Chanel comienza un nuevo capítulo en la historia de No. 5, una de las fragancias más icónicas de la historia con L’Eau.
Hablar de perfumes es una cosa seria, y más cuando se trata de una fragancia tan icónica como revolucionaria como lo es No. 5. Este perfume conserva una cualidad mística y particularmente poderosa para evocar emociones y sentimientos. Coco lo describió en su momento como “un perfume de mujer que huele a mujer”. Ahora, Chanel reinventa este aroma para una nueva generación con No. 5 L’Eau, un llamado a vivir el ahora.
Todos tenemos una aventura que compartir con No. 5. Así este perfume se ha mezclado de forma inseparable con nuestras memorias. Basta con un roce para transportarnos a la primera vez que lo percibimos.
Las notas crean una sinfonía de luminosidad e instinto, cítricos se elevan con la ayuda de los aldehídos, luego una combinación de jazmín, rosas e ylang-ylang expanden con una actitud opulenta para finalmente revelar notas de vetiver y cedro.
Una expresión de vitalidad y urgencia
Por primera vez en su historia, L’Eau escapa del tradicional empaque con líneas inspiradas en Rue Cambon, para llegar con una presentación joven y esencial. Reducido en forma y estructura, recuerda un poco a los guijarros que encuentras cerca de cuerpos de agua. Es una botella que comunica fuerza y delicadeza, una gota de vida que subraya la importancia y el poder de tomar el presente en tus manos.
Esta presentación edición limitada es un objeto que te acompaña e ilumina como si fuera una lámpara, una fuente de luz propia. Su transparencia comunica la honestidad de una fórmula que se revela con múltiples capas, transformándose todos los días.
Así como Marilyn Monroe tenía de fiel acompañante una botella de No. 5, esta gota de vidrio será tu próximo acompañante.
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