viernes, julio 26, 2024
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    ¡Grazie Mille Milano!: Recap de Milan Fashion Week SS24. Parte 2

    Seguimos hablando de Milano porque hay demasiado que discutir…

    Italia continúa siendo una oda a la moda, al lujo y a la confección artesanal que define el lujo. Hay quienes aluden que el lujo fue hecho para que una clase media aspire a tenerlo, cosa que no está mal, tener ambiciones o deseos.

    Sin embargo el lujo nace del arte de crear, de pensar, de tener una connotación cultural y hacer. Aquí seguimos con nuestros reviews de Milano! Andiamo! 

    Moschino

    Haciendo honor a Franco Moschino, su fundador, la colección SS24 contó la historia en cuatro partes de la época de Franco como director creativo de la casa, desde su fundación en 1983 hasta su colección final en 1993, antes de su prematura muerte a causa del SIDA. 

    En lugar de una narrativa cronológica (se decía que Franco odiaba las retrospectivas y mirar hacia atrás), cada capítulo rinde homenaje a su legado al hacer que destacados estilistas reinventaron sus códigos para hoy.

    La apertura del desfile fue una serie de looks de Carlyne Cerf de Dudzeele, quien jugó en el término medio entre la ropa de calle y la ropa de noche con modestos pantalones a la medida y tejidos de cuello alto debajo de sudaderas con capucha grises súper informales y anoraks alegres con media cremallera. 

    Los gorros de los años 90, sobre las cabezas de cada una de estas modelos, estaban adornados con lindas estrellas y exagerados diamantes.

    A esta etapa, le siguió la mini colección de Gabriella Karefa-Johnson a la que llamó «Nostalgia», que jugaba con las insignias de la obra de Franco de principios de los 90, que se han convertido en elementos básicos del guardarropa de las chicas hiperconectadas de hoy en día.

    Estamos hablando de sombreros de vaquero, encajes, corsetería, flecos pesados y brillantes y atrevidos tops de sujetador, cárdigans y minifaldas de punto de crochet que con seguridad verías entre la multitud, en un concierto de Harry Styles. 

    Por el contrario, Lucia Liu exploró la sensibilidad romántica del diseñador. Mini Vestidos con volantes en un delicado color melocotón, lencerías de encaje superpuestas, arbustos botánicos transformados en sujetadores y calzoncillos en combinación con blazers de traje recortados en forma de bralettes; chalecos con cincha de corsé y motivos de corazones cortados sobre el ombligo de los LBD y tacones muy altos.

    La camiseta de Franco adornada con «Protect Me From The Fashion System» también apareció junto con un sombrero de ramo y una falda de tubo rígida empalmada con telas rosa bebé, fluidas y excesivamente arqueadas que revoloteaban con cada paso.

    Finalmente, antes de que un violinista tocará una de las canciones favoritas de Franco, «I Am What I Am» de Gloria Gaynor, y un tren de modelos encabezará un homenaje a aquellos que nos dejaron en la crisis del SIDA.

    Vistiendo simples camisetas simples que serán vendidas masivamente y todas las ganancias irán a la fundación Elton John contra el SIDA, Katie Grand presentó su oda al difunto diseñador. Éste se acercaba más al Moschino que conocemos hoy:

    La ropa interior de lycra estaba adornada con simples signos de puntuación expresivos, los tutús hechos con sujetadores a lo Madonna “Like A Virgin” y las camisetas de gran tamaño, sudaderas sencillas.  

    Si hubo un hilo conductor, fue la forma en que, en el corto tiempo de Franco en Moschino, este dejó un impacto – icónico, desde sus camisetas con lemas hasta sus tejidos de crochet y la rebelión contra el lujo silencioso algo que hoy está en todas partes, si bien raramente reconocido.

    Prada

    Bajo la dirección de Miuccia Prada y Raf Simons, Prada se ha convertido en el epítome de la tendencia italiana y mundial a la hora de hablar de moda.

    Sus colecciones se definen en: ¡Tanta ropa estupenda, tanto de qué hablar! Como nos gustan, y esta vez no fue la excepción.  Vimos indicios de chicas flapper de la década de 1920, vestidos de cintura caída con flecos ondulantes, un motivo que Diana Vreeland profetizó que ocurriría en momentos de cambio político (algo que indudablemente está ocurriendo en Italia y en el mundo). 

    ¡Ligereza! ¡Movimiento! ¡Fluidez! Tiras de gaza de un material similar a la organza, una tela desarrollada en Japón, con la insignia Prada, flotan diáfanamente alrededor de las modelos; siluetas resistentes de ropa masculina de las décadas de 1940 a 1980, trajes clásicos grises y azul marino con hombros anchos y perpendiculares y pantalones cortos.

    Vistosos cinturones con flecos metálicos que parecían joyas colgando como faldas. Curiosas chaquetas Barbour de Prada, esos símbolos de la vida rural utilitaria y en las bolsas,  cierres con figuras mitológicas talladas a mano que las adornaban siendo reproducciones los diseñados de 1913 por el abuelo de Miuccia.

    El desfile marcó un momento agridulce cuando Fabio Zambernardi, director de diseño de Prada y Miu Miu, y colaborador más cercano y más antiguo de Mrs. P, anunció su partida este año después de tres décadas en la casa. Se unió a Raf y Miuccia para hacer una reverencia y recibió un aplauso lloroso detrás del escenario.

    Fendi

    Para su último desfile de Fendi, Kim Jones se inspiró en sus paseos matutinos por Roma, desde su hotel hasta su oficina en el Palazzo della Civiltà Italiana

    La Ciudad Eterna ha servido de telón de fondo al cine durante más de un siglo, y su imagen global ha sido moldeada por las películas de Fellini y Sorrentino. La colección fue esencialmente una expresión de Quiet Luxury, sea lo que sea que eso signifique.

    Y aunque Fendi es la casa que popularizó la ruidosa logomanía con sus dobles F entrelazadas, pieles opulentas y sus baguettes en los 90’s, Kim Jones logró una colección despojada de logotipos en su mayor parte, centrándose en cambio en un guardarropa de sastrería.

    Prendas de punto ceñidas con cárdigans drapeados sobre los hombros, abrigos clásicos y vestidos con paneles geométricos que hacían guiños al futurismo italiano o a los gráficos de la Bauhaus.

    Los logotipos surgieron de forma abstracta, los tonos terrosos clásicos de la artesanía italiana en cuero aparecieron como la versión de Kim de un estampado de rompecabezas de los años 90 del monograma de la doble F y los vimos en paneles de patchwork de cuero napa adheridos a abrigos. y vestidos. Fue la transición perfecta entre el ayer, y el hoy; lo que hace que la marca sea la marca. 

    Diesel

    Glenn Martens es simplemente fantástico.  En un rave de ocho horas abierto al público y a los amantes de la moda, la salida SS24 de Diesel se transformó en un festival de cine durante todo el fin de semana. Los vaqueros y adaptaciones de vaqueros estuvieron presentes pero aún más en camisas, vestidos con cuello torcido y chaquetas de campo. 

    Vimos textiles impresos en 3D que se convirtieron en vestidos de lencería con ribetes en contraste al revés. Finalmente, los últimos looks (si el código de vestimenta lo permitía) serían prendas serias para ocasiones especiales.

    Las colas de los vestidos negros y caramelo estaban unidas o ligeramente unidas a pañales, envolviéndose a sí mismas a lo largo del torso como un sostén o con un escote en V antes de acariciar la cabeza como un babushka. Nos guste o no, la trashion nunca ha lucido más chic.

    Versace

    Es el mundo de la Barbie y Donatella lo sabe. La última colección de la casa milanesa rebosaba refinamiento y estilo gráfico, y trajo el regreso a la pasarela a la siempre exuberante Claudia Schiffer.

    Con cinturas ceñidas y hombros abiertos inspirados en un Versace muy de Gianni, esta versión mucho más suave y mucho más femenina presentó trajes confeccionados en tweeds al estilo Barbie.

    Con  toques ligeramente empalagosos y muy femeninos vimos una colección delicada y femenil, además de atrevida. Muy diferente a lo que veníamos viendo de Versace, los accesorios resultaron muy elegantes y menos obvios. 

    La supermodelo Claudia Schiffer, cerró la pasarela en un vestido que combinaba estampados de rombos platinados con verde manzana en un vestido de encaje muy sutil y muy elegante. 

    Bottega Veneta

    Matthieu Blazy redefinió la noción de que el lujo es accesible con su última presentación para Bottega Veneta. De hecho la marca deja bien claro que la calidad artesanal y de confección que se usó para elaborar esta colección es tan, pero de tan alto nivel que el valor de las piezas no solo será significativamente alto en lo monetario sino en el valor estético de la misma.

    Vimos trajes negros ingeniosamente esculpidos (hombros acordonados, solapas anchas, usados con pantalones alargados de pierna ancha). Una colección, dislocada de cualquier país o región específica, mirando hacia afuera en un momento en el que los diseñadores no sólo hacen referencia internamente a sus propios archivos.

    Sino que muchos también dudan en recurrir a algo más allá del canon de la moda eurocéntrica por temor a ser etiquetados como usurpadores de la cultura por los críticos de la cancelación. Blazy hizo algo magnánimo y magnífico. Tratar de describir la confección de la colección sería como intentar descifrar las recetas de un menú de degustación de tres estrellas Michelin.

    Había vestidos de cuero esculpidos, prendas de punto psicodelicamente vibrantes, borlas de seda, retazos de rayas multicolores de cuero al bies, flecos que se balanceaban en faldas y abrigos, nudos gigantes de cuero en lugar de costuras.

    Vestidos de jacquard alucinantes, vestidos con curvas prominentes que giran alrededor del cuerpo como formaciones rocosas, vestidos tejidos con pompones gigantes de rafia, trajes con rayas brillantes que van en todas direcciones, zapatos hechos de hojas de plátano de cuero y periódicos internacionales transformándose en fulares.

    Fue un regalo para la vista, una invitación a convertir el acto de vestirse en un viaje. Esta es una moda no desechable: Actual pero atemporal, exótica en el verdadero sentido de la palabra: de otro mundo y desconocida. Son piezas de inversión que independientemente del cambio de diseñador son siempre relevantes, históricas y lujosas.

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