El antioxidante que hace milagros en la piel también tiene su propio Día Mundial.
Todos sabemos lo importante que es la vitamina C para el organismo. Además de que es necesario recibir una cantidad suficiente a través de la nutrición, también lo necesitamos de forma externa en nuestra rutina de cuidados y los motivos son muchos.
Protege la piel
Nuestra piel está expuesta a diario al esmog, la contaminación y la luz azul que emiten las pantallas que nos rodean, lo que provoca daño celular. La vitamina C actúa como un escudo protector frente a las agresiones que recibe la piel del medio ambiente.
Es polifacética
El uso correcto de la vitamina C hace maravillas para muchos problemas de la piel. Ayuda con cicatrices, manchas oscuras, daño solar, líneas finas y acné.
Aclara las imperfecciones
La tirosinasa es una enzima responsable de la producción de melanina. La vitamina C inhibe su acción dando como resultado la reducción de las decoloraciones de la piel.
Es eficaz para las cicatrices
Es conocida su función anti-piel apagada y sus propiedades iluminadoras. Menos conocido es que la vitamina C trata las cicatrices, ya que puede estimular a los fibroblastos para que produzcan colágeno, lo que da como resultado un tejido más fuerte.
No producimos el nuestro
Si bien la mayoría de las especies del planeta pueden sintetizar vitamina C, en algún momento del curso de la evolución de las especies, los humanos perdieron el gen de esta capacidad. Lo impresionante es que nosotros, las cobayas y algunas otras especies no sintetizamos esta vitamina en particular. La única forma de ingesta para el organismo es la dieta, mientras que para la piel es la aplicación local.
Sueros de vitamina C que podrías amar
Texto original: Chrysa Darsakli
Traducción: Bianca Cosulich
Artículo originalmente publicado por Marie Claire Grecia
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