En una moda espectacular, la cantante nos demuestra su luminoso estilo
Ser Mónica Naranjo le ha venido fácil a la originaria de Cataluña, España, quien desde que comenzó con esta sesión de fotos para Marie Claire, nos demostró que para lucir impecable se requiere algo más que un look de moda, algo con lo que se nace y que ha permanecido con ella durante toda su vida.
Director General: Gerard Angulo
Fotografía: Sergio Valenzuela
Asistente de moda: Mary Lizbeth Pérez
Make up: Victor Guadarrama
Hair: Luis Gil
Siendo la mayor de tres hermanos, su infancia transcurrió entre juegos y amor. Por sus orígenes andaluces, también estuvo llena de música y de sonidos que se fueron convirtiendo en pequeños murmullos que iban sonando mientras caminaba hacia una grabadora que tenían sus padres, y con la que constantemente practicaba su cantar.
No pasó mucho tiempo para que esos pequeños soniditos se fueran convirtiendo en melodías en forma por lo que su familia la inscribió a una escuela de música, no sin antes comentarlo con un amigo de la familia… el gran Salvador Dalí.
El artista, a quien vio pocas veces, o al menos eso recuerda ella de su niñez, le dio un consejo que sigue siendo el pilar de su carrera, «déjate llevar por la pasión», lo que también nos demuestra en esta moda que ha realizado para Marie Claire, llena de estilos diversos que entrelazados se convierten en poesía.
Cuando cumplió 20 años, Mónica Naranjo viajó a México por primera vez, con un montón de sueños en su equipaje, y sólo un pensamiento en la cabeza, el de triunfar. Y vaya que lo hizo, en unos meses Sony Music le daba su primer contrato para grabar el disco del que se desprenderían «El Amor Coloca» y «Óyeme».
México ha sido sin duda un augurio para la cantante, el lugar en el que más ha crecido como intérprete, y donde se encuentran sus fans más fieles, que sin importar el tiempo que viva en España la hacen volver constantemente, para disfrutar de su melodiosa voz.
¿Cómo recuerdas tu infancia en una tarde cotidiana en Figueras?
La recuerdo con mucha nostalgia. Mi día favorito era el viernes porque salíamos del colegio e íbamos directo a casa mis hermanos y yo. Ya en casa nos esperaba mi mamá y mientras nosotros nos duchamos, ella cocinaba pan frito, recuerdo mucho ese delicioso olor. Y esa era nuestra cena mientras veíamos la televisión.
¿En qué momento de tu vida surge tu inquietud por la música y convertirte en cantante?
Desde siempre, todos los recuerdos que tengo han estado vinculados con la música y no recuerdo un momento de mi vida que no soñara con ser lo que soy hoy.
Con tu público mexicano tienes una relación muy especial, ¿cómo fueron tus inicios en nuestro país?
Fue muy emocionante y todo pasó deprisa. La primera vez que estuve en este país al que tanto cariño le tengo fue cuando me presenté en Siempre en Domingo. Era todo muy impresionante, llegaba a televisa, ahí me maquillaban, peinaban y me vestían.
Un antes y un después de tu carrera es Minage, ¿qué significó para ti este álbum?
Totalmente, fue un antes y un después en mi carrera, fue una metamorfosis no solo a nivel artístico, también lo fue a nivel personal. A nivel artístico fue un disco que me fue difícil que me lo dejaran hacer, pero a nivel personal era mi propósito que se hiciera. La disquera quería que siguiéramos la misma línea que los discos anteriores. Finalmente la lucha valió la pena y el disco fue todo un éxito.
Desde el inicio de tu carrera fuiste una mujer transgresora, rompías con los estereotipos a través de tus looks, tus videos musicales y tus canciones como “Perra enamorada”…
Claro, yo creo que como artistas tenemos que ser muy fieles a lo que sentimos por dentro y ser auténticos y, al final es lo que llevamos con la música. Cuando hago música reviso cómo está mi estado personal, mi ánimo y, sobre todo, lo que he aprendido en estos últimos años. Siempre trato de plasmar mis experiencias y que para mi va a ser un punto de diferencia como intérprete, compositor y famoso.
Hace poco estuviste en la Ciudad de México para dar un concierto, ¿cómo fue para ti regresar a los escenarios y deleitar al público mexicano?
Me sorprende ver a nuevas generaciones cantando mi música, ese es uno de los encantos de esta profesión que cuando te crees que lo has visto todo te equivocas, no has visto aún nada. Encontrarme con adolescentes que llevan la discografía por una firma es emocionante. Yo no había sido muy consciente de lo que había significado mi música para otras personas, hasta hace poco.
¿Es cierto que el día que te fuiste de México no querías regresar a España?
No, no quería volver, estaba muy agusto aquí y España presionó a México, porque en el contrato decían que les pertenecía y me tuve que ir. Estuve en un programa de televisión que desconocía, un productor italiano me ofreció hacer mi espectáculo, no acepté porque lo que proponían no tenía que ver conmigo. La chica que trabajaba en Sony me pidió que me quedará y bueno por ella me quedé. Lo que me fascinó de este programa fue que llegué para interpretar una canción y terminé haciendo tres porque lo pedía la audiencia, y pasó lo mismo que acá en México.
¿Qué dirías a la Mónica de hace 20 años?
A que todo ha valido la pena, sobre todo lo malo
¿Y a tu público?
Que no se quejen, que no victimicen porque eso es muy triste. Hay personas que están todo el día quejándose y nunca dan las gracias por nada. Hay un dicho que dice pide una vez al universo y a Dios y agradece mil veces. Estamos aquí para aprender muchas cosas, claro que nos pasan cosas mal y nos sacuden desgracias tremendas, pero no nos quejamos y victimizamos, agradecemos por ello y lo que nos han enseñado. Lo mejor que te puede pasar es tocar fondo.
¿Cuál es tu mantra o la frase con la que te levantas cada mañana?
Todos tenemos en nuestro inconsciente esa frase que dice “Tu puedes con todo”, o sea no hay nada con lo que uno no pueda.
