Dali-esco!
Jeremy Scott se inspiró en «La persistencia de la memoria», popularmente conocida como los relojes derretidos de Salvador Dali para crear su nueva colección esta temporada.
Los relojes derretidos de la pintura inspiraron un grupo inicial de trajes de falda y vestidos de punto cuyas líneas daban la ilusión que estaban derritiéndose.
La genialidad de la colección fue el cómo tomar piezas clásicas de trajes de chaqueta y falda junto con sus detalles de dobladillos, cordones en el sesgo de las costuras y lograr lo novedoso mediante la distorsión del objeto.
Presentó carteras que se están derritiendo, las famosas letras «Moschino» en cadenas como si estuviera deshaciéndose.
Jeremy Scott acotó que la obra maestra de Dalí de 1931, después de todo, fue una especie de respuesta surrealista a la desintegración de la creencia de la sociedad en el progreso ascendente.
En una era post pandémica y ciertamente con vivencias en un caos perenne, esta artística y por demás poética alusión se da a entender.
La segunda parte de la colección cambió de marcha, y las gotas fueron reemplazadas por una vibra aristo-punk con grandes adornos de cristal y grandes aguijones de metal como motivos.
Todo parecía estar en honor a Dame – Vivienne Westwood, algo que es gratificante y hemos visto en varios diseñadores.
Moschino en Milan Fashion Week
Entre siluetas aun clásicas pero en colores más vibrantes, conjuntos de jean corrugado con mangas bombachas y faldas al talle acompañados por botones flores muy clásicos vinos mucho glamour.
También habían peplums en jersey con escotes pronunciados, un gran vestido de malla repleto de botones florales, ropa intima de cuero y una capa arrugada color naranja, entre la distorsión de la realidad y el glamour de lo kitsch Jeremy Scott y Moschino nos deleitaron con moda filosófica, vestible y sumamente chic.
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