Los últimos desfiles de la semana de la moda en New York cerraron con un gran BANG! Vimos marcas como Staud presentar una colección minimalista pero muy fresca en los salones del plaza hotel combinando la elegancia de faldas de gala con una vibra contemporánea y prometedora.
En la contraparte, vimos un Laquan Smith super colorido y en vez de minimalista, rico en su visión con micro vestidos, muchas mallas, cortes angulares en cuero y una sensualidad futurista.
Así de versátil es la moda de la ciudad de Nueva York, entre otros reviews aquí les dejamos más shows que visitamos y nuestras impresiones.
Brandon Maxwell
Ofreció un desfile sumamente íntimo, pero sus ambiciones y su presentación fueron un derroche de talento. Vimos adaptaciones de sus colecciones previas en una variedad simplificada, pero no aburrida. Las chaquetas de corte elegante venían con mangas empalmadas para poder usarlas como capas.
Maxwell las combinó con maxifaldas fluidas para crear una especie de alternativa fresca al «black tie». Otras chaquetas de confección más tradicional iban acompañadas de jeans rotos y descoloridos, tal como los verías en la vida real en la calle.
Vimos transparencias en tules (una alerta de tendencia y drapeados en franelas sobre faldas y en una oportunidad envuelta en un sweater de cashmere que era simplemente un lujo de ver.
Vaqueros con parches de oro, lamé crema y un vestido holgado de medio hombro con un estampado traslúcido de una ave, la colección fue la que nos quitó el aliento y nos llenó de emociones este fashion week.
Gabriela Hearst
Es una de nuestras favoritas en la semana de la moda de New York. La uruguaya siempre trae una pasarela nueva, inspirándose en elementos artísticos, literatura e incluso música así combinando sus pasiones por diferentes rubros artísticos en la moda. Además de esto podemos decir con certeza que no existe un diseñador en este momento en el mercado americano que produzca el lujo que Hearst confecciona.
En esta colección vimos un traje pantalón elegante con una camisa blanca con botones y un cuello puntiagudo exagerado y cortes de cuero. De alguna forma todas las colecciones de New York Fashion Week tenían un toque de inspiración de esa moda lujosa de los 90 de Helmut Lang. Hearst también disfruta mezclar la artesanía del continente latinoamericano en su confección.
En esta colección creó un poncho y un vestido blanco cuyos elaborados patrones fueron tejidos a mano en crochet y macramé por artesanos bolivianos inspirados en la obra del artista haitiano Levoy Exil, cuyo trabajo se inspira en el vudú. Para completar el poncho se necesitaron más de mil 500 horas.
Los vestidos de malla con pedrería, aunque más simples, requieren sus propios pasos que requieren también mucho tiempo; Para hacer el hilo, las cuentas de vidrio se ensartan primero en seda, que luego se hila con cachemira.En fin no solo es el diseño es su elaboración.
Parte del aire de la colección venía de la brujería, su colección resort tenía un toque de druidas y esta temporada citó un manual de wicca y las propias tradiciones espirituales de Exil.
El vestido más fresco de la colección, confeccionado con gasa de lino de cachemira negra, tenía las mangas largas drapeadas de una túnica de suma sacerdotisa. Lo brillante es que entre la tendencia, la artesanía, el arte y en esta ocasión un poco de brujería la colección es moderna, relevante y algo que solo podemos soñar tener en nuestro armario.
Bach Mai
Presentó una colección influenciada por la pérdida de su padre y en sí quiso honrarlo. Usando estampados de flores de lotus que simboliza el renacer bajo cuerdas de una guitarra clásica una gama de accesorios como correas, hebillas y bolsillos cargo, hacían referencia al guardarropa de su padre.
Aparecieron tanto en los looks de noche por los que el diseñador es conocido como en otros más informales, como vestidos ajustados que caían por encima de la rodilla. Una camisa con el abdomen combinada con una falda de corte curvo con broches circulares chisporroteó.
La interpretación que hizo Mai del áo dài vietnamita, «la única vestimenta nacional para mujeres con pantalones», evocó un estado de ánimo diferente. Había algo angelical en la colección y hay cierto romanticismo en que el dolor y el luto logren traducirse en algo tan hermoso.
Carolina Herrera
Por Wes Gordon sigue mezclando la esencia de la señora Carolina con lo que sería la Holly Golightly moderna. La pasarela se mudo al downtown de New York en el museo Whitney, algo nuevo para la marca. Abriendo la pasarela con una camisa blanca, algo muy autóctono de la fundadora de esta casa, y luego lo continuó con chaquetas encima de tules al igual que crop tops encima de faldas de tules.
Wes usa muchísimos textiles más casuales para prendas de vestir como el algodón para muchas cosas que alguna vez podrían haberse hecho con materiales más elegantes, y también mezcla ropa deportiva con prendas de noche. El último look, por ejemplo, fue una versión negra de esa camisa blanca con apertura, combinada con una falda lápiz de lentejuelas plateadas.
Otra de sus tendencias ha sido restar importancia a los vestidos hasta el suelo en favor de opciones menos formales. Wes Gordon ofreció una opción fresca pero elegante para la mujer downton que quiere ser una mujer Carolina Herrera.
LoveShackFancy
Presentó su colección más completa ofreciendo piezas para mujeres de todas las edades que quieren ser parte del culto que se ha vuelto esta marca. Al decir culto, nos referimos a una lealtad que las clientas sienten al vestir los estampados floreados, tules, blusas enlazadas y metálicos que la marca presenta.
La presentación era una fiesta donde el decor floreado era un bosque de rosas, la esencia eran aromas que recientemente lanzó la marca y hasta los cocktails tenían flores en ellos. Vimos la versión del jean en esta marca con un vaquero blanco estampado con mini flores azules.
La identidad de la marca que es una mezcla victoriana y eduardiana moderna, es simplemente un constante éxito y no hay mas nada que decir, triunfar como Rebeca Hessel Cohen está triunfando es simplemente admiración pura a un arduo trabajo y una creatividad infinita que crea ropa que satisface la sensibilidad femenina.
Elena Vélez
Ha tenido un año complicado tratando de mantener a flote su marca con lo costoso que es. Pero sin contratiempos presento esta temporada. Hay un catarsis sobre Vélez y el mundo de la moda y esta pasarela fue un desahogue de este paradigma.
La colección fue una variedad de piezas, algunas mini otras vestidos al tallo drapeados en colores tierras dignos de una utopía social. Las modelos caminaron en el lodo y terminaron peleando en el. No sé qué le depara el futuro a esta diseñadora pero tenemos la confianza de decir que el talento y la visión están ahí.
COS
Es la única marca que presentó el «fast fashion» y el estilismo fue prístino. COS sin duda elevó el concepto de lo chic que pueden ser los elementos esenciales de nuestro closet. En el Club de Autos Clásicos de Manhattan entre el brillo de las formas escultóricas metálicas que enmarcaron la sala se presentó una colección estaba llena de contrastes: estructura combinada con fluidez.
Mates que se encuentran con metales; De Construcción perfectamente construida. Vimos un maxiabrigo negro adornado con delicados detalles de flecos, texturas como el cuero suave, mallas y telas al satin dorado. La colección fue grande, fue mucho y versátil en ofrecer piezas que si bien puede ser básicas están elevadas a un tono muy chic.
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