Los invitados al desfile de Louis Vuitton Primavera-Verano 2020 no sabían lo que les esperaba. El escenario, una caja anónima que no delataba ninguna pista de lo que se aproximaba. Los siguientes 15 minutos fueron un tributo y una odisea hacia la mente de una de las artistas más transgresoras y progresivas que vió la música electrónica en los 2010. Nicolas Ghesquière dedicó el desfile a Sophie comisionando una versión extendida del videoclip de It’s Okay To Cry. Esta es su historia.
Nacida el 17 de septiembre de 1986, Sophie creció en un hogar contrastante. Por un lado, su madre, una fanática de la música disco, fue la figura con la que más cercanía tuvo, por otro su padre era frío y distante. Sin embargo, con él conecta a través de festivales y la música electrónica, informando sus intereses. Este género fue el medio que la transportaba a otros mundos, permitiéndole expresarse sin palabras. A los 10 años asiste a su primer rave, una experiencia que le cambiaría la vida.
Una expresión frenética, explosiva, indulgente
Sophie siempre hablaba del beneficio de trabajar con instrumentos electrónicos, lo comparaba con tocar instrumentos del tamaño de montañas, estirando hasta el límite el sonido. Su constante necesidad de experimentar y una serie de sencillos exitosos como Bipp y Lemonade la llevaron a colaborar con artistas que reconocieron lo visionaria que era.
Una de sus colaboraciones más grandes fue como co-productora de Bitch I’m Madonna. Después de ese produjo el EP Vroom Vroom de Charli XCX, repudiado por críticos en su momento y que hoy es clave para entender el movimiento del hyper pop.
Sophie se confiesa
Durante esos años Sophie mantuvo una identidad privada. En una entrevista para BBC Radio 1 usó un procesador para sonar como una niña de 5 años. También durante un set de Boiler Room, ella contrató a una drag queen para que la imitara mientras la artista se disfrazó de guardia de seguridad.
En ese momento, por su nombre artístico, se le acusó de apropiar la identidad femenina y se le cuestionó. Sin embargo, todas estas dudas y críticas se disiparían el 17 de octubre de 2017. Para lanzar su primer sencillo It’s Okay to Cry, Sophie aparece y se revela por primera vez como mujer trans con una balada que toca temas de identidad y luchas internas.
Este fue el primer sencillo de su primer y único álbum Oil of Every Pearl’s Un-insides, donde con música retrata un viaje de reconocimiento personal y transformación. Este material le consiguió una nominación a Mejor Álbum de Música Electrónica/Dance en los Grammys 2019.
En octubre de ese mismo año, Nicolas Ghesquière le dedicó su pasarela a la productora. Todas las modelos adoptaron el mismo labial rojo con gloss que era su sello personal, mientras caminaban al ritmo de It’s Okay To Cry.
Un accidente nos la arrebató demasiado pronto el 30 de enero de 2021 en Atenas, Grecia. Ella dejó todo un legado musical en tan pocos años y una lección para toda la vida. Lo dice sin pena en Immaterial: I could be anything I want, anyhow, any place, anywhere, anyone, any form, any shape, anyway, anything, anything I want. Al igual que ella, tú puedes construirte y reimaginarte, solo necesitas el valor para hacerlo.
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