Tomando el control de nuestra mente para alcanzar todos nuestros objetivos.
Hemos escuchado que los monjes tienen una capacidad mental asombrosa, que les permite encontrar la paz interior y utilizar el poder de su mente no solo para tener una vida plena, sino también para ser personas centradas. Esta mentalidad es la que puede ayudarnos a dejar de procrastinar y alcanzar todas nuestras metas mediante el «modo monje» (monk mode).
¿Qué es la procrastinación?
Un término que a menudo se asocia con la pereza o la falta de compromiso, pero en realidad se refiere a posponer actividades o compromisos. Muchas personas tienen dificultades para llevar a cabo ciertas tareas o comprometerse consigo mismas para lograr resultados, lo que lleva a dejar tareas importantes para el último momento. Esto puede resultar en acumulación de tareas y tener que completarlas en poco tiempo, causando estrés y ansiedad.
¿Qué es el Monk Mode?
Es un método de gestión del tiempo especialmente útil para estudiantes o trabajadores que necesitan cumplir con una rutina, horarios o la entrega de proyectos.
La palabra «Monk» significa monje y «mode» es modo, por lo que alude a entrar en un estado similar al de un monje, donde se pueden alcanzar diversas metas a corto plazo. Se busca eliminar distracciones que puedan impedirnos llevar a cabo actividades en el menor tiempo posible, mejorando así nuestra atención y concentración.
Este enfoque requiere una gran disciplina y aislamiento, ya que puede interpretarse como un «detox» en el que ignoramos todo lo que no esté relacionado con nuestra tarea principal.
Cinco consejos para dejar de procrastinar
Eliminar distracciones
Identificar los factores en nuestro entorno laboral que funcionan como tales. Estos pueden incluir las redes sociales, juegos en nuestro teléfono, la televisión o simplemente estar en un lugar ruidoso o con familiares cercanos.
Es fácil distraerse por un momento y perder horas en nuestros pensamientos, por lo que es importante liberarse de estas interrupciones. Podemos apoyarnos en aplicaciones que bloqueen las redes sociales en nuestro teléfono, o incluso desinstalarlas durante las mañanas y volver a activarlas por la noche una vez terminado nuestro tiempo laboral.
Trabajo constante y persistente
Existen diversas técnicas para abordar nuestras tareas diarias, algunas de las cuales ofrecen una pequeña recompensa después de cierto tiempo de enfoque en una tarea. Sin embargo, el modo monje no permite esta libertad y requiere que realicemos el trabajo de manera continua y sin pausas ya que una vez que nos detenemos, es más difícil volver al estado mental de concentración.
«Es preferible el método del modo monje porque puedo entrar en el estado de inmersión durante mucho más tiempo y no distraerme; como no hay pausas, hay menos tentación de hacer algo improductivo«. comentó Josh Wood CEO de Ruckus.
Definir objetivos y priorizar metas
No se trata solo de trabajar sin parar, sino de tener una meta clara sobre lo que queremos lograr en un período de tiempo determinado. Establecer cuánto tiempo queremos dedicar a nuestras actividades, por ejemplo, si hemos establecido un período de trabajo constante de 3 horas, durante ese tiempo no puede haber ninguna actividad que no sea la tarea principal.
Por otro lado, es útil hacer una lista de prioridades, comenzando por las tareas menos difíciles y avanzando hacia las más complicadas. De esta manera, podemos aumentar gradualmente el nivel de exigencia en lugar de esforzarnos demasiado desde el principio.
Cuidar el estado mental y físico
El estado Monk Mode es complicado debido a su intensidad. Al requerir un aislamiento intenso, es importante tener una rutina previa que nos prepare mentalmente y donde ya hayamos realizado las actividades físicas necesarias.
Para llevarlo a cabo correctamente, hay que tener horas de sueño adecuadas, una buena alimentación, haber realizado ejercicio, momentos de distracción posterior y realizar estiramiento y, sobre todo, si es posible, recargarnos con energía de los demás y salir a socializar.
Lleva un registro y una agenda diaria
Para mantenernos motivados, es importante conocer cómo ha aumentado nuestra productividad. Con una agenda diaria, además de anotar las actividades prioritarias y el tiempo dedicado a cada una, podemos monitorear cuánto tiempo solíamos tomar para realizar ciertas tareas en comparación con el tiempo actual.
Si, a pesar de eliminar todas las distracciones y estar en un modo de concentración intenso, las horas de trabajo no se han reducido, esto podría indicar que hay otros factores que influyen en nuestra productividad, más allá de la concentración. Puede deberse a la forma en que trabajamos y llevamos a cabo las actividades.
Así como existe el modo monje, hay diferentes formas de aprovechar nuestro día. Esta opción requiere mucha concentración y perseverancia, ya que estamos rodeados de distracciones constantes. Si no te sientes cómodo excluyéndote hasta terminar tus actividades, puedes buscar otras técnicas como la técnica pomodoro.
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