Una forma de amar que nos pide tiempos y persistencia, un camino par conocerse y quererse.
En marzo de 2020, mientras pasábamos el tiempo entre videollamadas sentados en el sofá, nos invadió el temor a la soledad o, tal vez, al aburrimiento. Aunque teníamos muchos libros para leer y numerosas películas y series para ver, llegó un punto en el que todo eso nos parecía insuficiente. Empezamos a buscar otro tipo de emociones que no podíamos encontrar dentro de nuestras casas.
Buscando conexiones reales y duraderas
Según un estudio de la Universidad Europea, durante el confinamiento, los usuarios de aplicaciones para ligar aumentaron un 13,5%. Desde entonces, encontrar pareja ha cambiado radicalmente. La pandemia frenó los amores efímeros y las relaciones de una sola noche, mientras los solteros comenzaron a adoptar una nueva tendencia: el slow dating.
Este enfoque promueve citas más pausadas y significativas, donde los intereses en común y la personalidad son más importantes que lo físico.
A pesar del deseo de disfrutar del ocio nocturno tras año y medio de restricciones, el 53% de los jóvenes confiesa que siente miedo de ligar en restaurantes, bares y discotecas. Un 68% ya asume que la forma de encontrar pareja no será la misma que antes, según un estudio realizado por la app AdoptaUnTío.es. El miedo al contagio y la incertidumbre sobre los hábitos de higiene de las nuevas relaciones son las principales razones detrás de estas cifras.
La preocupación es tan grande que el 74% de los encuestados considera importante que sus ligues cumplan con las medidas de seguridad e higiene, mientras que un 79% afirma que las aplicaciones seguirán siendo una herramienta clave para encontrar pareja en el escenario post-pandemia.
Slow dating: Una nueva forma de relacionarse
En el nuevo escenario social, las relaciones de «usar y tirar» han dejado de ser atractivas, mientras que el slow dating ha cobrado relevancia. Este tipo de citas se caracteriza por desarrollarse de manera más lenta, valorando más los intereses compartidos y la personalidad que el aspecto físico.
Este coqueteo prolongado, que genera un interés creciente en conocer a la otra persona, ha reemplazado al tradicional fast dating, común en fiestas y discotecas para encuentros rápidos y sin compromiso. Hoy en día, solo un 22% de los jóvenes sigue esta práctica.
La razón detrás de este cambio, según un estudio de la Universidad Europea, podría estar en una nueva percepción de la sexualidad. «Es esencial promover una educación sexo-afectiva crítica, científica e integral, que evite los tabúes y las concepciones morales o puritanas de la sexualidad.
También es crucial que esta educación comprenda el profundo impacto que la tecnología ha tenido en la expresión de nuestra identidad y nuestros afectos«, explica Jorge Ramiro Pérez, el investigador a cargo del estudio.
Texto original: Equipo MC
Adaptación: Bianca Cosulich
Artículo originalmente publicado por Marie Claire Argentina
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