Nuestro segundo resumen de New York Fashion Week muestra una basta colección de diseñadores, quienes ofrecieron una confección pensada en sus diseños. Aquí te dejamos lo que más nos impresionó:
Jonathan Cohen
Presentó su colección en el legendario Hotel Chelsea y en ella se vivió una presentación de romanticismo francés y florales. Vimos siluetas de capas, mangas voluminosas, peplums, y piezas que definen la estética femenina.
Textiles khakis, crochets de margaritas, suits y faralaos en una coleccion que es el closet perfecto incluyendo un clasico vestido negro de cuero apto para cualquier ocasion. Además de esto la colección viene acompañada con la colaboración en diseños con los sombreros de Gigi Burris y los zapatos de Larroude.
Tibi
Ofreció una pasarela con una paleta de colores neutrales y básicos. Vimos blazers asimétricos, faldas que llegan hasta los tobillos y pantalones holgados combinados con zapatos planos. Sin embargo, lo neutral no le quita riqueza a los detalles de la ropa que tanto ama a Amy Smilovic.
Los detalles marcan esta colección e hicieron de un traje azul marino holgado o una falda larga y una camiseta sin mangas atuendos perfectos. Muchas de las modelos llevaban lo que parecían calcetines y bailarinas, pero en realidad eran botas cuidadosamente diseñadas. Algunas chaquetas tenían pequeños recortes estratégicamente colocados.
L.L.Bean envió algunos de sus Boat and Totes, que fueron reelaborados con cinturones en la parte superior y agarres en la parte inferior para sujetarlos debajo del brazo. El drapeado también era bastante bonito, como en una sudadera gris, en su mayoría sencilla, con la espalda ondulante. La colección se cerró con esas tres camisas de esmoquin, combinadas con jeans… más y más jeans (tendencia en alerta).
LaPointe
Por Sally Lapointe fue uno de los shows más electrificantes de la semana de la moda. Apoderándose de las calles de Soho junto con una banda marchante vimos lo que serian looks que jamás pasarían desapercibidos, llenos de colores eléctricos, limón amarillo, metálicos y mucha ostentosidad.
Otro color que hemos visto mucho en las pasarelas es un terracota naranja y en Lapointe se dio a lucir en abrigos tipo trench con piel de mentira y una camiseta asimétrica del mismo color en tonos metálicos acompañados con una falda de lentejuelas de tonos más rojizos también con cortes asimétricos. La colección fue un 100 ganador, la pasarela fue un 100 ganador, sin duda el espíritu ideal del New York Fashion Week.
Proenza Schouler
Es la colección más «cool» de la semana de la moda y esta temporada no fue la excepción. Jack McCollough y Lazaro Hernandez tienen un nuevo logo, un símbolo que alude a lo infinito con las letras PS, éste se vio de formas sutiles, por ejemplo en un suéter de cachemira.
También vimos jeans descoloridos de pierna recta y un abrigo de cuero negro con correas colgando debajo del dobladillo, una chaqueta cortavientos tipo papel con una camiseta de malla. De lo más elaborado vestidos de malla hechos con cintas cosidas a mano y prendas de gasa con bordados de «vidrios rotos» que lo escuchabas antes de ver. Es la colección más «New York», más cool de esta temporada.
Markarian
Por Alexandra O’Neil se está convirtiendo en un icono de la moda americana. Cada una de sus piezas son pequeños tesoros y obras de arte que hoy en día visten las personalidades más prominentes del mundo. Markarián está impulsada por la elección de textiles más que cualquier otra cosa. O’Neill está pensando en crear un guardarropa para asistir a una variedad de eventos que ameriten el lujo.
La diseñadora es una amante del arte y sus piezas tienden a ser una traducción entre la estética de la historia del arte y la moda. Para esta colección la inspiración fue el nacimiento de Venus de Botticelli, de ahí el enfoque en conchas y flores. Vimos abrigos vaporosos floreados (usados con pequeños pantalones cortos) inspirados en la pintura.
Además de los detalles, O’Neill extrajo de la obra de arte una sensación de renacimiento y apertura que va de la mano con la primavera. El vestido strapless de ondas platinosas color azul agua con un faralao como de loca de sirena puede que sea una pieza de arte en sí.
Anna Sui
Es sin duda una de las diseñadoras más importantes del New York Fashion Week, la cual ha sido extrañamente escasa en declaraciones climatológicas, sociales o de otro tipo, así que hay que darle crédito a Sui por recordarnos que acabamos de vivir el verano más caluroso jamás registrado al enfocar su colección en la Gran Barrera de Coral y la importancia de la vida marítima.
La diseñadora admite que si no fuera por el calor del océano de este verano detrás del escenario antes del show, no habría sido obvio que estaba en su mente. Esta colección, como todo el trabajo de Sui, se basó en una investigación profunda. Vio el filme «My Octopus Teacher» y se sintió cautivado por ésta, y junto con referencias marítimas desarrolló sus tejidos y textiles. Los textiles ondeaban de color, brillaban con la iridiscencia del nácar y goteaban lentejuelas de gotas de agua.
Hubo mucha variación, pero cuando los modelos se alinearon en el escenario al final del espectáculo, formaron un ecosistema complementario, al igual que nuestros preciosos y en peligro arrecifes. Mostró adorables cárdigans gruesos en colores pastel tejidos con peces, camiseta que mostraba una sirena charlando con un banco de peces pero la visual fue el textil, la pelta de color y la nocion de anemonas de la moda confeccionadas para humanos.
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