, no olvides sellar todo con un spray fijador enriquecido con activos hidratantes, que te permitirá tener una piel fresca y con un aspecto saludable durante muchas horas”, recomienda Elyse Reneau.
Hacer que los ojos brillen
Si la tez es discreta, el look es un poco más atrevido. Se acabó la hibernación: los tonos oscuros dan paso a tonos más suaves y alegres. ¿El color que resalta en la primavera según nuestro profesional? Lila, que tiene la ventaja de ir bien con todos los ojos y todos los tonos de piel.
“En la versión de sombra de ojos iridiscente, aporta un lado brillante que captura la luz y despierta instantáneamente los ojos”, añade. Dependiendo de gustos puedes optar por aplicarlo plano sobre todo el párpado o difuminado a lo largo de las pestañas.
Si no estás acostumbrada a usar maquillaje de ojos, una opción “más suave” para hacer que tus ojos brillen es agregar un pequeño toque dorado en la esquina interna del ojo. ¡Un gesto sencillo pero eficaz para traer luz!
Para terminar, aplica unos toques de rímel en tus pestañas y trabaja tus cejas con un producto con color para intensificarlas o un simple cepillo para disciplinarlas mejor.
Temporada del rubor
La primavera es definitivamente la temporada de rubor. “Los blushes rosas son una apuesta segura para aportar bonitos colores a la cara”, asegura Elyse Reneau.
Dependiendo de tu tipo de piel, elige la textura adecuada: un colorete en crema, líquido o en barra si la piel es seca, y un colorete en polvo si el polvo es graso.
Dependiendo del color del rostro, el tono ideal de rosa también cambia: optamos por un rosa palo si la tez es clara, un rosa anaranjado si la tez es mate y un rosa fucsia si la tez es más oscura.
Sin embargo, cuando la piel es propensa a enrojecerse, es mejor evitar los rubores rosados que pueden intensificar el enrojecimiento. Solemos optar por tonos melocotón (piel clara), albaricoque (piel oscura) o naranja (piel oscura).
El rubor se aplica ligeramente en los pómulos, “pero también en el puente de la nariz, difuminando lo más posible para una apariencia más cálida”, sugiere nuestra experta.
Otro consejo: desvía el uso de tu rubor mezclándolo con tu corrector. Esta técnica de las redes sociales consiste en mezclar rubor rosa líquido y corrector para realzar la mirada. Una técnica que funciona especialmente bien si tienes los ojos muy marcados, con ojeras violáceas y azuladas.
Un toque de brillo en los labios
«La primavera es la temporada de labios jugosos y deliciosos», dice Elyse Reneau. Para ello, dejamos las barras de labios mate en invierno y cubrimos nuestros labios con texturas bálsamos que mantienen la boca bien hidratada y por tanto rellena.
¿Quieres dar un paso más? Los nuevos brillos y aceites labiales son buenas herramientas para suavizar los labios y al mismo tiempo crear una agradable ilusión de volumen.
En versión transparente o de color, sustituyen a nuestros tubos de labiales en primavera. El punto final de un maquillaje elegante y natural, todo en transparencia.
Detalles en las cejas
Esta temporada es imposible ignorar las cejas. Nos centramos en las cejas naturales pero trabajadas con un pincel y un gel fijador de cejas. Las dejamos así o las volvemos a dibujar ligeramente con un lápiz especial, trabajando pelo a pelo.
Para las más atrevidas,el blanqueado de cejas, que consiste en decolorar las cejas. Un giro original e ideal para iluminar el rostro.
Texto original: AMANDINE GARCIA
Traducción: Bianca Cosulich
Artículo originalmente publicado por Marie Claire Francia
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