El director creativo de Courrèges examina la obra de Jean Paul Gaultier con una mirada pura y sensual.
Para más de uno, la elección de Jean Paul Gaultier de invitar a Nicolas Di Felice a crear una colección de Alta Costura podría ser cuando menos sorpresiva. El diseñador ha reinventado a Courrèges, la firma sinónimo de la era especial con un minimalismo cálido que apela a la juventud. Sin embargo, ahí yace también la conexión entre los dos: Un ojo que no despega la vista en el mañana.
Si bien Gaultier fue más camp (nadie más podría hacer un concurso de belleza como su última presentación de Haute Couture), sus códigos estéticos presentan una reimaginación de arquetipos clásicos como la sastrería y la lencería, que serían el punto de partida para Di Felice. Su apertura a voces jóvenes ha traído como resultado en algunas de las propuestas más destacadas de la moda en fechas recientes. Nicolas estuvo a la altura, sin duda.
Un minimalismo centrado en la feminidad
La invitación sugiere un cambio radical. Un cilindro con broches de corsé, al mismo tiempo evocando de forma abstracta la lata de sus fragancias y su amor por la corsetería. Sin embargo, comenzamos con una silueta oscura, el cuerpo totalmente cubierto salvo por la frente en un abrigo satinado con solapas amplias y un top negro con el cuello extendido hasta la altura de la ceja.
El abrigo se convierte en chamarra de cuero y falda de satín. De repente se revela la mirada, el tejido que ocultaba el rostro ahora se convierte en un tul bordado. Poco a poco Nicolas va revelando la forma a través del drapeado. La manipulación de volúmenes y el drapeado es un tema central de la colección, tanto lo que se revela como lo que se oculta.
Una nueva onda en Jean Paul Gaultier
El calor sube y el piso comienza a sudar, una acción que nos recuerda a las exploraciones de Di Felice sobre el escenario en transformación. Las modelos llevan sus manos en bolsillos sugestivos. Comienza la deconstrucción. Una gabardina se desprende del cuerpo hasta que solo queda una manga como sugerencia de una prenda que fue. Los corsés se revelan detrás de tul drapeado delicadamente.
Esta colección conecta con la historia del enfant terrible de la moda con un punto de vista preciso y depurado. La actitud es sobria, aunque permea la sensualidad. Arca, la dj venezolana que ha revolucionado la música electrónica, hace una aparición en la pasarela en un conjunto casi completamente transparente con un escote escultural. Loli Bahia cierra el desfile con un vestido columna de tul nude decorado con franjas de bordado destellante y un velo sobre el rostro.
En el centro de la pasarela, Jean Paul Gaultier observa la reinterpretación de Di Felice con Catherine Deneuve y Farida Khelfa a su lado. Si necesitas saber su opinión, solo basta con ver la felicitación que le extendió a Nicolas al terminar la pasarela como lo grabo @StyleNotCom.
Debe ser divertido ser JPG. Esperar temporada tras temporada como las voces del futuro reinterpretan tu historia debe ser sumamente grato, y más con resultados tan exquisitos.
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