Vhernier, la maison italiana reconocida por sus formas escultóricas y su sofisticado minimalismo, celebró su primer evento íntimo en casa de Eugenio López en Ciudad de México junto a Peyrelongue, una familia de joyeros que representa la marca en el país desde hace tres generaciones.

¿Qué puede surgir de una unión como tal? Más que una presentación, lo que se vivió fue un verdadero encuentro sensorial entre estética, materia y espíritu. Además de un homenaje a la joyería concebida como arte para vestir, como escultura viva que sigue al cuerpo y lo enaltece.

¿Cómo nació el encuentro entre Vhernier y Peyrelongue?
Todo surgió de un cruce genuino de pasiones cuando Carlo Traglio y Eugenio López, reconocidos coleccionistas de arte con un espíritu refinado, se conocieron a través del trabajo del artista italiano Marco Lorenzetto, -actualmente radicado en México-, quien, de manera espontánea e inspirada, conectó estos dos mundos y dio vida a esta noche tan especial.

La esencia de Vhernier
Cada pieza de Vhernier presentada en el evento es una declaración de intención entre materiales inusuales, líneas fluidas y formas puras que parecen esculpidas por la luz misma.

Lo que hace únicas a estas joyas es que no siguen la moda, sino el tiempo del arte, convirtiéndose en verdaderas obras de arte que adornan el cuerpo y a la vez, lo llenan de poder, algo que Luis Peyrelongue intuyó desde el primer acercamiento.

La historia de Peyrelongue
Por su parte, Peyrelongue es una casa familiar que ha sabido atravesar las generaciones con audacia, manteniéndose fiel a su identidad mientras abraza la innovación.







Fundada por el padre de Luis Peyrelongue, la boutique sigue evolucionando bajo su guía, con el acompañamiento de sus hijos Paula y Andrés, quienes llevan con orgullo el testigo de esta tradición y la proyectan con visión hacia el futuro.







Homenaje al arte y lujo
En una época dominada por lo efímero, esta velada fue un himno a la permanencia del buen gusto, a la elegancia auténtica y a la belleza que nace del encuentro humano.
En pocas palabras, la unión de Vhernier y Peyrelongue es un ejemplo de cómo la tradición y la innovación pueden fusionarse para crear algo verdaderamente especial.







El evento de Vhernier y Peyrelongue en la casa de Eugenio López, heredero de Jumex en la Ciudad de México fue un éxito rotundo, demostrando que la elegancia y la visión pueden converger en una experiencia única y memorable.







Una colaboración que demuestra cómo el arte y la joyería pueden fusionarse para crear algo verdaderamente especial y atemporal, de lo cual fueron testigos cada uno de los invitados, quienes disfrutaron y apreciaron cada una de las piezas.


