viernes, julio 26, 2024
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    Perdí a mi pareja por la maternidad

    Aunque queramos creer que nadie sería capaz de dejar a una persona por tener un bebé, el 7% de las 35 millones de mujeres que han dado a luz, se quedaron solas, por lo que la terapeuta Verónica Olicón hace un repaso por esta terrible situación

    «La maternidad cambia toda tu vida», es una frase muy común en la que coincidimos muchas madres, abuelas o amigas. Sin embargo, la frase tendría que ser más específica: La maternidad cambia tu vida, la de tus relaciones y en especial la de tu vida en pareja, incluso con el riesgo de perder la relación por la maternidad.

    En primera instancia, el cerebro de las mujeres se transforma por la explosión de hormonas que se activan por el parto y se mantienen por el contacto físico con el nuevo integrante de la familia, las prioridades cambian, además que se activan todas las creencias que tenemos en torno al hecho de ser madres, muchas de las cuales nos alejan de la pareja.

    Estoy enamorada de mi hijo

    Después de tres meses de licencia por maternidad, llevé en brazos a presentar a mi hijo y recuerdo perfectamente la escena cuando mi jefa, de ese entonces, me dijo «¡estas enamorada de tu hijo!, mira como lo vez» y así era. El amor maternal se parece mucho al amor romántico, pues en ambas experiencias se activan las mismas zonas del cerebro con la ayuda de la oxitocina. Ahora ya sabes porque tu pareja se ponía celosa de tu bebé.

    Si eres una madre cercana físicamente, esto genera que la fórmula del placer maternal (estrógeno + oxitocina = dopamina) se active una y otra vez con cada contacto, lo que para algunas mujeres significa sentirse plenas y sin la necesidad de otro tipo de contacto, incluyendo el de la pareja. Si además, consideramos el cansancio físico que ocasiona el cuidar de un bebé (algunas madres pierden en promedio 700 horas de sueño en el primer año después del parto), el tiempo para compartir en pareja se disminuye considerablemente.

    El sexo dejó de ser una prioridad

    La mayoría de las mujeres que amamantan a su bebé reciben un beneficio extra, pues se estimula en gran medida algunos de los aspectos más agradables del cerebro materno, baja la presión sanguínea, te sientes más tranquila, relajada y con sentimientos amorosos extraordinarios. La lactancia y el amor materno sustituyen o interfieren a menudo el deseo de la madre por la pareja.

    “Hemos dejado de tener la vida sexual que teníamos, desde que nacieron las niñas, entiendo que su prioridad sean ellas, pero y yo, ¿dónde quedo?”, este fue un comentario de un hombre que se lamentaba de tener menos encuentros íntimos con su pareja, lo que estaba ocasionando conflictos entre ellos, pues mientras ella disfrutaba del placer y el amor que le generaba la maternidad, él se sentía cada vez más alejado y molesto sin entender lo que estaba pasando.

    Pero ya pasó mucho tiempo, mis hijos ya no son bebés

    Lo anterior hace referencia a lo que el cuerpo de muchas mujeres experimenta cuando son madres, pero solo son los primeros meses o lo que dura el amamantamiento; si esto perdura, es probable que lo que está pasando tiene más que ver con las creencias que hay alrededor, del maternaje, la sexualidad y la pareja, que por cuestiones hormonales o los requerimientos del bebé.

    “Vero, comprendo que los primeros meses o años sea normal que mi esposa este más con mi hijo que conmigo, pero ya pasaron cinco años y aún sigue poniendo de pretexto al niño, trato de comprender y participar de la crianza y cuidado de mi hijo pero ya no se qué hacer para estar a solas con mi esposa”.

    En nuestra sociedad se sigue sobrevalorando la maternidad, lo que genera que para muchas mujeres su identidad esté fundamentada en su capacidad reproductiva; que sumado a los tabús y prejuicios que aún existen entorno a la sexualidad y los retos que actualmente enfrentan las parejas en una sociedad tan cambiante como la nuestra, sea más fácil para ellas perderse en el maternaje que invertir en la relación de pareja y sus encuentros sexuales; imagínate que se calcula que el cerca del 50% de las parejas disminuyen su actividad sexual a partir de la llegada de los hijos y algunas difícilmente se recuperan.

    ¿Cómo reencontrarme con mi pareja?

    Dependerá del tiempo que tenga la relación y de la edad de los hijos; a mayor tiempo mayores acciones para reencontrarte con tu pareja, pero nada es imposible. Si los hijos/as son pequeños, reconoce y vive esa etapa en la que hay tan gratas emociones y compártelas con tu pareja. Nosotras estamos más predispuestas a la experiencia amorosa por la cantidad de hormonas que se disparan, eso no significa que tu pareja no pueda experimentarlas.

    Fomenta el contacto físico entre ellos, genera tiempos largos para esto e invítalo a que lo huela, lo acaricie, lo mire, duerma con el bebé, etc. Esto generará que se activen sensaciones similares a las tuyas en él.

    Lleguen a acuerdos de colaboración para que no estés tan cansada. Afortunadamente, cada vez son más los hombres que se involucran en el cuidado de las y los hijos, sin embargo, de maneras casi inconscientes, algunas mujeres seguimos considerando que la crianza y el cuidado de las y los hijos solo nos corresponde a nosotras, bloqueando esta experiencia a ellos, con lo cual se sienten aislados y desconectados de un fenómeno que poco o nada comprenden, evita juzgarlo sino lo hace como tú, pues tu juicio puede alejarlo de ti y dañar la relación.

    Aprovecha tu estado amoroso y exprésalo con tu pareja, si aún no estas lista para las experiencias sexuales, háblalo y escucha también sus deseos de estar contigo. Si ya han pasado muchos años y tú sigues más involucrada en tu papel de madre que de pareja, es momento de que reflexiones sobre tus creencias como mamá y reconozcas que tal vez es lo que verdaderamente deseas, sin poner a las y los hijos de pretexto, simplemente que para ti ser mamá es tu prioridad con las consecuencias que esto implica, para que junto con tu pareja tomen decisiones sobre su relación.

    Para reactivar su vida sexual, atrévanse a nuevas experiencias, diviértanse, rompan la rutina que es la peor enemiga de las relaciones, pueden pedir apoyo a alguna persona de su confianza para que cuide a los hijos y “escápense” a un hotel o salgan de fin de semana, ¡abran posibilidades! pues hijos e hijas requieren de padres amorosos, cómplices y felices, que tengan la capacidad de perderse y recuperarse.

    Por último, se vale pedir apoyo a un terapeuta de pareja, quien probablemente podrá apoyarlos para identificar la etapa en la que se encuentran según las necesidades reales de sus hijos y crear una estrategia junto con ustedes, para que la maternidad no sea un obstáculo, sino una vivencia compartida.

    Verónica Olicón Redes socialales: FB IG @verooliconoficial YouTube y Tiktok Vero Olicón Oficial

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