El cine, como todo arte, es un reflejo de su tiempo. En cada imagen, diálogo y escena se filtran las preocupaciones, sueños y realidades de una época. En México, esta relación se vuelve especialmente profunda.
Desde sus inicios, el cine mexicano ha sido testigo privilegiado de los cambios sociales, culturales y políticos del país. A través de las películas, nuestro país ha encontrado una forma de narrar los conflictos, de explorar la identidad y de proyectarse al mundo.
Hoy, en un panorama que abraza la era digital y se reinventa constantemente, nuestro cine se abre a proyectos más arriesgados y contemporáneos, donde los creadores aprenden unos de otros, y cada generación aporta su sello único.
En esta cocina creativa, donde lo único constante es el cambio, la industria cinematográfica mexicana demuestra su capacidad de adaptación y evolución, proyectándose hacia un futuro que honra su historia mientras experimenta con lo nuevo.
‘Una pequeña confusión‘, la nueva comedia dirigida por Ariel Winograd, aterriza en los cines el 25 de diciembre de este año. En esta historia, cuatro protagonistas se ven envueltos en una situación tan disparatada como incómoda, una en la que nadie querría estar.
Vico Escorcia, Juanpa Zurita, Ana de la Reguera y Cristo Fernández se vuelven parte de un proyecto que los obliga a adentrarse en un viaje de creatividad, exploración y aprendizaje colectivo.
En nuestras páginas, ‘Majo y Lola’, los personajes interpretados por Vico y Ana, cobran vida. Estas dos mujeres extraordinarias, que no solo comparten escena, y portada, sino también una profunda y genuina amistad, se revelan como ejemplos de admiración mutua, construyendo un lazo que trasciende la pantalla.
‘La primera vez que me enamoré del escenario fue a través del baile. Tenía once años y, en ese momento, supe con certeza que mi destino era este, en el set, detrás de la cámara, haciendo arte‘, recuerda Ana, esa niña nacida en Veracruz, cuyo destino comenzaba a tomar forma.
Ana de la Reguera, quien destacó al interpretar a María en ‘Por la libre‘ a inicios del 2000, se convirtió en una figura clave del cine mexicano. Cruzó la frontera con su talento destacándose en Hollywood con papeles en películas como ‘Nacho Libre’, donde compartió escena con Jack Black, y ‘Cowboys & Aliens’, dirigida por Jon Favreau y en la que participó junto a Daniel Craig, Harrison Ford y Olivia Wilde.
Ana y Vico se conocieron a mitad de la pandemia mientras se rodaba la cinta ‘¡Que Viva México!’, una sátira política de Luis Estrada que se filmó en el pueblo mágico de Real de Catorce, en San Luis Potosí.
Ahí, en una pequeña locación, con un elenco reunido y rodeado de risas, nació una gran amistad entre ellas. ‘Vico es una mujer increíblemente bella. Pasamos mucho tiempo juntas, lo que nos permitió conectar. Así que reencontrarnos para interpretar estos personajes, tan distintos a los que interpretamos en ¡Que viva México!, fue algo muy especial’, explica Ana.
‘Vico es parte de esa nueva generación de talento, y me encanta compartir espacio con ella. Su energía, su enfoque y su talento me enriquecen y me enseñan constantemente’, agrega.
Cuando Vico Escorcia entra en escena, su alma parece vibrar. Al recordar su infancia, es fascinante ver cómo la vida ha tejido cada uno de sus sueños.
‘De niña, cambiaba de sueño cada día’, recuerda con alegría. ‘Por la mañana quería ser astronauta, por la tarde una bailarina de ballet, y al día siguiente, maestra. Así pasaba el tiempo, saltando de un sueño a otro. Hoy, soy actriz, y eso me permite ser muchas personas a la vez. Vivo muchas vidas, cada una de ellas llena de experiencias y emociones que jamás habría vivido de no ser por el personaje‘.
Nacida en la Ciudad de México, comenzó su carrera a los 14 años y, poco después, debutó en la serie ‘Al caer la noche’. Con su talento y entrega, pronto se destacó en el cine, obteniendo una nominación al Premio Ariel por su papel en ‘Eddie Reynolds y los Ángeles de Acero’ en 2014.
Hoy, con un futuro prometedor, Vico Escorcia continúa buscando nuevos desafíos que le permitan seguir creciendo como artista y como persona.
En ‘Una pequeña confusión’, dos parejas con ideologías opuestas se ven atrapadas en una encrucijada inesperada que cambiará sus vidas. Una confusión en una clínica de inseminación artificial provoca que cada pareja termine con el bebé de la otra, transformando lo que debía ser un sueño en una cómica y desesperante situación.
Lola y Cuau, una pareja liberal; e Íñigo y Majo, conservadores, se ven forzados a convivir y encontrar un equilibrio. A medida que avanza la historia, descubren que, aunque sus ideas sobre la vida y la crianza difieren, tienen mucho más en común de lo que pensaban.
‘Esta película es una manera de plasmar las diferencias que tenemos como sociedad mexicana de una manera más amena, buscando la unión y el punto en común’, explica Vico al hablar sobre la cinta.
‘Yo fui la última en entrar al proyecto, entonces mi desafío más grande con Majo fue el tiempo. Construir el personaje, entrar al equipo y empezar a filmar casi de inmediato, imagínate eso’, añade entre risas.
‘Además, las pancitas fueron todo un reto para ambas. Tuvimos que investigar y preguntarle a nuestras amigas y familiares sobre todo lo relacionado con el embarazo. Fue una experiencia muy divertida y, experimentamos algo que ninguna había vivido’.
Entre las locaciones de ensueño, donde la magia del cine cobraba vida, los cuatro protagonistas, tan distintos entre sí pero completamente entregados al proyecto, generaban ideas constantemente.
‘Durante todo el rodaje vivimos una experiencia única e irrepetible. Fue un proceso profundamente colaborativo. Todos aportamos, todos aprendimos y el resultado fue un equipo increíble que logró funcionar de manera excepcional’, concluye Vico.
Producida por No Dancing Today y Gebo Films, en colaboración con Arco Entertainment Media, Espectro MX Films, y con Ana de la Reguera como coproductora, ‘Una pequeña confusión‘ es un proyecto que promete hacernos reír y disfrutar desde el primer minuto.
‘Hace diez años que comencé a involucrarme de manera más seria en la producción y dirección de proyectos, y eso ha cambiado por completo mi forma de trabajar’, admite Ana.
‘Hoy en día, me cuesta mucho entrar solo como actriz. Disfruto ser parte integral de la creación, ponerle mucho más corazón y sentirme realmente conectada con cada aspecto del proceso’.
Con su enfoque auténtico y su pasión por el arte, Ana y Vico encarnan dos generaciones de actrices que, aunque provienen de contextos y trayectorias distintas, se han unido en esta comedia para compartir una visión común: la capacidad de crear, aprender y transformar, no solo a través de sus personajes, sino también en la vida misma.
Un recordatorio de que, a menudo, las ideas que parecen opuestas tienen la capacidad de encontrar un punto de equilibrio capaz de fortalecer vínculos.
Desde los proyectos que nos apasionan hasta las conversaciones cotidianas, descubrimos que, cuando nos abrimos, tenemos mucho más en común de lo que pensamos. Al final, lo único constante en nuestras vidas es el cambio, y es a través de él que evolucionamos.
#AnayVicoSonMarieClaire
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Créditos:
Director Editorial: Gerard Angulo / @gerardangulo
Fotografía: Mauricio Sánchez / @losquien
Realización:Sergio Valenzuela / @sergio.valenzuelach
MUAH Ana de la Reguera: César Mushi /@cesarmushi
MUAH Vico: Giselle Ponce / @gigiiponce
Asistentes de moda: Michelle Ortiz, Vanessa López
y Samantha Terrones /@michortz y @vanecl.__
Producción: Yuliet Delgado /@_yulietd
Entrevista: Ximena Laurrauri