En los últimos años, las redes sociales se han encargado de mostrar una falsa realidad…
Por: Isa Jaime.
Créditos:
Fotografía: Caroga / @caroga
Asistente de producción: Sandra Priante / @sandrapriantee
Styling: Norma Sierra / @normsnormsnorms
MUAH: Dinorah / @dinorahislasmakeup
Asistente de styling: Maleny Argote / @malenyy
Flores: LLFS / @llagunoflower.studio
Vivimos en un mundo dominado por redes sociales que nos muestran un embarazo completamente romántico y sin dificultades.
Esto puede asustar a cualquier mamá que en el mundo real se enfrenta con los retos de la maternidad y piensa que es la única que no la está pasando bien.
En vez de aislarnos y esconder el lado crudo del embarazo, es momento de unirnos en validación, contándonos unas a las otras la realidad de esta fase de metamorfosis que es el embarazo con destellos coloridos y grises a la vez.
No estás sola
No solamente las náuseas y la fatiga son síntomas del embarazo, existe la rinitis, el dolor de espalda, la seborrea, el acné, los cambios de peso, la pigmentación en piel, el reflujo y un montón más.
Cada embarazo es diferente, incluso los de una misma madre. Por generaciones lo correcto ha sido callar, presentarnos ante la sociedad como una mujer sana y perfecta durante esta etapa.
Incluso alguna queja de la mamá causaba, y sigue causando, comentarios como «no seas mal agradecida, deberías dar gracias por estar esperando» o «no aguantas nada, yo no sentí nada de eso» o «yo ya tenía un hijo de dos años que cuidar y pude con todo sola».
¡Por supuesto que estás agradecida, la ilusión de esperar un hijo es mágica! Pero no significa que los síntomas y cambios, tanto emocionales como físicos, no sean abrumadores también.
No estás sola, así como existen mujeres con la suerte de no vivir síntomas en su embarazo también existimos las que hemos vivido cada uno de la lista.
Se vale no estar bien
Si estás leyendo esto y estás esperando o conoces a alguien quien lo esté, eliminemos juntas la actitud de las generaciones pasadas. El primer paso es no buscar validación de nadie, tú y sólo tú sabes lo que estás sintiendo sin exagerar.
Valídate tú misma, y valida a las demás. Lo mejor es mantener una relación íntima con tu doctor para cada semana ir superando los síntomas incómodos. Te sorprenderás, pero hay muchísimas medicinas y remedios caseros que te ayudarán para eliminar, o al menos calmar, cada uno de ellos.
Hablemos del lado emocional. En momentos, puedes rendirte ante el espejo por los numerosos cambios corporales, llorar por no lograr cumplir con tu demanda laboral o hundirte en la cama de frustración porque temes perder tu individualidad.
No tienen nada de malo buscar ayuda, un buen psicólogo puede acompañarte en tu camino a la maternidad, recuerda que todos sentimos en diferentes intensidades y no hay que avergonzarse de ser sensibles. Tu mantra debe ser: «me tomo un día por día, todo es pasadero, todo lo malo pasa, todo lo que cambia regresa».
¡Tanto la validación y la paz mental son la combinación perfecta no sólo para ti, sino para un bebé sano y feliz!
Lo bueno a todo color
Así como la vida está compuesta de pequeños momentos mágicos los cuales nos dan sentido de vivir, también el embarazo tiene momentos maravillosos, los cuales compensan los difíciles.
La primera vez que se experimenta el movimiento del bebé, los besos en la panza de la pareja o familia, escuchar el corazón, la ilusión de decorar el espacio del nuevo miembro de la casa… y podría seguir nombrando muchos.
Así que vívelos en todo su esplendor y abraza a la mujer que eres en todos tus matices. Estás haciendo lo mejor que puedes, ¡y eso es lo más importante!
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