Artículo por Rodrigo Battista.
La presentación de la colección Primavera-Verano 2025 de Emporio Armani en Milan Fashion Week se enfocó en la indumentaria sin género y en el compromiso de la firma con el estilo atemporal, con un desfile que propone los trajes y corbatas para la temporada en telas que se adaptan a cualquier tipo de clima y temporada.
La idea principal es la delicada línea que existe entre el tiempo y el género. Involucrados diferentes modificaciones en la ropa para adaptarla a cualquier tipo de persona, clima y temporada. Creando así un guardarropa funcional, sofisticado y atemporal.
Convirtiendo el desfile en un statement de consumo consciente en una actualidad que se preocupa por la durabilidad de su ropa, que no se identifica con lo establecido y que ama expresarse a través de su indumentaria.
Emporio Armani Primavera-Verano 2025
La colección está conformada principalmente por piezas de sastrería en un oversized fit combinadas con pantalones holgados con acabado satinado, así como los rectos con texturas de jardines, faldas midi con delicadas flores bordadas.
Por otro lado, cardigans con grandes botones y acabados brillantes, camisas de seda en colores vibrantes como el rosa y chalecos a rayas.
Mientras que en los vestidos las telas son frescas y coloridas, con diferentes prints de flores impresos en la tela, en color rojo, azul, lila, rosa, turquesa y negro accesorizados con maxi cinturones, sombreros, collares y bandanas.
En cuanto a los accesorios, las corbatas se convierten en el accesorio favorito para Emporio Armani para Primavera-Verano, de manera elegante y provocativa, siendo igual de importante cómo lo sería un bolso.
El calzado exhibido en el show se mezclaba de manera perfecta a los pantalones holgados de satin, en un botín delgado con cordones hasta el tobillo. Los loafers eran ligeros en cuero obscuro, fáciles de combinar para cualquier ocasión.
Por otro lado, las ballerinas se reinterpretaban de manera diferente, algunas se extendían hacia la parte superior del tobillo con hebillas en colores plateados y otras unían la infraestructura de una sandalia en una ballerina chic.
Toma Koroll fue la modelo encargada en el cierre del show, desfilando un vestido negro con aplicaciones brillantes y un escote pronunciado con ballerinas estilo medieval y un collar tejido a forma de nudos.
Sin duda un show memorable que adapta la herencia de la firma italiana a un mundo contemporáneo.