Un acercamiento arquitectónico transformas la bolsa Capucines
Tiene 94 años, pero su vitalidad no delata su edad. Frank Gehry ha sido un aliado de Louis Vuitton desde la llegada de Nicolas Ghesquière a la casa francesa. En 2014 diseñó el edificio de la Fondation Louis Vuitton, el museo de LVMH dedicado a la difusión cultural y el mecenazgo del corporativo. Al mismo tiempo, el arquitecto canadiense colaboró en una bolsa especial con líneas deliberadamente desiguales, jugando con los conceptos de la perfección y la asimetría.
Casi 10 años después, Gehry y Louis Vuitton colaboran de nuevo en una serie de reinterpretaciones de la bolsa Capucines, tomando como punto de partida distintos edificios e ideas arquitectónicas dentro de su catálogo. Las formas y texturas audaces se traducen en bolsos que demuestran la unión entre la técnica y la curiosidad.
Estas piezas se presentaron en Art Basel Miami en un espacio que recuerda a las maquetas de los arquitectos. La colección está dividida en diferentes temáticas que ha explorado Frank a lo largo de su impresionante catálogo.
Las obsesiones de Frank Gehry en Louis Vuitton
Aqruitectura y Forma expresa las líneas de icónicos edificios como el Museo Guggenheim Bilbao o el edificio IAC en Nueva York, incorporando texturas como piel serigrafiada o una textura de concreto que crea bolsillos adicionales.
En Exploración de Materiales, la Mini Blossom recuerda a las tapas de los frascos de perfume de la colección Les Extraits, diseñadas por Gehry en 2021. Las creaciones de cristal de Murano se reinterpretan en pétalos gigantes de resina. La Mini Puzzle, por su parte incorpora piel de cordero con un estampado de acuarela pintado a mano.
Animals recrea algunas de sus esculturas como el cocodrilo en el restaurante Sexy Fish o Bear With Us, convertido ahora en un pequeño bolso clutch. La Fondation no se podía quedar afuera, su estructura, que recuerda a un pez que pareciera flotar en una fusión de marquetería 3D de cuero y plexiglás para darle forma a sus escamas.
La Twisted Box, diseñada en 2014 regresa esta vez en dos variantes, una de piel negra y una plateada, ambas con el monograma de la marca en relieve. La abstracción de Frank convierte las icónicas maletas rígidas de la maison en un objeto que borra las líneas entre diseño y arte, al mismo tiempo una bolsa y una escultura.
Con esta colaboración, Louis Vuitton continúa la creación de un mundo que viaja entre tiempos. Pasado, presente y futuro convergen en un instante. Seguramente, estas piezas serán favoritas entre coleccionistas de piezas de arte.
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