Dejar de planear y agradecer cada pequeña cosa de la vida, se han convertido en los mayores aprendizajes de Lesslie Polinesia en esta etapa.
Desde muy pequeña, Lesslie Polinesia tuvo la ilusión de un día tener su propia familia y sus propios hijos, un sueño que en 2023 tomaría forma, cuando se enteró que estaba embarazada.
Irradiando luz y felicidad que se desborda en cada fotografía, Lesslie nos compartió las primeras imágenes junto a su pequeña, a quien decidió llamar Alquimia, que significa ‘transformación’, y que todo lo que toca transforma.
Porque como recuerda «cuando supe que iba a tener una niña, pensé ‘tiene que tener un nombre que sea igual de poderoso a la forma en que cambió mi vida’, va a impactar de alguna manera, porque ella ya impactó mi vida y la de su papá».
El viaje de la maternidad para Lesslie no ha sido fácil, de hecho, ha estado lleno de grandes retos que la han hecho ver la vida de una manera diferente, como ella bien menciona «la escuela te la va dando la vida».
«Cuando yo me enteré fue una de las cosas que más me rompieron la cabeza porque te llegan muchos miedos, muchas preguntas, te cuestionas muchas cosas«, expresa en entrevista con Marie Claire México.
Fueron siete meses y medio de embarazo que la llevaron a dejar de planear el futuro y vivir el presente. «Soy una persona que busca que todo sea perfecto, planea mucho y la verdad es que este embarazo me enseñó a vivir el momento y dejar de planear las cosas».
Comparte: «Yo idealizaba terminar mi embarazo, tener mi baby shower, tener todo preparado para el gran momento», sin embargo, la vida y principalmente, su pequeña Alquimia, le enseñaron una gran lección.
«Me enseñó a que tenía que estar viviendo el momento y no estar predisponiendo de las cosas que iban a pasar. Me fue cambiando mi forma de pensar», agrega.
El viaje a la maternidad
Para Lesslie, esta etapa ha significado obtener diversos aprendizajes, desde el cómo pensar hasta como actuar porque la maternidad no tiene un manual, simplemente cada mamá vive su propio proceso, «debe ir decidiendo qué le gusta y qué le quiere dar a su bebé».
«Fue un cambio de 360º, antes tenía todo el tiempo para mí, ahora pienso en mi bebé, le dedico tiempo, estoy con ella en sus terapias, en la parte de dar pecho, por ejemplo, nadie te dice que no es para todos».
Añade: «Dejé de idealizar un embarazo y ser mamá porque cada proceso es único y cada mamá es única. Mi forma de pensar y actuar ante ciertas circunstancias fueron cambiando en el proceso de las cosas que me fueron pasando poco a poco».
De hecho, ella admite que aunque no hay un manual para ser mamá, hay mucha información tanto en libros como redes sociales e incluso cursos. Y ella, al llenarse de dichos conocimientos comenzó a sugestionarse sin saber el gran reto que tendría que afrontar un mes después.
El gran desafío de vida
Durante los últimos meses de su embarazo, Lesslie tuvo que enfrentar uno de los mayores retos: Una hospitalización que adelantaría su parto un mes y medio.
En sus propias palabras, expresa: «Cuando te dicen que tu bebé está expuesto y puede contraer cualquier infección, hay un nivel de adrenalina muy fuerte todos los días que estuve en el hospital».
Y después de ello, llegó una nueva sorpresa y enseñanza para ella, cuando la bebé estaba programada para nacer en la semana 34 o 35, «se adelanta una semana y media, y otra vez me enseñó a dejar de estar planeando las cosas».
En este proceso, su familia fue fundamental para sobrellevar la situación: «Yo agradezco mucho tener el apoyo de mi familia y de mi pareja, me apoyaron todo este tiempo que estuve hospitalizada». Apunta: «Si como familia ya éramos muy unidos, creo que este proceso nos unió muchísimo más».
El súper poder de ser mamá
La maternidad no es de color rosa, de hecho se puede tornar de muchos matices, sin embargo, Lesslie admite: «Hubieron cosas maravillosas pero también fue muy fuerte la preocupación de que ella estuviera bien y yo estuviera bien, nadie te prepara mentalmente para tener un embarazo prematuro, para ver a tu bebé internada y conectada a muchos aparatos y ser muy fuerte».
Sin tiempo para pensar en ella misma o incluso recuperarse del todo físicamente, durante los días que Alquimia estuvo aislada, recuerda: «Mi mente y energía estuvo toda enfocada a que ella estuviera bien, no me dio tiempo de pensar tantas cosas. Yo estaba más preocupada por su salud todos los días que estuvo internada, hasta el momento que pudo salir».
Fue un proceso demasiado fuerte en el que se tuvo que enfrentar a cosas emocionales y físicas, «el tercer día ya no sentía nada de la operación, mi mente y cuerpo enfocado en que ella estuviera bien«, agrega.
Una fuerza que solo puede explicar una mamá, como ella bien lo menciona: «Te sale un súper poder que no entiendes cómo sale, es genuino, de repente te sale una personalidad de cuidar, de proteger a ese ser que acabas de dar a luz».
Tenerla en sus brazos y saber que todo iba a estar bien
Ese momento cuando dieron de alta a Alquimia, Lesslie lo describe como un alivio, «como esa sensación de ‘todo va a estar bien’, fue como respirar de nuevo, decirle a ella y decirme a mí ‘me toca cuidarte’«.
Comparte: «Sabía que ese momento era tan fuerte y especial que el corazón se me hizo demasiado grande y fuerte, solo quieres apapachar a tu hija. Para mí, literalmente fue un milagro de vida todo lo que vivimos juntas, y todo lo que ella vivió después de salir de mi pancita».
Con Alquimia en sus brazos y con esa felicidad que inunda su rostro en este shooting, Lesslie expresa: «Todos los días agradezco el tenerla y que pueda ser fuerte para cualquier situación que venga, fue una bebé prematura«.
Entre cómo darle de comer, sujetar la mamila o lactar, ella comenta: «Todos esos pequeños pasos que yo doy con ella es una cosa de celebración, cosas tan pequeñas y vivir el día a día es muy importante para mí con ella. Subir 200 o 100 gramos para mí es como un logro para las dos, eso significa que ella está progresando».
Todos los días, Lesslie y Alquimia se complementan y forman un gran equipo de mamá e hija. «No sé si la vida me va a dar este regalo durante muchos años, pero el día de hoy he aprendido a que cada pequeña cosa que tenemos o que están con nosotros irlas agradeciendo porque no sabemos si hoy estamos y mañana no«.
«Todos los días es muy importante agradecer y abrazar lo que tenemos, y cada proceso que tengamos es una victoria ganada».
Cada mamá vive su propio proceso
Después de vivir y enfrentar su propia experiencia, Lesslie comparte su percepción sobre la maternidad: «Es algo maravilloso pero también es algo muy retador para cada una de nosotras, cada proceso es único y lo más importante es que nosotras vamos a decidir como queremos vivirlo».
«Muchas veces idealizamos ciertas cosas de cómo queremos que pasen o como nos gustaría que hubieran pasado. Nadie más que nosotras como mamás sabemos la respuesta de lo que mejor queremos para nuestros hijos«, agrega.
A través de su propia experiencia, expresa: «No tengan miedo de tomar sus decisiones de lo que está pasando, es una prueba que la vida nos está enseñando algo, a mí me enseñó a dejar de planear y vivir el momento, el presente y agradecer cada momento que estaba viviendo».
Para terminar, señala: «Abracemos esa enseñanza que nos están dando nuestros hijos porque ellos son maestros de vida y vienen a enseñarnos muchas cosas, cada mamá es única y puede educar como quiera a sus hijos y tomar las decisiones que sean mejor para ellos, porque no hay una mejor decision que la de una mamá. Disfruten el momento y todo va a pasar».
Lesslie actualmente está feliz con Alquimia, y desde el primer momento juntas, han demostrado esa conexión única entre madre e hija.
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