Trazar la historia que inspira a Roberto Coin para su colección Domino nos lleva a diferentes continentes y siglos. Esta es una selección de piezas que esconden historia y artesanía.
Su propuesta es joyería minimalista, preciosa y elegante. Compuesta por aretes, collares, brazaletes y anillos, el motivo principal que enmarca sus piezas es la línea en movimiento.
La historia detrás de la colección Domino de Roberto Coin
Nos remontamos a China en el año 1100 donde nace el dominó, un juego que conjunta la habilidad y destreza con la suerte. Con el tiempo este se popularizó, llegando a Europa unos 500 años después, gracias a los italianos.
Ahora este juego es algo así como un símbolo de lo humano. Es tan perenne como la escritura o dibujar en las paredes. Incluso, la naturaleza uniforme, pero individual de sus piezas ha inspirado otros juegos y fenómenos como el efecto dominó.
Uno o muchos dominós bajo la mirada de Roberto Coin
Las piezas retoman el movimiento de dominós que al caer forman líneas y espirales en armonía y sincronización. Esto se sublima en motivos elementales como líneas rectas o curvas que enmarcan el rostro, las manos y las muñecas.
Viajando aún más hacia el pasado, estas piezas están elaboradas con oro amarillo, blanco y rosa de 18 quilates, un elemento tan antiguo como la tierra misma.
El detalle que hace estas piezas aún más especiales es su engastado en diamantes, dándole un toque de brillo perfecto para llevar estas piezas tanto en el día como en la noche.
Es fascinante como a partir de una línea y un punto se puede crear tanto. En el caso de Roberto Coin, es belleza que perdura y cuyo origen se esconde a simple vista.
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