El concepto de suelo pélvico ha ganado una merecida relevancia en las conversaciones sobre salud y bienestar, especialmente entre las mujeres. Sin embargo, es una zona del cuerpo tanto masculino como femenino conformada por un conjunto de músculos.
Se puede experimentar problemas relacionados con el debilitamiento de esta musculatura, muchas veces sin siquiera ser conscientes de ello. Disciplinas como el yoga y el pilates ayudan a fortalecerlo.
Esta zona no es ajena a la pantalla de la televisión, la icónica Samantha Jones ha confesado que hace sus kegel para mantener fuerte el suelo pélvico.
Por eso es fundamental consultar con un profesional especialista de la salud ante la duda.

¿Qué es el suelo pélvico?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y tejidos que se encuentran en la base de la pelvis, formando una especie de ‘hamaca’ o ‘cesta’ con forma de rombo.
Cierra la cavidad abdominal en su parte inferior, abarcando desde el pubis hasta el coxis, y se extiende de un hueso isquion al otro.
Es una parte vital del sistema conocido como core, que engloba los músculos profundos que ‘encierran’ nuestro tronco: el abdomen, el diafragma, los oblicuos, la musculatura lumbar y, por supuesto, el propio suelo pélvico.
Su existencia, aunque a menudo ignorada, es crucial para el correcto funcionamiento de varios sistemas del cuerpo.
¿Para qué sirve el suelo pélvico?
El suelo pélvico es una red muscular crucial que sostiene los órganos pélvicos y abdominales, asegurando su correcto funcionamiento.
Además, es fundamental para el control de la continencia urinaria y anal, contribuye a una mejor función sexual, proporciona estabilidad lumbopélvica, facilita el paso de nervios y vasos sanguíneos, y es esencial para facilitar el parto.
Mantenerlo sano es clave para prevenir problemas de salud y mejorar la calidad de vida.
¿Cuáles son los síntomas de la caída del suelo pélvico?
La debilidad del suelo pélvico, o prolapso de órganos pélvicos, se manifiesta con síntomas a menudo ignorados.
Es vital reconocer señales como la incontinencia urinaria (al toser, reír o esforzarse), una sensación de peso o bulto en la vagina o el recto, disfunciones sexuales (dolor o dificultad para el orgasmo), estreñimiento crónico, dolor lumbar o pélvico, y pérdida de gases o heces.
No se deben normalizar estos síntomas; buscar la opinión de un especialista (ginecólogo o fisioterapeuta pélvico) a tiempo es crucial para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida.
Hay celebridades como Lena Dunham, Padma Lakshmi, Susan Sarandon, Whoopi Goldberg, Emma Bunton, Cyndi Lauer y Halsey son algunas de las celebridades que han hablado del debilitamiento del suelo pélvico.
¿Cómo ejercitar el suelo pélvico?
Para fortalecer el suelo pélvico y prevenir problemas es fundamental ejercitarlo.
Los ejercicios de Kegel son los más conocidos y consisten en contraer y relajar los músculos pélvicos (lentamente por 5-10 segundos y rápidamente), repitiendo 10-15 veces, 3-5 series al día.
Además de los Kegel, otras estrategias incluyen la gimnasia abdominal hipopresiva (idealmente con un especialista), el uso de conos vaginales o dispositivos con biofeedback, mantener una postura adecuada para reducir la presión, y evitar el estreñimiento con buena hidratación y fibra.
El yoga utiliza posturas y control para fortalecer del suelo pélvico. Posturas como Gato-Vaca, Montaña, y Puente son beneficiosas. Para la flexibilidad, la Sentadilla Profunda estira la musculatura, y el Bebé Feliz promueve la relajación de los músculos pélvicos.
El pilates se enfoca en fortalecer el ‘powerhouse’ o centro del cuerpo con precisión. Ejercicios como la Conexión con la Respiración, el Puente de Hombros, y la secuencia Gato y Vaca activan el suelo pélvico al exhalar.
Siempre es recomendable consultar a un especialista antes de empezar, especialmente si hay síntomas.

¿Qué consecuencias tiene un suelo pélvico débil?
Un suelo pélvico débil puede acarrear serias consecuencias que afectan la calidad de vida.
Las principales son incontinencia urinaria (pérdida de orina con el esfuerzo o urgencia), prolapso de órganos pélvicos (descenso de vejiga, útero o recto).
También se puede sufrir disfunciones sexuales (menor sensibilidad, dificultad para el orgasmo o dolor), dolor lumbar y pélvico crónico, e incontinencia fecal o de gases.
Además, aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el posparto. Es crucial entender que estas consecuencias no son inevitables y pueden prevenirse o tratarse.
¿Cuándo acudir al fisioterapeuta de suelo pélvico?
Es crucial consultar a un fisioterapeuta de suelo pélvico sin esperar a que los síntomas empeoren, ya que son clave en la prevención y tratamiento de disfunciones.
Debes buscar ayuda si experimentas pérdidas de orina, sensación de pesadez pélvica, dolor sexual, o problemas de estreñimiento o control de gases/heces.
Además, la visita es muy recomendable durante el embarazo y posparto (incluso sin síntomas), si practicas deportes de alto impacto, durante la menopausia, antes o después de cirugías pélvicas/abdominales.

El suelo pélvico, un conjunto muscular vital para hombres y mujeres, es fundamental para el soporte de órganos, la continencia, la función sexual y la estabilidad del tronco.
Su debilitamiento puede llevar a consecuencias significativas como incontinencia urinaria, prolapso de órganos, disfunciones sexuales y dolor.
Afortunadamente, esta musculatura puede fortalecerse con ejercicios de Kegel y otras técnicas.