Todos los días una mujer es asesinada o violada. Todos los días los derechos de las niñas son quebrantados. Todos los días el odio hacia las mujeres aumenta. En el marco del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, es importante ponerle números y estadísticas a esta violencia para entender su impacto.
Después de que tres hermanas dominicanas fueran asesinadas por defender sus derechos, el mundo abrió los ojos. La historia del origen del 25 de noviembre tiene un inicio trágico que, lamentablemente, se sigue repitiendo hoy en día. Con información recopilada de la ONU, así es como se vive siendo mujer.
¿Cuáles son las cifras de violencia contra la mujer?
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2023, a nivel global, 51,100 mujeres y niñas fueron asesinadas por sus parejas íntimas o por otros miembros de su familia.
Esto equivale a que, cada 10 minutos, una mujer es víctima de feminicidio. Según las instituciones, la mayoría de estos casos no son aislados; los crímenes son perpetrados por personas de confianza, lo que demuestra que este problema tiene raíces culturales, educativas y de género.
¿Cómo se ve la violencia contra la mujer en México?
Desafortunadamente, México es uno de los países con mayor tasa de feminicidios. Los datos indican que, de 2018 a 2022, hubo un promedio de 10 mujeres asesinadas por día, y en 2024 esta cifra se mantiene. En muchos casos, son sus parejas sentimentales o familiares quienes atentan contra sus vidas.
En 2023, más de 10 millones de adolescentes y mujeres jóvenes fueron víctimas de ciberacoso, y un tercio de ellas recibió contenido sexual no solicitado.
Aunque todas las mexicanas son vulnerables, los grupos más desprotegidos son las mujeres adultas, indígenas y rurales. Estas dos últimas enfrentan además la falta de servicios básicos de salud, educación, empleo y justicia.
¿Cómo afecta la violencia de género al trabajo?
El ámbito laboral es uno de los espacios donde más mujeres son víctimas. En México, el 27.9% de las mujeres han sido violentadas en el trabajo al menos una vez, y 6 millones han sufrido violencia física o sexual.
No solo México enfrenta este problema. En América Latina, 1 de cada 3 mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.
¿Cuáles son las consecuencias contra la mujer?
El feminicidio no es la única forma de violencia ejercida sobre las mujeres. Existen otras como la familiar, económica, sexual, social, ginecológica, virtual, entre otras.
Esto obliga a cientos de mujeres y niñas a desplazarse en busca de lugares seguros para vivir. Sin embargo, esta movilidad puede ser incluso más peligrosa, ya que el 60% de las mujeres en movimiento han sido víctimas de acoso.
¿Qué se está haciendo para reducir la violencia contra la mujer?
Además de conmemorar el 25 de noviembre, y de realizar el Día Naranja cada mes, los gobiernos e instituciones internacionales han unido esfuerzos para concientizar, educar y brindar herramientas a quienes lo necesitan.
En la agenda 2030, dentro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, se encuentra el Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. Las Naciones Unidas invitan e insisten a los gobiernos a sumarse a estas metas y garantizar la integridad de sus ciudadanos.
Entre las acciones tomadas están:
- Promover políticas públicas centradas en las víctimas y sobrevivientes de violencia de género.
- Ofrecer servicios especializados eficientes y de calidad para la atención a las víctimas.
- Financiar movimientos y organizaciones de mujeres.
- Incluir a más mujeres en roles de liderazgo en el gobierno, las empresas y la sociedad.
¿Cuál es el objetivo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
El 2025 será un año decisivo para los planes y proyectos elaborados en pro del cuidado y protección de las mujeres.
La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, considerada la hoja de ruta más ambiciosa jamás formulada para garantizar los derechos de las mujeres, cumplirá 30 años. Esto impulsará un aumento en los esfuerzos para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas en toda su diversidad y en todos los niveles.
Ser mujer no debería ser una sentencia de muerte; debería ser un privilegio. Concientizar, compartir y ayudar a los demás nos hace parte del cambio. Levantar la voz ante la injusticia y compartir herramientas con otras mujeres fortalece nuestra red de apoyo. Para combatir el peligro, hay que conocer las estadísticas, y esta es la realidad que enfrentan las mujeres en el mundo.
