A menudo, el «Sí, acepto» no es un compromiso para siempre…
Enamorarse es sencillo; muchos caemos en la trampa del amor y asumimos compromisos sin entender su impacto en nuestras vidas. Aunque cada vez menos personas desean casarse, aún existen valientes que buscan unirse a una sola persona toda su vida y necesitan orientación para entender en qué se están involucrando. A continuación, algunas razones por las cuales los matrimonios tienden a desmoronarse.
1. Encontrar a alguien más
Según Alicia Gallotti, autora del libro ‘Soy Infiel, ¿Y tú?’, en sus investigaciones y encuestas ha comentado: «Los resultados nos indican que el sueño de cuento de hadas, de hallar un único amor, está desapareciendo rápidamente. Solo el 19% de los encuestados cree en el ‘ser felices para siempre’ después del matrimonio”. Un 20% de los entrevistados consideran la infidelidad porque ya no temen a la soledad; se dan espacio para engañar.
2. Sacrificar sueños y metas
Aunque no debería ser así, llega a pasar que con quien compartimos la rutina no comparte los mismos sueños y metas. Esto provoca que se prioricen los deseos de una de las parejas, mientras que la otra queda con sentimientos de enojo y rencor.
3. El divorcio es una opción fácil
El miedo al que dirán por una separación ha cambiado; ahora es más fácil iniciar un proceso legal para separar bienes y vidas. Una opción que ya no es tabú y muchos eligen a la primera señal de problemas. Aunque el romance se haya desgastado, es una manera de no perder la libertad.
4. Navegar en la incertidumbre
Uno de los errores más comunes de las relaciones es no sentarse a platicar y conocerse a profundidad, no solo en gustos, sino en la visión a largo plazo. No satisfacer las exigencias de la otra persona crea fricción y deja sensaciones de insatisfacción. No cumplir con las expectativas causa estrés emocional, llevando a un distanciamiento inminente.
5. Tolerar comportamientos negativos
En la fase de la luna de miel, todo es rosa y perfecto, pero al llegar a la realidad, el verdadero carácter sale a la luz. Muchos se obligan a permanecer en un estado mental de perfección y no detienen conductas o comentarios dañinos por miedo a romper con la ilusión. Sin embargo, esto regresa; se vuelven patrones que no se pueden cambiar.
Por ello, antes de caminar al altar y unir vidas y patrimonios debemos estar seguros. El matrimonio no es para todos, pero cuando se toman decisiones desde el conocimiento y de la mano de la terapia, se puede conseguir una historia de amor que, más allá de ser perfecta, sea real y estable.
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