Acantilados, romance y lugares al aire libre, todo eso y más define uno de los lugares más místicos del mundo
Una de mis películas favoritas es P.S. I Love You, sobre un hombre que antes de morir planea unas vacaciones para su viuda a su natal Irlanda, en donde conoce la magia del lugar y se da cuenta que aún puede encontrar el amor. Así de hermoso como suena, así es la realidad en el país que colinda (a pesar de los problemas) con Inglaterra.
La Isla Esmeralda, cuyo epicentro es Dublín, es el país natal de Oscar Wilde y de la deliciosa cerveza Guinnes, pero también de mucho más, y es que desde tu llegada verás un lugar lleno de historia, de cultura, de momentos románticos pero también misteriosos, que han llevado a millones de personas a visitarlo.
Si eres, como yo, una cinética de corazón, debes saber que las películas de Harry Potter, así como la serie Juego de Tronos fueron grabadas en las playas de Irlanda, así como Into The West, Salvando al Soldado Ryan y Corazón Valiente. Pero si tu gusto es el turismo, esta isla te dará justo lo que estás buscando.
“Solo existen dos reglas para escribir, tener algo que decir y decirlo”, compartió una vez Oscar Wilde, uno de los hombres más ilustres de Irlanda, quien al ver sus hermosos paisajes nunca se quedó sin inspiración para la escritura.
Los puntos más hermosos a ver, y en donde puedes tomarte las fotografías más épicas, son sin duda los acantilados de Moher, que se encuentran en la parte oeste del país, en el territorio Clare, que alberga las estructuras rocosas más antiguas del mundo, que datan de más de 200 millones de años. Aunque la calzada del gigante en Antrim, que también tiene una reserva natural llena de rocas, es también un must en tu viaje, aunque obviamente puedes decidir ir a ambas.
Para recrear los escenarios de Harry Potter, la península de Dingle es la mejor opción, aunque un viaje un tanto largo, ya que de Dublín queda a cuatro horas manejando pero que valdrá totalmente la pena, ya que ahí es donde encuentras los mayores sitios de interés del país, sobre todo porque está lleno de costumbres gaélicas.
Sin importar lo que decidas hacer, Dublín tendrá el escenario perfecto si buscas aventuras citadinas, con bares llenos de encanto y museos espectaculares. Irlanda es un indispensable si eres una viajera frecuente o si estás en busca de algo completamente diferente.