Un crecimiento a lo que la moda de New York se está convirtiendo, un prêt-à-porter orientado a el lujo y la artesanía de la confección.
El romanticismo al vestir de Prabal Gurung es poderoso. Cuando la primera modelo salió vestida de rojo de pies a cabeza, un vestido fluido sobre un cuello alto y pantalones la sensación era un romanticismo mezclado con fuerza femenina.
El tercer look, un espectacular abrigo del mismo tono, rindió homenaje a las tradiciones de vestimenta del padre y la familia nepaleses de Gurung e introdujo uno de los materiales principales de la temporada, la piel de oveja, que se utilizó de innumerables maneras para adornos y prendas completas.
El volumen agregado bien sea en mangas, cuellos o entre faldas al mejor estilo de una deconstrucción de un peplum, la textura de la oveja se dio sentir.
El vestido también de esta textura modelado por la actriz Sarita Choudhurda da a entender cómo esta forma de textil es y cómo fue trabajado, convirtiéndose en un elemento importante e itinerante en la colección.
Vimos un minivestido de dos tonos que era esencialmente un tubo con mangas.Vimos un vestido strapless negro con un final de sirena en ovejas. Cada atuendo era una confección donde más allá de la silueta el textil era protagonista, incluso en el traje tipo suit vinotinto con tules de transparencia que entre el fondo se convertía en una cola.
Prabal Gurung FW24 en NYFW
En el trío final, en el que se revelaron parcialmente los cimientos internos de los vestidos, las bandas comenzaron a separarse o desmoronarse. Esta desintegración fue la representación visual del tema de la colección: Recuerdos fragmentados.
En cierto modo, la muestra fue como una presentación de diapositivas de la vida de Gurung; incluyendo también a la guionista y directora de Westworld Lisa Joy y el autor de «Pachinko», Min Jin Lee en la pasarela. El tierno vínculo de amistad parecía estar referenciado por grandes pañuelos envueltos alrededor del cuerpo.
Siguiendo en la moda vimos flecos cortados a mano que fueron un buen complemento a la textura de piel de oveja y la tela desgastada. Había mucha suavidad en la colección y siluetas holgadas.
En comparación a la temporada pasada, esta fue mucho más sobria, pero no creo que sea una antítesis de la alegría que caracteriza al diseñador, si no un crecimiento a lo que la moda de New York se está convirtiendo, un prêt-à-porter orientado a el lujo y la artesanía de la confección versus su habitual comodidad comercial.
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