Embajadoras de Louis Vuitton como Sophie Turner, Ana de Armas y Cynthia Erivo se dejaron sorprender con la magia de Gaudí y Ghesquière.
Cuando eres una de las marcas más importantes del mundo, ¿cómo sigues subiendo de nivel y superándote? Para Louis Vuitton es la genialidad de Ghesquière. La megamarca tomó posesión del icónico Parc Güell de Barcelona, la obra maestra de Gaudí de un parque situado en lo alto de una colina que sobremira la ciudad, con un enfoque en la simetría y las formas orgánicas.
Entre los invitados estaban Sophie Turner y las hermanas Haim, se sentaron en primera fila en los bancos de la Sala Hipóstila, la pieza central del sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde las columnas dóricas sostienen un techo de mosaicos que refleja los colores naturales del rico ecosistema del país. Fue el escenario definitivo para la colección Crucero 2025.
Louis Vuitton aterriza en España
Para abrir el show Nicolas Ghesquière, quien pareciera está gozando de su clima creativo (ojalá sea infinito) abrió su último desfile con un minivestido confeccionado en un tejido de lana que se asemeja a fibras naturales, con una impecable solapa blanca. La confección mezcla el uso de textiles trabajados con cortes extravagantes y ostentosos que crean volumen al vestir.
Con esta colección, Ghesquière examina todas las facetas de la vida española, desde la rica historia de los matadores hasta la tradición flamenca. Los vestidos coloridos hechos de delicadas flores cosidas se inspiraban en la idiosincrasia folclórica del país.
El trabajo siempre inspirador de Gaudí se manifestó en estampados geométricos en pantalones de algodón con volantes y en lentejuelas brillantes que reflejaban sus mosaicos característicos que adornaban minivestidos con mangas exageradas.
Sensibilidades españolas en clave mágica
Los elementos texturales agregaron vida y profundidad; imagínense en tweed a cuadros con flecos en vestidos largos recortados y sombreros de paja lacados en gris. Los tostados, grises y negros se yuxtaponen bien con los llamativos rojos, verdes y azules que se ven a menudo en la paleta del arquitecto catalán.
Los accesorios más destacados fueron, sin duda, los zapatos inspirados en el Yeti, hechos con flecos. La última secuencia de looks fueron drapeados, fruncidos y atrevidos, ceñidos por arriba o por abajo con grandes cinturones de cuero en blanco y negro. Los dramáticos plisados de los vestidos de estilo flamenco se notan sensuales sin ser disfrazados.
En cambio, fue un gran ejemplo de un diseñador que se basa en la historia y la hace suya. En general, Cruise 2025 fue 100 por ciento Ghesquière con un toque de España: totalmente moderno pero arraigado en el clasicismo, no muy diferente del enfoque de Gaudí para crear piezas que duran toda la vida. Así Ghesquière transportó la visión de Gaudí a la moda.
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