Miuccia Prada y Raf Simons nos mantienen al borde de nuestros asientos.
En un verdadero logro de sincronía a miles de kilómetros de distancia, posiblemente facilitado por una buena conexión a internet, Prada regresa a las pasarelas presenciales en dos lugares simultáneamente: en el depósito de la Fondazione Prada en Milán y en el Bund One de Shanghái.
Miuccia Prada y Raf Simons comienzan una nueva etapa de su colaboración en la primera presentación donde los invitados pueden envolverse físicamente en la experiencia de un desfile. Y esta vez tiraron la casa por la ventana. El set nos recuerda un poco a una casa de espejos o un laberinto. Mientras exploramos la nueva realidad, vemos lo que no está físicamente ahí. Los asistentes del desfile pudieron ver los mismos looks mientras caminaban en el escenario opuesto de este espectáculo. Prada nos une a través de la distancia y llama a la comunidad a converger alrededor de una idea.
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En Milán estamos viendo como la moda funciona como un búmeran. Supongo que el trauma de permanecer (in)voluntariamente en nuestra ropa de casa nos ha hecho emerger a la vida en la calle con un sentido de Carpe Diem. En cada momento ahora vemos una oportunidad de atrevernos a ponernos ese vestido que normalmente reservábamos para “una ocasión especial”.
Un cuestionamiento sobre la elegancia y la seducción
La moda está entre un look abreviado, corto y apretado o caftanes, ponchos y mucho movimiento. Siempre con transparencias donde sea posible. Lo sexy está de moda (otra vez). Aunque ahora vemos estas manifestaciones en una variedad de cuerpos distintos y una actitud despreocupada por lo que digan los demás. Como decían en 2012: #YOLO (repito, búmeran).
En esta ocasión Miuccia y Raf se retan a si mismo a contestar la pregunta, ¿qué es sexy? Y juegan con los estereotipos que la conforman. Este es el modus operandi de Prada, subvertir lo convencional. La colección juega con tropos de sensualidad como la corsetería y las minifaldas, con lazos en la espalda que se extienden hasta convertirse en la cola del vestido.
La ropa interior se expone, minifaldas exponen los shorts debajo y conectan con la presentación de menswear realizada en Sardinia unos meses atrás. Copas de brasieres y cierres con lazos son detalles que le dan personalidad a las siluetas. El toque de Raf se ve en los gráficos un tanto perversos como rosas y telarañas. El logo se vuelve una sugerencia mediante el ya identificable triángulo y las varillas de corsé expuestas con el relieve del logo. Tacones bajos y puntiagudos cierran el look con una elegancia femenina y sobria.
Además de los invitados en Milán y Shanghái, algunas invitadas mexicanas como Yalitza Aparicio y la modelo oaxaqueña Karen Espinosa asistieron de manera virtual al desfile lo que nos deja pensando que tal vez el futuro de la pasarela no es ni físico (que aliena a los que no pueden asistir por las limitaciones de espacio) ni digital (que no nos permite sentir la tactilidad y movimiento de la prenda). Tal vez la siguiente frontera sea la mezcla perfecta de ambas. ¿Cómo se verá eso?
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