Oaxaca se ha convertido en uno de los spotlights favoritos, inspiradores y más queridos de México, gracias a su historia, paisajes vibrantes, cultura y riqueza gastronómica, es por eso que Banana Republic lo eligió como destino ideal para celebrar el verano.
¿Qué pasó en A Summer Escape to Oaxaca?
Durante tres días, un grupo de creadores de contenido entre ellos, Grecia Oseguera, Julio Uribe, Denisse de Alba, María Moreno, Patricio Santana, Sergio Avendaño, Valeria Rincon, Yanik Kuri, Javier Garcia y Marijo Vázquez, vivieron una experiencia inmersiva inolvidable.
Más que un viaje, fue una travesía diseñada para descubrir, saborear y reinterpretar la esencia oaxaqueña a través de la visión de Banana Republic, en la que los valores de la marca se enaltecieron: la elegancia natural, autenticidad, estilo con propósito, arte, y una profunda conexión con la cultura local.

Así se vivió A Summer Escape to Oaxaca
Oaxaca se convirtió en el escenario perfecto para este viaje, donde la moda se entrelazó con el alma del lugar. La experiencia comenzó en el hotel Escondido Oaxaca, ubicado en el corazón de la ciudad, que funcionó como refugio y punto de partida.

A través de su arquitectura sobria y su atmósfera contemplativa, el espacio resonó con el espíritu de la marca: sofisticación relajada, belleza atemporal y armonía con el entorno.
Galería de Jacobo y María Ángeles
El grupo de invitados también tuvo la oportunidad de hacer una visita privada a la galería de Jacobo y María Ángeles, reconocidos por llevar los alebrijes zapotecos al arte contemporáneo.
En ese espacio lleno de vida y simbolismo, pudieron conocieron el proceso creativo detrás de cada figura, y, guiados por el calendario zapoteco, descubrieron su nahual personal -el animal espiritual que representa su energía según su fecha de nacimiento-.

La actividad culminó con un ejercicio artístico donde cada participante pintó a mano su guía, convirtiendo el arte en un momento íntimo de introspección y conexión cultural.
Palenque de Mezcal Cómplice
El siguiente destino fue el palenque de Mezcal Cómplice, donde los asistentes fueron parte del proceso de destilación artesanal. Rodeados de montañas y magueyes, comprendieron la alquimia entre tierra, tiempo y tradición que define esta bebida emblemática.
Descubriendo la gastronomía de Oaxaca
Siguiendo aquel refrán ‘a donde fueres, haz lo que vieres’, tenemos que admitir que las experiencias culinarias fueron otro hilo conductor del viaje:


Todo comenzó con una cena de bienvenida que marcó el inicio de la travesía, seguida por una cena especial en Los Danzantes, y comidas memorables en Casa Oaxaca y Zandunga, espacios que reinterpretan la cocina tradicional con un enfoque contemporáneo, tal como lo hace Banana Republic con la moda.
Entre cada experiencia, los invitados recorrieron y descubrieron las calles del centro histórico, conociendo spots icónicos como el Templo de Santo Domingo de Guzmán, a través de la paleta de colores, texturas y formas que inspiraron contenido visual alineado con la estética de la colección de verano.


Un verano de estilo con Banana Republic

Es así como este viaje reafirmó el compromiso de Banana Republic por conectar con territorios que tienen algo que contar como Oaxaca, donde la historia se entreteje con el presente, y donde la moda es solo una forma más de expresión cultural.
Créditos fotografías:
Fotografía: @tatsumi.milori
Producción: @algo.redondo