La colección Crucero 2025 de Dior nos lleva a uno de los jardines más majestuosos en Escocia y Europa.
Hay algo profundamente misterioso en como ciertos lugares nos envuelven hasta hacernos viajar al pasado. Es una sensación que te envuelve y no te suelta. Como si se tratara de un embrujo. La colección Crucero 2025 de Dior lanzó un hechizo del que no deseamos escapar.
Estas presentaciones de colecciones Crucero (y más recientemente Pre Fall también) se vuelven una oportunidad de continuar el viaje que comenzó Christian en 1947. Maria Grazia ya nos llevó a Marrakech, Mumbai, Atenas, Sevilla y en 2023, aterrizó a nuestra capital con una colección profundamente emotiva.
Un llamado a revivir la historia de Dior en Escocia
Esta vez la actitud es más solemne. La cita se da en los jardines del Castillo Drummond, construido en 1491 por Sir John Drummond (un año antes de que Colón descubriera América). Los jardines datan de aproximadamente 1630 pero se reestructuraron en el siglo XIX y son unos de los más espectaculares de toda Escocia.
La colección responde al canto de la gaita con una procesión de 89 looks con profundas conexiones al país a través de materia y silueta. El vínculo entre este país y la firma francesa se remonta hasta sus comienzos. Dior organizó en varias ocasiones pasarelas y galas para recaudar fondos y mostrar sus colecciones en lugares como Perthshire, el Hotel Gleneagles y el Palacio de Scone entre 1951 y 1960. Imágenes de una de esas presentaciones se convirtieron en estampados y apliques en abrigos, faldas escocesas y camisetas y vestidos en clave grunge.
El tartán tan emblemático de este país es reinterpretado en mini crinolinas, sobrefaldas y abrigos envolventes. Una fusión entre el estilo femenino de Christian y el imaginario de Escocia resulta en corsés con detalles de cordones, vestidos con inspiraciones medievales tanto en gráficos de textos como en mangas abullonadas y faldas globo.
Manos estrechadas en Dior Crucero 2025
Como es tradición de Chiuri, para crear esta colección se acercó a expertos de la artesanía y el lujo local. En esta ocasión trabajó con Harris Tweed, los expertos en tejido de punto Johnstons of Elgin, Esk Cashmere y Robert Mackie para los sombreros y gorros usados en celebraciones. Estas colaboraciones se hacen visibles en los textiles de tartán, accesorios y las piezas de tejido de punto que le dan esa sensación de calidez a la colección.
Maria Grazia Chiuri cierra la procesión con una serie de vestidos de terciopelo, encajes y malla metálica que nos transportan a la época medieval, donde este castillo tuvo sus años de gloria.
Al terminar, de nuevo al sonido de la banda de gaitas, se siente como la conclusión de un episodio monumental en la historia de Dior y del Castillo Drummond. Es el clímax de una novela de amor y acción donde las guerreras de Maria Grazia desfilan triunfantes por su reino.
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