Pocos ingredientes son tan versátiles como la niacinamida, eso explica su presencia en tantas fórmulas y productos diferentes. Con este ingrediente puedes atender diferentes problemas al mismo tiempo. Pero, como todo en el skincare, la dosis es clave. Aquí te contamos más sobre este ingrediente y como aprovecharlo para tu piel.
¿Qué es la niacinamida?
Este ingrediente también se le conoce como vitamina B3. Es una vitamina soluble en agua encontrada en carne, pescado, trigo y en menor cantidad en vegetales. Lo puedes encontrar en diferentes productos de skincare por sus múltiples propiedades benéficas para la piel.
¿Qué beneficios ofrece?
Este ingrediente es uno de los más populares por su efectividad y los múltiples beneficios que ofrece. Comencemos con la hidratación. La niacinamida ayuda a la generación de ceramidas y ácidos grasos que componen las capas exteriores de la piel, esto hace que retengamos mejor el agua en la piel.
También puede ayudar a combatir el acné porque tiene propiedades de control de oleosidad e inflamación. Otros de los beneficios que ofrece es que ayuda a iluminar y unificar el tono de la piel porque inhibe la transferencia de los melanosomas (compartimentos donde se almacena el pigmento de nuestra piel) a los queratinocitos.
Igualmente, la niacinamida contiene propiedades antioxidantes, reduciendo el daño de radicales libres en nuestra piel.
¿Qué consideraciones debes tener al usar niacinamida?
Más no siempre es mejor en el skincare. Cómo sabemos, la dosis hace el veneno y en este caso la niacinamida puede ser un ingrediente que nos juegue tanto a nuestro favor como en contra.
La mayoría de los estudios científicos realizados han analizado el uso de niacinamida en concentraciones del 2 al 5 por ciento. Si se usan porcentajes muy elevados, podemos exponernos a una posible irritación.
Si vas a usar un suero de niacinamida, revisa si no estás incluyendo este ingrediente en otros productos como tu limpiados, algún tónico o en tu crema hidratante. Esto porque podrías no necesitar invertir en un suero.
A pesar de su potencial de irritar, este ingrediente es recomendado para todo tipo de pieles. Sin embargo, si quieres prevenir cualquier reacción, lo mejor es hacer una prueba en una parte de tu piel.