En este episodio, Alejandra Ríos nos permite conocer su mente de tiburón, la cual la ha llevado a liderar e imponer sus propias reglas en un mundo dominado por hombres.
¿Cuántas veces te has cuestionado sobre las cosas que estás haciendo? En ocasiones nuestro camino parece no estar claro, pero es la propia vida la que nos forja para continuar con la construcción de nuestras metas.
Suena complejo e incluso puede parecer un tanto filosófico, sin embargo, es un reto que hay que afrontar porque la vida es de riesgos, tal como nos lo enseña Alejandra Ríos en este nuevo episodio de «Un Elefante en la Habitación».
¿Quién es Alejandra Ríos?
Nacida en Ciudad de México, la empresaria Alejandra Ríos se mudó con toda su familia a París a los 9 años, una época que recuerda con mucho entusiasmo y también con cierta nostalgia, debido a que en ese tiempo tuvo que dejar las amistades que ya había construido para conocer una nueva vida.
Creciendo en un ambiente empresarial, en la misma conversación, comenta a Ana Carbajal que cuando era niña siempre quiso ser como su papá, sin saber lo que eso implicaba y significaba realmente, con el tiempo supo que lo que de verdad quería era ser una mujer de negocios.
La toma de decisiones
Fue eso lo que la motivo en el camino a su meta; desde pequeña señala: «Yo siempre he sido muy decidida y he sido súper vocal», por lo tanto cuando llegó el momento de elegir su carrera no eligió gastronomía para seguir con el legado de su familia sino que se decidió por negocios.
Esa misma personalidad de elección y negociación la han llevado a tomar muchas decisiones en su vida, algunas buenas y algunas malas, pero siempre concebidas como aprendizajes.
En este punto, Alejandra menciona lo fundamental que ha sido la terapia para ella al ayudarla a aprender a no apresurarse tanto, analiza, pensar en las consecuencias y ver realmente qué es lo mejor para ella o la situación.
Descubriendo su sexualidad
En el episodio, Alejandra menciona cómo descubrió su sexualidad y la aceptó. En el proceso para contarle a su familia, preparó planes para hablar con cada integrante, todos lo tomaron de la mejor manera, sin embargo recuerda la reacción de su hermana.
«Tuve que cambiarle la idea con la que había crecido toda la vida», menciona. Al igual que sucedió de alguna manera con su mamá, una experiencia que comparte a Ana Carbajal.
Arriesgar para innovar
Un parteaguas en su vida fue el fallecimiento de su papá, en ese momento tuvo que tomar el rol de protección y cuidado a los 19 años: «Eso hizo que yo tuviera una chamba que hacer, yo soy muy buena cuando tengo un trabajo que hacer», puso manos a la obra con su mamá.
«Ya tenía un objetivo y entonces tenía que ponerme a trabajar en ese objetivo«, comenta. A la par comenzó a enfocarse en la escuela, lo cual no hacía antes. «Todo lo demás fueron pasos y estrategia que teníamos que hacer».
«Hubo muchos retos y obstáculos que saltar y hacer», sin embargo, Alejandra decidió asumirlos para salvar Ambrosía, el negocio familiar. En la conversación menciona que su mamá fue una muy buena conciliadora.
Ser mujer en un mundo de negocios
«Tú no tienes que saber todo para ser un buen emprendedor o un buen líder, tienes que saber rodearte de las personas correctas«, menciona Alejandra Ríos. En la conversación recuerda algunas anécdotas y experiencias en el negocio.
Su paso por algunas empresas en las que conoció la brecha de género fue algo que la forjó en el mundo de los negocios, la empresaria habla de ello con Ana Carbajal. Todas aquellas experiencias que la hicieron cuestionarse sobre lo que estaba haciendo y hacia donde iba.
Ella no solo enfrentó como mujer un mundo de hombres, también admite haber sentido cierto miedo de mostrar su sexualidad ante sus jefes por miedo a ser rechazada o vista de una manera diferente: «No me sentía libre».
Cambiando las reglas
Al llegar a un puesto de dirección en Ambrosía, Alejandra Ríos cambió las reglas, como ella bien recuerda haber puesto una bandera gay: «Quiero que todo mundo sepa que soy gay y que todo mundo sepa que está bien ser gay y que no pasa nada», menciona.
Junto con ello llegaron otros cambios, «como mujer cambié muchas cosas», entre ellos quitó el código de vestimenta, contratar por género, extendió las licencias de paternidad, «había cosas muy arraigadas en la mente de las directoras».
«Yo desafiaba el status quo a más no poder», señala. Así mismo, enfatiza en la salud mental de sus empleados y la importancia de darles vacaciones, así como buenas condiciones porque en sus propias palabras, eso es fundamental para un buen rendimiento, entre muchas otras reglas que ha cambiado.
El paso por Shark Tank
Después llegó otro reto a la vida de Alejandra Ríos al formar parte del programa Shark Tank, al respecto apunta «hay que tomar riesgos en la vida». Aunque en un principio se cuestionó cómo sería aparecer en el programa, con el tiempo aprendió a convertirse en una tiburona.
Quizá por un momento el síndrome del impostor pudo llegar a ella, sin embargo, también se convirtió en una de las mayores inversionistas en diferentes proyectos de lo cual se siente muy orgullosa.
Ella es Alejandra Ríos, a quien hemos visto en diversas ocasiones en Shark Tank México, y cuya historia ahora conocemos más de cerca.
¿Ya escuchaste el quinto episodio de la temporada dos de «Un Elefante en la Habitación»? Aquí te lo dejamos.
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